"Ingenio" popular: se disparan compras con tarjetas para productos con envío del exterior
La administración kirchnerista, desde el mes de octubre, no paró de cerrar cada una de las "ventanillas" con las que contaban los argentinos para hacerse de dólares y poder sacar rédito, fronteras afuera, de parte de este "revival noventista", que reflota las viejas épocas del "deme dos".
Entre la batería de medidas, puso trabas al retiro de dinero con tarjetas de débito en el exterior, limitó los dólares disponibles a quienes necesitan cruzar la frontera y hasta prohibió lisa y llanamente la compra de divisa extranjera para ahorro.
Sin embargo, el Gobierno todavía no cerró la última "ventana" que permite a los argentinos consumir en dólares pero pagando el billete verde al tipo de cambio oficial: las tarjetas de crédito.
Las compras con plásticos por ahora no están alcanzadas por el cepo a la divisa estadounidense, de modo que, con sólo cruzar la frontera, se permite que todas las compras realizadas se cancelen en moneda local a la cotización fijada por el Banco Central (BCRA), sin la necesidad de tener una cuenta en moneda extranjera y hasta con la posibilidad de financiar el saldo en pesos con una tasa del 17%, por debajo de la inflación.
En este contexto, las estadísticas demuestran que "tarjetear" en dólares y cancelar en pesos se ha convertido en el nuevo "deporte nacional".
En efecto, según datos del Central, los saldos en divisas estadounidenses por compras con plásticos de titulares argentinos se dispararon hasta los casi u$s380 millones en junio pasado, el valor más alto desde la salida de la convertibilidad.
Pero este fenómeno no sólo está alentado por los turistas que pasean y salen de compras por Miami o algún otro destino en el exterior.
Por el contrario, una gran parte de este fenómeno está explicado por argentinos que no abandonan el país y, desde la comodidad de su hogar, frente a una computadora y a un clic de distancia, hacen "shopping" de manera online y "salen" a comprar desde un par de zapatillas en Estados Unidos hasta una tablet en China.
En efecto, los números del Banco Central demuestran que en los últimos meses, especialmente desde el cepo al dólar y tras el mayor control importador, creció exponencialmente la cantidad de argentinos que, al no poder acceder a un producto deseado en el mercado doméstico o al observar grandes diferencias de precios, decidieron convertirse en "microimportadores" de la mano de sus tarjetas de crédito, que les permiten "subsidiar" sus compras al poder cancelar la deuda en pesos al tipo de cambio oficial.
Según numerosos testimonios que pudo recoger este medio de entidades bancarias, los compradores muchas veces operan de manera individual, pero también está en franco ascenso el fenómeno de los "pooles de compras", es decir, cuando una persona pone su plástico pero adquiere productos, en una misma operación, para familiares, amigos o compañeros de trabajo.
El fenómeno tiene semejante magnitud y la demanda por parte de los consumidores locales es tal que hasta las principales tiendas de ropa de Estados Unidos ahora anuncian al entrar a sus páginas, las facilidades para realizar cualquier envío a la Argentina e, incluso, pagando directamente en pesos.
Así, desde el sitio de la famosa tienda Macy´s destacan que "facilitamos comprar desde la Argentina con todos los precios en pesos" y con "tarifas bajas para el envío internacional", tal como se puede ver en la siguiente imagen:
Con una leyenda similar, el sitio de la reconocida casa de modas estadounidense Bloomingdale´s le da la "bienvenida" a los cibernautas argentinos que ingresan a la web con sus tarjetas de crédito en la mano, listas para hacer shopping:
En tanto, desde la famosa tienda GAP aseguran estar "excitados por ofrecer envíos a la Argentina", según se observa en la siguiente imagen:
Tal como se explicó, la demanda desde este lado de la frontera es tal que cada vez más marcas de Estados Unidos directamente ofrecen sus productos en pesos argentinos, como es el caso de Macy´s, donde se consiguen jeans a partir de los 87 pesos.
Por la escasez de variedad, la desaparición de ciertas marcas y, en algunos casos, la profunda diferencia de precios entre el mercado doméstico y países del exterior, se fue gestando este fenómeno de los "microimportadores".
En este contexto, hay dos tipos de compradores: por un lado, están aquellos que apelan a "tarjetear" a través de Internet como una forma de sortear el cerrojo importador y poder acceder a artículos y a marcas que ya no se consiguen en los mostradores de la Argentina, independientemente de factores como el valor del flete, de los tiempos de espera y de la carga impositiva.
Por otro, están los compradores que están a la "caza" de ofertas, tal como sucede con la indumentaria en el mercado estadounidense, donde las temporadas de rebaja con cada cambio de estación, derivan en verdaderos precios de saldo, con descuentos que llegan a ser incluso del orden del 70 por ciento.
Un caso que sirve para resumir esta tendencia creciente es el de Mercedes C., una diseñadora gráfica que vive en Belgrano, quien explicó a iProfesional.com que hace pocos meses realizó la primera compra en el exterior con su tarjeta y que, ante los buenos resultados, en poco tiempo concretó otras seis operaciones.
"En mi caso, para licuar un poco el gasto del shipping (flete) y de los impuestos, nos estamos juntando dos o a lo sumo tres amigas y aprovechamos para comprar ropa en Estados Unidos a precio de liquidación, porque allá las rebajas son muy fuertes. Además, pago con tarjeta de crédito y después cancelo la deuda al tipo de cambio oficial, es decir, a $4,50", explicó.
Esta profesional, tal como relató a este medio, utiliza la plataforma de comercio electrónico de una de las tiendas más reconocidas de EE.UU., Forever21, que vende todo tipo de indumentaria, incluyendo calzados y carteras y que también realiza envíos hacia la Argentina.
