Estos son todos los autos 0Km que subirán de precio en diciembre por cambios en el impuesto interno
La base mínima imponible del impuesto interno que afecta a diferentes modelos de 0Km sufrirá a partir del 1 de diciembre una nueva actualización, la cual regirá hasta fines de febrero.
De acuerdo a la tabla que dará a conocer la AFIP, la base tributaria tendrá un aumento del 8,8%. Esto indica que los vehículos que superen los $3.430.000 de precio al público deberán pagar la primera alícuota de 20%; mientras que los modelos con valores superiores a $8.600.000 estarán alcanzados por la segunda escala, del 35 por ciento.
La modificación, que se realiza cada tres meses, permitirá a varias automotrices que, aquellos vehículos que tienen un freno para que no los alcance el tributo y que actualmente tienen un valor que no supera los $3.100.000 (incluso hay varias versiones de un mismo modelo con el mismo valor) puedan extenderse hasta un nuevo límite.
De esta manera, se espera que a partir de diciembre haya más subas en los precios de los 0km de las marcas masivas, ya que el gravamen que en su principio fue pensado para frenar la venta de autos de alta gama, hace rato dejó de afectar solo a esas unidades y hoy es un problema para todas las compañías. De hecho, mientras que en un principio el temor era que el impuesto afecte al segmento mediano de autos de pasajeros y SUV, hoy la mira está centrada en la categoría de los más chicos y cómo hacer para que esos modelos no paguen el impuesto.
Por otro lado, la modificación provocará que la suba de los precios de los 0km en 2021 se incremente aún más, la cual acumula entre enero y noviembre incrementos que llegan al 70 por ciento.
Los cambios que se vienen
Son varios los modelos de 0km que podrían dar un salto a partir de diciembre, cuando se publiquen los nuevos listados de precios oficiales.
Tomando como referencia los valores de noviembre, se observa que muchos modelos tienen el mismo valor pero en diferentes versiones, lo que deja entrever que hay una política de frenar los incrementos para que no los afecte el impuesto.
Esta medida fue tomada por varias marcas desde que este gravamen aumentó en 2014 y aún la conservan: por ejemplo Peugeot y Citroën, por política interna, no afectan ningún modelo de producción nacional. Lo mismo hace Chevrolet, por el momento. Y también esta decisión se aplica en muchos casos a los autos y SUV chicos, donde se trata de no saltar la barrera.
Hay muchos ejemplos de "tope" ficticio, como se observa en tres marcas de Stellantis: Peugeot y Citroën (ex PSA) y Jeep (ex FCA).
Un caso es con el Citroën C4 Cactus. Este SUV importado de Brasil se ofrece en 11 tipos de configuraciones, de las cuales 9 tienen un precio de 3.046.700 pesos. También el Citroën C4 Lounge, que se fabricaba en el país y que fue discontinuado hace unos meses (todavía quedan algunos en stock), tiene la misma política: tres de las cuatro versiones salen lo mismo, unos 3.046.700 de pesos.
En el caso de Peugeot, la decisión se aplica al 208 de fabricación nacional. Disponible en 7 versiones, cuatro de ellas están topeadas en el mismo valor de 3.046.700 pesos, mientras que el 2008, que es importado de Brasil, se ofrece en 4 versiones, dos con el mismo valor y la cuarta alcanzada por la primera escala del gravamen.
En el caso de Jeep, donde se intenta mantener una versión más accesible es en el caso del Renegade, donde dos versiones están en $3.100.000 y la tercera supera los 5.900.000 pesos, es decir, está alcanzada por el impuesto y lo supera ampliamente. El cambio, a partir de diciembre, seguramente se dará en las dos versiones de entrada de gama.
Otro caso para tener en cuenta es Chevrolet. La marca que fabrica en el país el Cruze, ofrece este modelo en tres versiones que van entre $3.000.000 y $3.200.000, rozando el impuesto. A partir de diciembre, los valores seguramente se incrementen.
En el caso del Chevrolet Onix, que es el auto más chico de la marca y se importa de Brasil, son seis versiones, y la tope de gama, llamada Premier, tiene un precio de $3.150.000, lo cual indica que podría tener otro ajuste. Por otro lado, donde sí dieron el salto, es con el SUV más chico, Tracker: 3 versiones promedian los $3.100.000, mientras que la full está en 4.628.000 pesos.
En Volkswagen, el Virtus, un auto chico con baúl, tiene dos versiones freezadas en $3.133.000, mientras que la GTS más deportiva superó los 4 millones de pesos. Por otro lado, los SUV chicos como Nivus y T-Cross, también ya sufren el impacto del impuesto interno.
En Renault, la estrategia más clara de congelamiento de precios se ve con el nuevo Duster, que de las ocho versiones, siete salen 3.118.000 pesos. De todos modos, es un vehículo que está en falta en el mercado, y no se sabe aún cuando podrán regularizar las entregas.
Por último Toyota, que produce en el mercado local la Hilux (por ser utilitario no paga impuesto) y SW4, aplica a el SUV el impuesto interno y también afecta otros modelos importados, como es el caso del Corolla.
Cambios históricos
El impuesto interno a los autos comenzó a "sonar" en 2008, en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, pero fue en 2014 cuando se decidió aumentarlo y que sea una traba para los autos de alta gama, que en 2013 habían sido un boom en ventas. Entonces, los importados Premium sufrieron un fuerte incremento de precios que los dejó prácticamente fuera de juego.
Así, los cambios se fueron notando en el valor en dólares de los autos, calculados actualmente en tipo de cambio blue, ya que no hay acceso al dólar oficial.
De esta manera, mientras que en 2008 pagaba tributo un auto con un precio en dólares de u$s61.844, y la alícuota era de 10%, en 2014 se desdobló la escala y la incrementó. La primera pasó de una alícuota del 10% al 30%, que implicaba un aumento de los precios del 43%. A su vez sumó una alícuota del 50% que subía el valor de los 0km un 100%. Entonces empezaron a pagar el tributo en dos escalas, considerando un auto de lujo aquel con un precio de 47.000 dólares promedio, mientras que la escala más baja afectaba a los vehículos con un valor de 28.000 dólares.
El ex presidente Mauricio Macri, en 2015, prometió eliminar el impuesto, aunque no lo hizo. Finalmente, tras varias idas y vueltas, en 2017 el impuesto afectaba a vehículos con un precio de u$s61.000 en su escala máxima y u$s29.000 en la más baja.
Hoy, con un tipo de cambio blue que promedia los $200, con una inflación que no para y con una base mínima imponible que no se actualiza lo suficiente, un auto paga impuesto interno desde los 17.000 dólares.