La camioneta que fracasó antes de nacer: a 10 años del inicio del proyecto Mercedes Benz Clase X
La historia de la camioneta Mercedes Benz Clase X no solamente forma parte de uno de los hechos más inéditos de la industria automotriz, sino que es un caso contemporáneo, y la protagonista es una marca con tanta trayectoria que, las posibilidades de haber logrado buenos resultados y hasta desplazado a los líderes en pick ups, todavía está latentes en la mente de muchos expertos.
Todo comenzó en 2012, cuando un grupo de ingenieros alemanas llegó a la Argentina para analizar el segmento de las camionetas medianas. Así lo contó Carlos Cristófalo, editor de Autoblog.com.ar, hoy Motor1 Argentina, quien dice que se enteró de casualidad, aunque él sabe encontrar noticias donde nadie las "ve".
Un año después, fue el mismo presidente de Mercedes-Benz Argentina en ese momento, Roland Zey, quien reveló su interés por competir en el segmento. Lo hizo durante el lanzamiento del Clase A, en un evento en Puerto Madero. Esta no sería la primera incursión de la marca alemana en el rubro recordó, ya que lo había hecho entre 1971 y 1975 con la Serie 220 D, un plan del momento para sortear trabas aduaneras.
Volviendo a la Clase X, fue en 2015 cuando Nissan, Renault y Mercedes Benz hicieron oficial la asociación para fabricar tres pick ups. El acuerdo vinculaba a un producto con larga trayectoria en el rubro, como es la Nissan Frontier, con otras dos nuevas: Renault Alaskan y Mercedes Benz Clase X.
Recuerdos del anuncio
La alianza entre las tres marcas fue anunciada con bombos y platillos y retumbó especialmente en la Argentina, ya que una de las plantas donde estos dos nuevos modelos, más el conocido de Nissan, verían la luz por primera vez en la historia, era en Argentina.
El lugar elegido era Córdoba, en la fábrica de Renault, en Santa Isabel. Recuerdo el encuentro con el entonces presidente y CEO de la Alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, en el ministerio de Relaciones Exteriores, ubicado en Esmeralda al 1200 de la Ciudad de Buenos Aires. Allí en 2016, rodeado de autoridades del gobierno del entonces presidente Mauricio Macri, confirmaba la inversión y la extendía de unos 600 millones a 800 millones de dólares.
La propuesta era completa: con el know how de la japonesa (Nissan), la capacidad instalada de la francesa (Renault) y la larga trayectoria en vehículos comerciales de la alemana (Mercedes Benz, se pensaba dar vida al mejor proyecto de los últimos tiempos.
Las especulaciones fueron tal que el anuncio trascendió a las propias marcas e impactó, para bien, en el mercado local. Argentina se posicionaba como uno de los polos productivos de camionetas más importantes del mundo, con seis modelos fabricados en el país (Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Ford Ranger y las tres nuevas). Esta decisión también favorecía la instalación de proveedores locales y el incremento en la integración de cada uno de los modelos con piezas locales.
Primeras pasos y dudas
La magia duró poco tiempo. Tras la inversión confirmada para Santa Isabel, momento en el cual Nissan se convertía al mismo tiempo en una terminal local, sumándose a Renault y Mercedes Benz que ya producían en el país, las cosas comenzaron a complicarse. Y especialmente, fue como una especie de novela "De amor y de sombras", como tituló Isabel Allende, la que terminó por explotar de la peor forma.
La primera marca que puso manos a la obra fue Nissan, y en 2018 se lanzaba al mercado la Frontier Argentina. Un gran paso para la automtriz que lograba, de esta manera, fortalecer su presencia en el país con una pick up que es líder en muchos mercados, pero que no se conocía tanto a nivel local. La Frontier se lanzó y desde entonces no paró de crecer en ventas, hoy la cuarta más vendida en el segmento de las medianas.
Mientras tanto, se esperaba que Renault lance la Alaskan, pero la marca de llamó a silencio por varios meses hasta admitir que el plan estaba en "stand by". Sí, la marca que cedía sus instalaciones para el mega plan, ponía un freno, aunque seguía en proceso su idea.
En medio de idas y vueltas, Mercedes Benz, a fines de 2018, dijo que "cancelaba el proyecto de fabricación de la Clase x en Argentina, y solo seguiría en Barcelona, España". La decisión fue un balde de agua fría para concesionarios, clientes y hasta para los mismos competidores. La Clase X ya estaba reservada y hasta había planes de ahorro suscriptos por ese modelo (que se reemplazaron por Sprinter).
¿Qué pasó?
Nunca hubo una versión oficial sobre la decisión de Mercedes Benz de cancelar su proyecto en la Argentina, aunque todo hizo ver que alemanes y japoneses no se pusieron de acuerdo en cuestión de plata, especialmente por los altos costos que imponía Nissan.
Lo cierto es que, con el producto listo para salir a la calle, con varias presentaciones a la prensa especializada alrededor del mundo, y hasta con los test hechos por periodistas argentinos en Chile, la marca no dudó en decir basta. Algo inédito en la industria automotriz, porque si bien muchos concept car quedaron en lista de espera, nunca sucedió algo así con un vehículo terminado, listo para salir a la calle, como pasó con la Clase X.
Lo peor de todo, y que todavía se comenta entre los fanáticos del rubro, es que esta camioneta tenía muy buenos augurios, y hasta se la posicionaba, antes de nacer, como el modelo que destronaría a la Toyota Hilux, la más vendida.
Los argumentos son varios, uno de ellos, que la marca sabe de vehículos comerciales, fabrica en el país la Sprinter y algunos camiones, siendo líder tanto en vans como en algunos segmentos de los pesados. Además, la planta de Virrey del Pino, donde produce, también era un buen centro para gestar la camioneta si algo fallaba en Córdoba, algo que nunca se evaluó, o por lo menos, no se comentó.
Daños colaterales
Tras la decisión de la alemana, Renault quedó estupefacta y sumida en el silencio, por lo cual, todo hizo pensar que seguiría el mismo camino. Hubo muchas dudas e incertidumbres, pero finalmente se lanzó en 2020, en plena pandemia, y hoy está creciendo muy bien en su categoría.
Mercedes Benz no habló más del tema, y algunos rivales respiran contentos que nunca llegó a ser realidad. "Un competidor menos", dijo un alto directivo de una marca cercana. A fines de 2020 se dejó de fabricar también en Barcelona, donde sobrevivía con más dudas que certezas.
Algunos, mientras tanto, sueñan con que la Clase X vuelva a ser una realidad. Era llamativa, con esa estrella en el centro de su parrilla que le daba prestigio. Quizás con el tiempo, la nueva estrategia de Mercedes Benz que hoy opera la división de Autos por un lado y la Comercial por el otro, sumado al éxito de las camionetas en todo el mundo, la pick up vuelve a gestarse.
Lo cierto es que hoy es una anécdota de hechos pocos comunes en la industria automotriz, la cual trabaja con planificaciones muy extensas, quizás poco viables para un país como la argentina, donde el largo plazo no existe.