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Por qué el velocímetro del auto no marca la velocidad real

Ya sean analógico o digitales, los velocímetros marcan una velocidad mayor a la real. Cuáles son las razones para que funcione de esa manera
19/12/2020 - 13:11hs
Por qué el velocímetro del auto no marca la velocidad real

Quien alguna vez haya hecho la prueba con un GPS manual, o por ejemplo con Waze, se dará cuenta que la velocidad que marca el velocímetro del tablero de instrumentos difiere de la del dispositivo electrónico o app.

Ya sean analógico o digitales, los velocímetros marcan una velocidad mayor a la real. No importa la marca ni el modelo del vehículo, ningún velocímetro puede marcar una velocidad inferior a la real. Este es un requisito legal que está asumido por la industria, y que está ligado directamente a la seguridad vial.

La explicación es sencilla. Hay que tener en cuenta que si el velocímetro muestra la velocidad real o menor, es probable que el conductor intente pisar el acelerador en algún momento. Ahora, si la aguja indica una velocidad mayor a la real (como sucede) ese deseo querer ir un poco más rápido queda parcialmente inhibido.

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Se trata de un requisito legal que está asumido por la industria, y que está ligado directamente a la seguridad vial.

Demandas

Además de ir más seguros, y sin posibilidades de recibir una multa por exceso de velocidad, las marcas evitan posibles demandas en su contra. ¿Cómo es esto? Imagínense qué pasaría si en un tramo de autopista de 130 km/h de máxima ocurre un accidente y el velocímetro de uno de los autos implicados queda clavado en 128 km/h (dentro del límite), pero cuando en realidad circulaba a 137 km/h. El problema para esa automotriz sería gravísimo.

Este margen de error está regulado bajo leyes internacionales de fabricación. Por ejemplo, los vehículos de marcas japonesas y estadounidenses se rigen por el estándar J1226 de la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE, en inglés). Esta normativa acepta una alteración del 4% en el velocímetro.

Lo mismo para Europa con la Regulación 39 del artículo 5.3 que establece que "la velocidad indicada no deberá ser inferior a la velocidad real del vehículo". En el Viejo Continente el margen de error puede ser de un 10%, más 4 km/h. Es decir, que un auto que realmente circula a 110 km/h podría exhibir en su velocímetro una velocidad de 125 km/h.

Los antiguos velocímetros mecánicos constaban de una esfera y una aguja, un cuentakilómetros y un cable que iba haciendo girar el conjunto a un ritmo variable, en función de la velocidad de giro de las ruedas.

Su calibración se calculaba en función del tamaño de los neumáticos, desarrollo de la caja de cambios y diferenciales.

Sin embargo, con el tiempo, además de ir aumentando los desfasajes, era común que la aguja mostrara una oscilación cada vez más notoria, impidiendo que el conductor supiese si circulaba a 40 o 60 km/h. Incluso, en algunos quedaba directamente en 0 km/h si se cortaba el cable o se trababa algún rotor intermedio.

En cambio, los vehículos modernos usan un sensor que se ubica en la transmisión y forma parte de un sistema electrónico que mediante impulsos eléctricos manda una señal hasta el indicador. Cuanto más rápido gire la transmisión del vehículo, más impulsos eléctricos serán enviados y más velocidad indicará el cuadro de mandos.

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