"En la última compra me hice traer jeans que, todo incluido, me terminaron costando u$s16. Convertido a precio oficial, me terminó saliendo menos de $90. También importé remeras por u$s5 que, incluyendo flete e impuestos, terminaron costando no más de 25 pesos".
En general, cuando se compra en shoppings o comercios que cuenten con envíos postales, la mercadería desde Estados Unidos hasta la Argentina puede demorar entre dos y cuatro semanas en cruzar la Aduana.
En la mayoría de los casos, cuando la mercadería que ingresa supera los u$s25, el comprador recibe una notificación del Correo Argentino que indica que hay una encomienda a su nombre. Acto seguido, éste debe ir a la delegación aduanera correspondiente con su DNI y pagar los tributos en caso de que corresponda.
En diálogo con este medio, Federico F., un analista de sistemas que trabaja en el microcentro, aseguró a este medio que "desde hace tiempo estoy comprando cosas a través del portal especializado en accesorios informáticos DealExtreme.com, que me permite conseguir artículos que en la Argentina o no existen o llegan con muchísimo retraso por las trabas a las importaciones".
En su caso, el último producto que importó fue un adaptador para tablets que costó menos de u$20 y que demoró cerca de un mes en llegar desde la fábrica china hasta la puerta de su casa, dado que por el valor del artículo no debió hacer el trámite en Aduana.
En este portal es posible encontrar desde fundas protectoras para celulares hasta tabletas. Una de las características de sitios de China como éste es que, en general, los valores del flete son bajos o, incluso, en algunos casos, no tienen costo, tal como se puede ver a continuación:
En tanto, Liliana S., que trabaja en una oficina de Recursos Humanos, explicó que suele comprar a través del sitio lovelyshoes.net, un portal de ventas que opera desde China y que ofrece calzados que parten de los u$s10. Esta usuaria destacó que la firma cuenta con costos de flete bajos y ofrece la posibilidad de pagar vía PayPal para no revelar datos de la tarjeta de crédito.
En este contexto, fuentes de una de las compañías de servicios aeroexpresos más importantes del país (courriers), entre las que se encuentran firmas de la talla de UPS y FedEx, confirmaron que "en lo que va del año, mientras que nuestras operaciones de exportación experimentaron una baja del 10%, en línea con lo que cayó el comercio exterior, las importaciones se están incrementando a un ritmo del 20%, con lo cual, éstas últimas pasaron a tener una mayor preponderancia en nuestro esquema de negocios".
El directivo, que pidió absoluto off the record, reconoció que "el tema del atraso cambiario y el cierre de las importaciones funcionan como un estímulo para que los consumidores compren artículos en el exterior".
Claves a tener en cuenta
A la hora de realizar compras en el exterior, un punto clave es que, para que la AFIP considere una importación por fuera del régimen aduanero tradicional -es decir, sin pasar por el sistema del declaraciones juradas o licencias no automáticas-, la importación deberá tener "carácter ocasional", además de que "por la cantidad, calidad, variedad y valor de la mercadería, pudiere presumirse que son para uso o consumo personal del destinatario o de su familia", tal como informa el organismo de control.
Este aspecto es central, ya que una importación de un número elevado de unidades de una misma prenda o de un mismo dispositivo electrónico, podría ser considerado para fines comerciales por las autoridades aduaneras, lo que trabará las operaciones. Con lo cual habrá que contratar los servicios de un despachante de Aduanas y cumplir con toda la documentación como si se tratara de una empresa importadora.
El factor logístico es otro elemento clave, dado que de ello dependerá el costo final del envío, el tiempo de demora y las normativas aduaneras. En este sentido, existen los envíos postales por correo estatal y el servicio aeroexpreso o courrier.
En cada caso hay variaciones en las franquicias contempladas para el pago de impuestos fijados por la Aduana.
En el primer caso (servicio postal por correo estatal) hay que tener en cuenta que:
•Los envíos menores a los u$s25 están exentos de tributos a la importación.
•Aquellos que estén entre los u$s25 y los u$s999 tendrán que abonar un único tributo del 50% sobre el excedente.
• Finalmente, todo aquello que supere esta última cifra se considerará un envío comercial, cayendo en el tradicional régimen aduanero.
En el segundo (servicio courrier), para ingresar al régimen simplificado y que una importación no sea considerada comercial:
•Se pueden importar productos por hasta u$s1.000.
•La compra no puede superar los 20 kilos y un volumen de 1 metro cúbico.
Más allá de estos puntos, los expertos recomiendan, en todos los casos, tener en cuenta factores fundamentales como el nivel de seguridad que brindan cada uno de los portales antes de utilizar la tarjeta, así como también el tipo de producto que se adquiere, dado que la garantía -al no haber representantes en el país- puede convertirse en un dolor de cabeza cuando se trata de este tipo de importaciones.
El directivo de la empresa de servicios courrier destacó que "en general, lo que más están importando los usuarios es ropa y calzados".
Esto se debe, en gran medida, al fuerte aumento que viene experimentando la indumentaria en el mercado interno. No es para menos: si se considera el IPC que calcula la provincia de San Luis este rubro registró un alza de precios cercano al 26% en los últimos doce meses.
Y si a este panorama se suma que el tipo de cambio aún se mueve por debajo de la inflación -fenómeno conocido como "atraso cambiario"-, están todos los ingredientes dados como para que los argentinos se sientan más ricos en dólares y encuentren, a un clic de distancia y sin tener que viajar al exterior, una alternativa frente al "corralito" impulsado por el Gobierno.