Los repuestos de autos cotizan a "precio Dubai": hay que pagar hasta $80.000 por un neumático y $50.000 por una óptica
El mantenimiento de un auto es un gasto cada vez más difícil de sostener en las familias, con un promedio mensual que supera los $20.000. Pero a los gastos tradicionales, como patente, seguro y service, se sumaron ahora los incrementos de precios de un largo listado de repuestos y accesorios que muchas veces sufren desperfectos y se deben reparar.
Se trata de neumáticos, cristales y parabrisas, ópticas o espejos retrovisores. Lo que hace menos de un año era un gasto más liviano para los bolsillos, hoy representa más que un salario medio mensual.
La suba viene de la mano del incremento elevadísimo que han tenido los precios de los 0km en pocos meses, y que tiene que ver con la situación de la economía en general y del sector automotor en particular.
"La suba es consecuencia del contexto económico que vive el país", explican en una casa de repuestos. "inflación, bajo nivel de stock y trabas a las importaciones generaron una mayor demanda que oferta, y eso se traduce directamente a precios", agregó.
El problema es tanto para consumidores como para autopartistas, quienes vienen sufriendo, en el último tiempo, una importante pérdida de competitividad.
"En las autopartistas hay muchos subsectores, donde la situación es heterogénea. Está el rubro de insumos químicos, vidrios, textil, metalúrgico, y cada uno tiene restricciones diferentes en abastecimiento. Pero sí está claro que hay trabas a las importaciones, y el contexto genera suba de costos y pérdida de competitividad, productividad y rentabilidad", explicó Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fabricas Argentina de Componentes (AFAC).
"Si no contás con materia prima y quedan máquinas paradas, o no tenés personal porque mucho fue dispensado por la pandemia, perdés eficiencia y competitividad, de modo que siempre alguien pierde en la cadena: la empresa en su rentabilidad, o el consumidor por tener que pagar precios más caros", agregó el directivo.
Precios carísimos
El impacto de todos estos problemas en el precio de repuestos y accesorios es importante. Uno de los ítems que más se encareció en los últimos meses fue el de los neumáticos. Los mismos se incrementaron más de 100%. Por ejemplo, un modelo para la Fiat Toro, pasó de $12.000 el año pasado a $32.000 este año.
Los valores cambian de acuerdo al tipo del rodado y la marca pero, en promedio, los precios asustan: un neumático para una pick up 4x4 ya alcanza un valor de $80.000.
En el caso de los parabrisas también tienen un alto costo. El precio promedio ronda los $45.000, siempre que se trata de un auto de entrada de gama. En este caso, generalmente los seguros cubren un cambio por año, pero no más que eso.
Las ópticas, muy fácil de romper con cualquier toque en un descuido, y los espejos retrovisores laterales, también tienen valores exorbitantes.
Por ejemplo una óptica de un Toyota Yaris tiene un precio de $50.000. En el caso de un Peugeot 408, una óptica trasera orilla los $43.000, mientras que para el modelo 2008 ronda los 32.500 pesos.
En el caso de los espejos retrovisores, también muy proclives a los golpes y a las roturas, tambien hay que preparar el bolsillo: arranca en $16.000 para el auto más barato del mercado, el Fiat Mobi, y llega a los $200.000 para un auto importado, como un Audi Q3 o un BMW Serie 5.
Si lo que hay que cambiar es un paragolpe de un modelo de gama media, como un Peugeot 408, entonces hay que desembolsar unos $60.000 en la tienda oficial de la marca.
Contemplando detalles que no son esenciales, también hay precios que se fueron por las nubes. Por ejemplo, los sensores de estacionamiento delantero de un auto medio, que supuestamente no los traiga de serie, salen $23.000.
Trabas al sector
Son varios los factores que están golpeando a las autopartistas y que se arrastran desde 2020.
"El año pasado, cuando llegó la peor etapa de contagios del Covid-19, se entró en una crisis de oferta y demanda. Sobre fin de año se empezaron a reabrir las actividades y se recuperó el mercado, proyectando un incremento de 25%", comentó Cantarella.
"Con estos cambios aparecieron los problemas de oferta, y si bien son buenas las perspectivas de la demanda, el problema es como hacer frente a ella", comentó Cantarella.
En cuanto a las trabas para importar, son varias. "Tenemos varias restricciones, hay problemas globales, como el abastecimiento de semiconductores, que son esenciales para la electricidad de todos los vehículos; además de las restricciones con materia prima, más a nivel local, como los aceros redondos", comentó Cantarella.
A esto se suman los problemas con la logística de comercio exterior, dificultades en otros mercados (también por la pandemia), y la oferta para la mayor demanda genera un gran interrogante. "Hoy, por ejemplo, hay dos terminales que tienen una demanda de partes superior a lo programado para producir, con tal de asegurarse stock", explicaron fuentes del sector.
Una mano para el sector
Mientras buscan sobrevivir y aumentar la producción aprovechando la demanda, se espera que las nuevas medidas del Gobierno Nacional impacten, de forma directa o indirecta, en las empresas autopartistas y terminales.
Recordemos que la industria automotriz genera cerca de 130.000 empleos privados formales, representa alrededor del 7% del PBI industrial y exporta por casi u$s4.500 millones. Según fuentes oficiales, en los últimos meses, ha mostrado claras señales de recuperación y niveles de producción que superan los de pre-pandemia, con una suba en enero de 17% interanual.
De esta manera, las medidas, impactan de forma directa a través del proyecto de incentivo a las inversiones, tanto de vehículos como de autopartes; y de forma indirecta con la alícuota del derecho de exportación, que es para autos terminados pero indirectamente llega a las autopartistas.
La decisión consiste enbajar a cero las retenciones para las exportaciones de autos que superen el nivel del año anterior. Es decir, se estableció para 2021 que exportaciones incrementales de la industria automotriz no pagarán derechos de exportación. Desde el plano fiscal, el Gobierno busca mantener durante este año los derechos de exportación en el mismo nivel que en 2020, pero accedió a desgravar las exportaciones que superen esa marca.
En 2018, los productos estuvieron alcanzados por una alícuota de 12%, con un límite en pesos argentinos de $3 por cada dólar exportado. Ese sistema implicaba en su inicio una alícuota efectiva del 8%. Durante 2019 y 2020, las alícuotas efectivas abonadas fueron, en promedio, del 6% y 4,5%, respectivamente.
El nuevo esquema apunta a no aumentar la alícuota pagada durante 2020 (que se mantiene en 4,5%) y llevar a 0% lo abonado por las exportaciones incrementales", sostuvo el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias, durante la presentación del proyecto.
Por otro lado, el proyecto de ley genera una serie de incentivos para promover inversiones, en pos de que Argentina pueda modernizar y volver más competitiva su industria.
Para las inversiones habrá saldo de libre disponibilidad de los créditos generados por el Impuesto al Valor Agregado para aplicar contra impuestos nacionales y amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias para los bienes muebles en tres cuotas anuales, iguales y consecutivas y en el caso de las obras de infraestructura, como mínimo en la cantidad de cuotas anuales, iguales y consecutivas que surja de considerar su vida útil reducida al cincuenta por ciento (50%) de la estimada.