Cuánto gastás en un viaje a la Costa con un auto naftero, uno eléctrico y una camioneta diesel
El inicio de la temporada de verano ya invita a los argentinos a lanzarse a unos días de vacaciones, y el auto es el medio más utilizado por comodidad y ahorro frente a otros transportes como el avión o el ómnibus. Pero en tiempos de cuidar el bolsillo, salir a la ruta también requiere prever gastos y es en ese momento que resulta útil hacer una comparación entre lo que demanda en pesos, por un mismo trayecto, un vehículo de combustión convencional y otro eléctrico, que si bien son los menos en el parque automotor empiezan a aparecer como opción de las distintas marcas.
Es cierto que las ventas de autos 100% eléctricos en la Argentina son casi simbólicas por lo bajo de las cifras, pero la instalación de cargadores eléctricos y los beneficios en materia de costos de uso forman parte de la primera etapa para difundir más su adopción en las ciudades. En ese proceso de cambio de paradigma, que en otras latitudes está por demás avanzado, en el país hay una brecha aún dificil de sortear que es el valor del modelo eléctrico, algo que empieza a compensar no sólo con el menor impacto ambiental y mayor confort, sino también el sensible ahorro por menos consumo en su uso diario de carga eléctrica y por los requerimientos de mantenimiento.
En la comparación eléctricidad vs combustible, son muchos los asteriscos a tener en cuenta vinculados a las especificaciones de la bateria de litio con que venga equipado el automóvil: su capacidad de carga, el tipo de cargador público o domiciliario al que se accede, la autonomía que ofrece, y por supuesto el modo de conducción, la velocidad, el peso abordo, el clima y la utilización de recursos como el aire acondicionado. Hecha estas primeras salvedades, en la industria se asegura que un vehículo de carga elétrica consumo entre 5 y 8 veces menos que uno similar a nafta o diesel por cada 100 kilómetros en ruta.
Capacidades y autonomía de un auto eléctrico
La capacidad de una batería se mide en kilovatio hora (kWh) e indica la cantidad de energía eléctrica que es capaz de acumular, lo cual resulta equivalente al depósito de un tanque de combustible, es decir a mayor capacidad, mayor distancia recorrida. Para calcular la autonomía que puede ofrecer un vehículo eléctrico en circunstancias normales, existen pruebas estándares que tratan de imitar una circulación ordinaria, tanto en ciudad como en carretera, al que se someten los nuevos modelos antes de lanzarse al mercado.
También es importante tener en cuenta que el tiempo de carga de una batería dependerá no sólo de su capacidad sino de la potencia del cargador, ya que no será lo mismo un punto de conexión doméstico o en una oficina, a un punto de carga de una estación de servicio de 22, 50 o 150 Kwh de potencia, lo que variará en espera desde una noche a apenas media hora en el mejor de los casos.
A modo de ejemplo, un modelo 100% eléctrico que hace años se conoce en el país como el Nissan Leaf tiene una batería con capacidad de 40 kwh, lo que le permite una autonomía con carga a full de 270 kilómetros. Por caso, en el segmento de los vehículos premium el SUV deportivo eléctrico Audi Q8 e-tron acaba de mejorar su performance hasta los 106 kWh, lo que eleva la autonomía real a unos 450 kilómetros.
Tal como ocurre en un celular, la velocidad de carga para la batería de un vehículo podría demandar entre 30 y 40 minutos para completar un 80% de la capacidad, a partir de lo cual el esquema de seguridad del sistema ralentiza, por lo que ese nivel resulta más que adecuado para retomar la marcha sin casi tener que extender la espera al menos otra media hora.
Comparativo: esto gastás con cada vehículo
Con estos datos, un viaje en ruta desde la Ciudad de Buenos Aires hasta la de Córdoba que demanda unos 700 kilómetros de recorrido, requerirá tres cargas de batería para un Leaf mientras que con un Q8 dos recargas serán suficientes. En ese caso, el usuario tendrá dos opciones de abastecimiento, en el caso de una estación de servicio Shell se podrá optar por una carga de 50 kW a un precio de $461 el minuto o con un cargador de 150 kW a $676 el minuto, con lo cual una parada de tiempo promedio costará entre $13.830 y $20.280 finales.
Una opción puede ser la membresía que YPF ofrece a los usuarios para recargas eléctricas ilimitadas por un valor mensual de $53.000 a partir de este enero, lo que se justificará largamente en poco tiempo y kilometraje recorrido. O directamente se podría calcular el gasto con un cargador domiciliario caso para el cual basta con saber que en el caso de la distribuidora Edenor, la tarifa media se ubica desde el 1 de diciembre en los 111,995$/kWh, lo que baja sensiblemente el gasto según las horas de uso y la potencia requerida para completar la batería.
Si el mismo recorrido se realizara a bordo de un vehículo a combustible convencional, las cifras serían otras, claramente. Por ejemplo, a bordo de un Peugeot 208 -el modelo más vendido en el país de todo 2024- con un motor naftero 1.6, llenar su tanque de 47 litros con nafta premium en una estación de servicio YPF de CABA demandaría con los nuevos valores de inicios de 2025 unos $65.500, lo que alcanzaría para una autonomía promedio de 550 kilómetros.
Si se tratara de una pick up Toyota Hilux con motor 2.8 turbodiésel, su tanque de 80 litros que alcanzan una autonomía mixta de 800 kilómetros demandaría un gasto de $111.360 en el surtidor de diesel premium.
