Planes de ahorro: 35.000 personas pagaron las 120 cuotas y no les entregan los autos
Los planes de ahorro son, desde hace mucho tiempo, una de las formas de vender un vehículo 0km que más conflictos y comentarios genera.
Aumento elevado de las cuotas y cambios de modelos por otros que no se habían elegido son algunos de los principales problemas, a los cuales se suman ahora la falta de entrega porque las automotrices no tienen stock de 0km y la falta de semiconductores, por una falla a nivel mundial.
En el primer caso, lo que perjudica al sector son las trabas a las importaciones, ya que el gobierno limitó la cantidad de dólares que entregan a las automotrices para que puedan operar y traer autos del exterior. Las SIMI dependen del ministerio de Desarrollo Productivo y la firma para las importaciones de autos está a cargo del secretario de Industria, Ariel Schale. Sin embargo, después de las PASO ese control pasó a ser monitoreado también desde la secretaría de Comercio Interior.
En el segundo caso, no hay suficientes chips, fabricados por pocas empresas en todo el mundo y que llevan tanto los autos como otros productos tecnológicos, lo que retrasa la producción. La demanda de este insumo aumentó durante la pandemia porque se multiplicó el uso de tecnología en el hogar y crecieron las ventas de muchos productos.
A todo esto se suma que varias marcas no pueden cumplir con las entregas de las unidades vendidas por plan de ahorro, aún con gente que ya pagó las 120 cuotas, a quienes le responden que no hay unidades para cumplir con lo pactado.
La cantidad de unidades ya adjudicadas dentro de este sistema supera las 35.000, según Clarín. Para tener una idea, durante el mes pasado fueron patentadas 31.700 unidades: el stock acumulado de planes sin entregar superaría así un mes de ventas totales en la Argentina.
Una consecuencia de esa sequía viene ocurriendo hace más de un año, con demoras en las entregas y sobreprecios entre las listas que difunden las automotrices y las cifras reales que se negocian. Un recorrido por las ofertas de Mercado Libre arrojan en algunos modelos -no todos, vale aclarar- sobreprecios que van de los 300.000 pesos a $1 millón.
Otra consecuencia que está generando la acumulación de pedidos de vehículos sin resolver encierra además un riesgo legal: la entrega fuera de plazo de los autos comprados a través de los planes de ahorro, el único sistema de venta directa al consumidor que las automotrices administran de manera directa.
"Una terminal dispone, en promedio, de 50 días hábiles para entregar el vehículo antes de que se le venza el plazo legal", explicó el gerente de una concesionaria de Fiat. "En algunas marcas, esos plazos ya están vencidos en más de tres meses", agregó.
En las terminales automotrices no quieren dar muchos detalles sobre este tipo de demoras, ya que se trata del único negocio donde las fábricas son las vendedoras directas. En un plan de ahorro, cualquier reclamo legal por parte del comprador termina en la sociedad administradora, propiedad de las fábricas.
Varias fuentes de las concesionarias, que tallan en el mercado de la compra/venta de esos planes, confirmaron la magnitud de los retrasos. "La deuda acumulada en algunas marcas supera dos meses de ventas convencionales de esa misma marca", dijeron.
Por fuera de los planes de ahorro las ventas representan alrededor de 65/70% de las operaciones y las demoras también son extensas. Según esta entidad, a causa de estas demoras, para este año las cifras de venta de vehículos cero kilómetro podrían ser 100.000 unidades menos de las que habían previsto a comienzos de año.
"La proyección anual, según las ventas hasta octubre, es de unas 355.000 unidades", señala el informe "Mercado argentino 2021" que la entidad difundió el sábado ACARA. A comienzos de año, los concesionarios agrupados habían proyectado un 2021 con ventas por 450.000 unidades. En promedio, las marcas tienen un stock de venta disponible equivalente a 1,8 meses, cuando en condiciones de mercado normales ese inventario suele ser de entre dos y tres meses.
El trabajo destaca la la mayor participación de vehículos nacionales en la oferta, que hoy representa un 47% de las ventas totales. Pero si bien esa mayor participación ayuda a que salgan menos dólares (en los últimos años, la participación de los vehículos importados en la oferta total osciló entre 60 y 70%), lo cierto es que la cantidad total de unidades de fabricación local no llega a cubrir la demanda.
Según datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), a causa de la segunda ola del Covid y por crisis de los chips, este año se fabricarán 400.000 unidades en vez de las 440.000 que estaban previstas. Y hay que tener en cuenta que 60% de esa producción se exporta. Al mercado interno le quedan menos de 200.000 unidades locales.
"Es verdad que los dólares son prioritarios para la macroeconomía, pero en este momento nuestra balanza de autos con Brasil es positiva", agregaron desde ACARA. "Este año a Brasil las automotrices locales le van a exportar 230.000 vehículos con un precio FOB promedio de 25.000 dólares, y van a ingresar desde allí 180.000 unidades con un precio mucho menor, de 15.000 dólares promedio", dijo.