Peugeot 208 vs Citroën C3, dos autos fabricados sobre la misma plataforma: ¿cuál es mejor?
La historia de estos dos modelos de auto lleva muchos años: ambos nacieron a comienzos del 2000 cuando, por entonces, tanto Peugeot como Citroën eran parte del Grupo PSA.
Desde entonces, sus lanzamientos y actualizaciones se dieron prácticamente de manera simultánea. Y más allá de que cada modelo fue respetando la impronta de la compañía a la que pertenece, en términos de calidad y equipamiento, siempre ofrecieron un mismo estándar de calidad.
Pero los tiempos cambian y desde que se conformó el gigantesco grupo automotor Stellantis -que reúne a las ex marcas de PSA (Peugeot, Citroën y DS) y FCA (Jeep, RAM y Fiat, entre otras)- la estrategia de cada compañía tomó un nuevo rumbo dentro de esa estructura.
Por eso resulta interesante desglosar por qué existen marcadas diferencias en varios aspectos de estos dos hatch compactos que comparten todo a nivel industrial. Por un lado el Peugeot 208 de producción nacional; por el otro, el Citroën C3 brasileño.
Diferencias y similitudes por fuera de ambos autos
Si bien los dos modelos utilizan la misma arquitectura, es decir, la moderna la plataforma modular CMP que da vida a muchos modelos de Stellantis, hay notables diferencias en la génesis.
El diseño del Peugeot 208 es global (sólo tiene algunos ajustes para nuestra región), mientras que el del Citroën C3 fabricado en Brasil (también en la India) es el destinado a los mercados emergentes: este modelo nada tiene que ver con su homónimo comercializado en Europa.
La propuesta del hatch de la marca del león es moderna y con un marcado corte deportivo, mientras que la del de los dos chevrones resulta más aventurera y muestra "ciertos guiños de SUV".
Estructuralmente ambas carrocerías tienen (milímetros más, milímetros menos) 4 metros de largo y 2,54 metros de distancia entre ejes.
Cómo son estos dos autos por dentro
Puertas adentro también hay muchas diferencias en el estilo, pero sobre todo en la calidad percibida. Con una apariencia muy simpática y al mismo tiempo minimalista, el panel de a bordo del C3 está construido con plásticos duros y hay terminaciones mejorables, por ejemplo algunos encastres.
Asimismo, la única cuota de modernidad está a cargo de la central multimedia ubicada de manera flotante, con pantalla de 10" con conexión a dispositivos Android Auto y Apple CarPlay de manera inalámbrica (idéntica a la del Peugeot), ya que el tablero de instrumentos es extremadamente básico al igual que el volante "multifunción".
Por su parte, el 208 ofrece texturas más agradables y el concepto i-Cockpit del panel de a bordo, con el tablero ubicado por encima del volante, brinda una mejor experiencia al volante. Este último, asimétrico y de pequeñas dimensiones para brindar mejor maniobrabilidad.
Cabe destacar que versión tope de gama del Peugeot se destaca, además, por ofrecer un moderno tablero de instrumentos con tecnología 3D que funciona mediante una especie de holograma.
La posición de manejo es apropiada en ambos, pero la del 208 es más anatómica (y baja) debido a la sujeción lateral de las butacas. En el C3 el asiento resulta más mullido pero es de por sí muy alto, y además el volante sólo se regula en altura.
Al tratarse de dos modelos compactos, el espacio trasero es lógicamente acotado. Caben dos adultos con relativa comodidad, tres ya serían multitud. Sin embargo, en el Citroën hay más espacio hacia el techo. La capacidad del baúl, en tanto, es apenas 4 litros más amplia en el modelo de Peugeot (315 litros). Lamentablemente, en ambos casos la rueda de auxilio es de uso temporal.
Misma mecánica, distinto andar
En este apartado no se sacan ninguna diferencia. Sendas gamas ofrecen dos opciones bajo el capó.
Las más accesibles de cada modelo equipan un pequeño impulsor naftero 1.2 de tres cilindros y 82 CV (asociado con una caja manual de cinco velocidades), mientras que el resto se sirve del histórico propulsor 1.6 aspirado de cuatro cilindros y 16 válvulas, que desarrolla 115 caballos de potencia, y que puede estar combinado con caja manual de quinta o automática Tiptronic de seis marchas.