Esto implica que, para realizar el trayecto desde el Obelisco hasta Mar del Plata (415 Km) hay que gastar:
- $21.257 con un auto eléctrico chico (Nissan Leaf, con una parada para cargar)
- $16.832 con un auto eléctrico de alta gama (Audi Q8 E-Tron)
- $49.422 con un auto compacto naftero (Peugeot 208)
- $57.768 con una camioneta mediana motor diesel (Toyota Hilux)
Mantenimiento low cost
El mantenimiento de un vehículo eléctrico es más barato que el de un vehículo de combustión y si bien no alcanza para justificar la diferencia de precios en la concesionaria, sirve de referencia por varias razones. En primer lugar la mecánica es mucho más simple y con menos piezas móviles en estos modelos de movilidad sustentable, lo que reduce el desgaste y el mantenimiento en el taller, además de que no requieren aceite aceite ni filtros para cambiar, juntas para reemplazar o válvulas para obstruir.
Además, gracias a la frenada regenerativa, las pastillas de freno se desgastan a un ritmo más lento, y el proceso de revisión es más directo en comparación con un vehículo de combustión. Sin embargo, el paquete de baterías es el mayor gasto de mantenimiento posible en un vehículo eléctrico, y a medida que la unidad de almacenamiento se desgasta, pierde gradualmente su capacidad de retener una carga.
Algunas otras cosas a tener en cuenta al mantener un vehículo eléctrico son que el sistema de refrigeración es más complejo en un coche eléctrico, ya que debe mantener la temperatura óptima del motor, la batería y el cargador. Y como todo artefacto es necesario comprobar el correcto aislamiento de todas las conexiones eléctricas del coche, por lo que las distintas marcas recomiendan una revisión cada 2 años o 30.000 kilómetros.
Ahora bien, el corazón de un eléctrico es su batería que debe durar en buenas condiciones de uso, como mínimo, ocho años o un rango de 150.000 a 250.000 kilómetros, esto es alrededor de un piso de 3.000 ciclos de carga. A partir de entonces el desafío es cambiar el vehículo con un menor poder de reventa o reemplazar la batería que en mercados mucho más desarrollados como los países de Europa puede oscilar entre los 5.000 y 15.000 euros, ya que cuanto más grande sea, más cara será la batería, así como también influye el modelo y la marca del vehículo.
Los autos eléctricos en la Argentina
En el universo automotor local se engloban todos los vehículos 0km que tienen algún nivel de electrificación en su mecánica: se incluye a los híbridos (HEV), híbridos suaves (MHEV), híbridos enchufables (PHEV) y 100% eléctricos (BEV).
En el parque circulante de Argentina hay -según el último reporte de la Asociación de Concesionarios de Automotores- unos 36.400 vehículos híbridos o eléctricos, donde casi el 90% de ellos son vehículos híbridos (HEV) y durante los últimos años ganó mucha participación la hibridación media (MHEV) de la mano, sobre todo, de las marcas de alta gama que incorporaron esta tecnología como oferta única en sus vehículos.
La tecnología más usada en los vehículos híbridos en Argentina es la HEV principalmente porque es la tecnología que incorporan los vehículos Toyota Corolla y Corolla Cross que son los únicos producidos en el Mercosur (Brasil) y por tanto, además de gozar de ciertos privilegios fiscales en algunas jurisdicciones, ingresan al país dentro del Régimen Automotriz, que les otorga el beneficio de arancel 0% en el comercio administrado con Brasil.
Al mismo tiempo, esta incipiente y lenta incursión de vehículos híbridos y eléctricos en Argentina se da, como es de esperar, en las áreas más pobladas y sobre todo en aquellas jurisdicciones que tomaron la iniciativa de ofrecer beneficios fiscales, por ejemplo, en el pago del impuesto a las patentes.
Toyota Corolla Cross sigue liderando las ventas de este tipo de vehículos con mucho margen sobre los demás (casi duplica al segundo). Incluso, si a la versión Cross de Corolla se le sumara su versión sedán, ambos representan casi el 80% de los patentamientos totales.
Respecto de la tecnología BEV (eléctricos puros), los vehículos que destacan son los lanzamientos de Renault que iniciaron este año y que ya tienen algunos cientos de unidades en la calle como el caso del Kwid, el Megane y el pionero del sector la Kangoo. De los tres, la sorpresa del primer semestre fue el Renault Kwid E-Tech, que desplazó al Coradir Tito como el eléctrico más vendido.
Una marcha atrás en la Ciudad de Buenos Aires
Hasta el 31 de diciembre, los vehículos híbridos y eléctricos en la Ciudad de Buenos Aires estaban exentos del pago de patente, pero a partir de 2025 el nuevo Presupuesto aprobado por la Legislatura porteña dispuso la pérdida del beneficio y en su lugar se estableció un nuevo esquema impositivo, para que comiencen a pagar patente de manera escalonada. La nueva normativa establece un procedimiento mediante el cual los autos híbridos y eléctricos comprados a partir de enero de 2025 recibirán beneficios apenas durante los primeros cinco años, con un aumento progresivo del 40% a partir del tercero, del 60% del cuarto y 80% del quinto, para llevar a pagar el 100% del valor de la patente al sexto año.
El proyecto original del Poder Ejecutivo preveía eliminar por completo todo beneficio a partir del mismo momento de la compra del vehículo, un cambio de reglas abrupto que iba en contra de la idea de promover un tipo de vehículo más sustentable como muchas ciudades del mundo, por lo que se aprobó un esquema intermedio para uno de los principales atractivos impositivos de estos vehículos. Este cambio de reglas no será retroactivo, es decir, que afectará con el mismo esquema a los vehículos en circulación en los últimos años.