Ford Maverick versus RAM Rampage: ¿qué camioneta compacta conviene comprar?
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La aparición simultánea de las camionetas Renault Oroch y Fiat Toro en 2016 abrió la puerta a una dimensión desconocida. El rotundo éxito que tuvieron estos modelos encendió las alertas de muchas automotrices que rápidamente pusieron un ojo en este inédito segmento, hoy con cada vez tiene más participantes.
Con las aptitudes utilitarias de las tradicionales camionetas de una tonelada de carga pero con un marcado perfil familiar, estas pick-ups seducen también por su calidad general, nivel de confort y conectividad, llegando a desplazar a los SUV en muchas consideraciones de compra.
Pero dentro de este submundo hay dos productos que se destacan del resto por su posicionamiento "más premium". Ford Maverick y la recientemente lanzada RAM Rampage aparecen como el aspiracional entre las camionetas de su clase, por tamaño, calidad, equipamiento y un conjunto mecánico más sofisticado.
Las comparamos para ver cuál conviene más por prestaciones, calidad, precio y "gusto", que en definitiva, importa a la hora de comprar un vehículo.
Camionetas compactas, con dimensiones similares
Al margen de las subjetividad sobre la estética de cada modelo, hay que decir que ambas camionetas derivan de SUV medianos, y en consecuencia comparten varios componentes con los mismos.
En el caso de Maverick, la camioneta que Ford produce en México toma la base del Bronco Sport, mientras que RAM Rampage fabricada en Pernambuco (Brasil) utiliza la misma plataforma de los Jeep Compass y Renegade, entre otros modelos del Grupo Stellantis.
En cuanto a dimensiones se asemejan muchísimo. Ambas tienen una longitud en torno a los 5 metros de largo y una distancia entre ejes de 3 metros.
En el aspecto donde sí hay diferencias es en la capacidad de carga de cada camioneta: mientras la RAM ofrece 750 kilos, la Ford varía de 613 a 670 kilos dependiendo de la versión.
Espacio interior de las camionetas
Puertas adentro ambos modelos se caracterizan por ofrecer buena habitabilidad, pero la camioneta de RAM saca una leve ventaja por tener una mejor percepción estética (el panel de a bordo combina diferentes texturas y materiales) y un plus tecnológico.
Por ejemplo, siempre hablando de la versión más encumbrada Rampage, dispone de un equipo de audio premium de la marca Harman Kardon, tapizados combinados (de cuero y Alcántara, sólo de cuero en Maverick) y butaca del acompañante con regulación eléctrica.
Las dos camionetas disponen de climatización digital y cargador inalámbrico para teléfonos celulares, aunque la central multimedia de Rampage es más grande y sofisticada que la de Maverick (12,3 vs 8 pulgadas).
En ambos casos pueden espejarse con smartphones de manera inalámbrica.
Con el tablero de instrumentos ocurre algo similar. El de la RAM es 100% y recurre a un display de 10 pulgadas de excelente resolución (configurable).
Maverick, por su parte, utiliza uno convencional (con agujas) que se sirve de un display digital de 6,5 pulgadas para la computadora de a bordo.
Ford Maverick vs RAM Rampage: ¿Cuál es la más potente?
En el apartado mecánico es donde más sobresalen del resto de las pick-ups compactas comercializadas en nuestro país, pero también donde hay diferencias entre sí.
Ford tiene una gama más amplia con tres versiones: XLT, Lariat FX4 y Lariat Hybrid. Las dos primeras utilizan el motor naftero 2.0 turbo EcoBoost de 253 CV y 380 Nm de torque, asociado con una transmisión automática ocho marchas, en el caso de la XLT con tracción 4x2 y en la Lariat FX4 con tracción integral, única variante de Maverick con sistema 4x4.
Tal como indica su nombre, la tercera opción se sirve de un sistema híbrido que combina un motor naftero 2.5 de ciclo Atkinson con otro eléctrico, que en conjunto ofrecen un rendimiento de 194 caballos de potencia y 210 Nm de par máximo, asociado con una caja automática e-CVT y tracción delantera.
La receta de Rampage es algo distinta. Las dos opciones que llegan a nuestro país (Rebel y R/T) vienen con tracción 4×4 e incorporan un inédito motor de Stellantis para nuestro mercado. Hablamos del turbonaftero 2.0 Hurricane de cuatro cilindros en línea que desarrolla 272 CV (más potente que cualquier otra pick-up mediana turbodiésel) y 400 Nm de torque, en tanto que la caja es automática de nueve velocidades.
Eso, lógicamente, se traduce en prestaciones más deportivas pero también en un mayor consumo de combustible. Aquí hay que señalar que Maverick ostenta una capacidad tanque superior al de Rampage (64 vs 55 litros), cualidad que le permite ofrecer una mayor autonomía.
Indudablemente aquí entra en juego el gusto y pretensiones de cada cliente. Respecto del comportamiento dinámico de estas camionetas es necesario subrayar que están construidas sobre un chasis monocasco (no de larguero como los de las pick-ups medianas) y eso, sumado a la dirección eléctrica y las suspensiones multilink en el eje trasero (en Maverick sólo las Lariat) les confiere un mejor confort de marcha.
Dependiendo de la versión, la chata de Ford calza llantas de 17 y 18 pulgadas, mientras que la de RAM ofrece rodado 17 o 19.
Seguridad y precio: ¿con cuál quedarse?
En el plano de la seguridad ambas camionetas ofrecen una destacada dotación, en la que comparten siete airbags de serie, frenos ABS con discos en las cuatro ruedas, control de tracción y estabilidad, además de distribución electrónica de frenado y control electrónico de descenso.
También ambas pick-ups disponen de un paquetes de asistencias a la conducción (ADAS) en los que concuerdan con el control automático de luces altas y frenado automático de emergencia, pero Rampage se destaca por tener mantenimiento de carril y control de velocidad crucero adaptativo (sólo crucero en la Maverick).
Según la lista de precios oficiales publicada recientemente por ambas automotrices, Ford Maverick cuesta 30.128.000 en su versión XLT, 39.416.000 pesos la Lariat FX4 y 41.245.000 la opción híbridad.
La pick up de RAM es sustancialmente más cara y eso puede encontrar su justificación en la mayor potencia del motor y nivel de equipamiento: la versión Rebel vale 43.260.000 pesos mientras que la R/T cuesta 49.800.000 pesos. ¿Se justifica tanta diferencia?