Siempre hablando de la versión más equipada de cada modelo (con el 1.6 y caja AT) hay que decir que la transmisión responde adecuadamente si se lo lleva con suavidad, pero cuando es necesario acelerar de improviso, el motor asciende rápidamente de revoluciones, marcando una diferencia de respuesta entre ese incremento de las rpm y la conexión de la marcha correspondiente. En ambos la selectora dispone de posición M, pero no de levas en el volante.
Con esta configuración las prestaciones son similares. Por ejemplo, ambos aceleran de 0 a 100 en 11,5 segundos y alcanzan una velocidad máxima en torno a los 182 km/h. En términos de elasticidad, para pasar de 80 a 120 km/h tardan cerca de 8,3 segundos y a nivel rendimiento, en promedio pueden recorrer 13 kilómetros por cada litro de combustible (con un aceptable rendimiento de 9 km/l en ciudad).
Aunque sí hay algunas diferencias en la puesta a punto de cada uno. Si bien ambos se destacan por un muy logrado confort en la ciudad gracias a la blandura de las suspensiones, el despeje de la carrocería del Citroën (18 centímetros) le permiten sortear con mayor comodidad los eventuales desperfectos de las calles.
Sin embargo, al tener el centro de gravedad más elevado, al momento de realizar maniobras repentinas (en ruta o a velocidades elevadas) la carrocería se muestra un tanto inestable, siendo el 208 el que ofrecer un comportamiento dinámico superior.
La suavidad de marcha se complementa con la excelente respuesta de la dirección asistida eléctricamente, pero en el Peugeot resulta más cómo realizar maniobras en espacios reducidos dado el tamaño del volante (más pequeño). Por su parte, el desempeño de los frenos es correcto en ambos modelos, con un ABS que no se apura a entrar en acción.
Equipamiento y seguridad de cada auto
Al comienzo decíamos que cada uno tiene un propósito distinto dentro de un mismo segmento. Mientras el Peugeot 208 apunta a ser el modelo más tecnológico de su clase, Citroën buscó con esta nueva generación del C3 ofrecer el vehículo más económico del mercado.
Eso queda en evidencia en la dotación de confort y seguridad de ambos, más allá del precio. Ambos cuentan con varias versiones pero el mejor reflejo de esto es lo que ofrece la más completa de cada uno.
Las únicas coincidencias son la pantalla de 10 pulgadas tipo widescreen que permite emparejar dispositivos móviles de manera inalámbrica, la cámara de marchas atrás, la alarma perimetral, levantavidrios delanteros y traseros eléctricos "un toque", retrovisores eléctricos con luz de giro incorporada y cierre centralizado de puertas y baúl con mando a distancia.
Mientras el C3 cuenta con aire acondicionado manual, el 208 dispone de climatizador automático digital, cargador inductivo para teléfonos celulares, faros de led, techo panorámico, luces antiniebla delanteras y traseros (sólo delanteros en el Citroën), apertura y arranque sin llave y sensores de estacionamiento.
Otra diferencia notable es la seguridad para los pasajeros. Ambos disponen de los obligatorios frenos ABS y control de tracción y estabilidad (ESP), pero el C3 ofrece apenas dos airbags (conductor y pasajero). Por su parte, el 208 se sirve de seis bolsas de aire y además ofrece algunas asistencias a la conducción (ADAS), tales como frenado autónomo de emergencia, alerta de riesgo de colisión, sistema de mantenimiento de carril y faros adaptativos.
¿Cuánto sale el auto 208 vs el C3?
Repasando la lista oficial de precios de cada modelo queda claro que son valores ficticios. Mientras la gama C3 arranca en los $4.755.900 y la del 208 en $6.237.900, a medida que subimos de versiones veremos un mismo valor en ambos modelos: 6.743.000 pesos.
Esto demuestra la distorsión del mercado automotor argentino, donde muchos modelos o versiones están "topeados" para no ser afectados por las diferentes escalas de los impuestos internos mal llamados "al lujo".
Quien analice una compre entre estos modelos dede considerar un dato no menor para el bolsillo: los primeros tres service del mantenimiento programado del Citroën están incluidos en el valor del vehículo.
Sin embargo, en la decisión final también priman otras cuestiones como el equipamiento, la calidad genera y la seguridad: esta última innegociable. Por eso, entre otros aspectos, el modelo de Peugeot es superior.