Ford Falcon: a 61 años del nacimiento de un gran hito de la industria automotriz
Hay autos que quedaron grabados en la historia de la industria global, y más allá de tener amantes y enemigos por ser fanáticos de una u otra marca, su trascendencia va más allá de todo.
Este es el caso del Ford Falcon, un modelo que cambió la historia del sector y que se convirtió en un gran símbolo de éxito en la vida de Ford Company.
El Ford Falcon nació el 1 de septiembre de 1959, presentado en una exclusiva conferencia de prensa en Estados Unidos. Desde ese entonces, pasó diferentes transformaciones y cambios, pero nunca perdió la esencia.
Su importancia fue tal que fue presentado en sociedad por el hijo de Henry Ford el 1 de septiembre de 1959, en la primera conferencia de prensa por circuito cerrado de televisión de los Estados Unidos.
En sus orígenes, este modelo fue pensado como un auto económico y compacto. Así fue como pasó sus primeros años de vida ofreciéndose con una amplia gama de carrocerías: sedán y rural de dos y cuatro puertas respectivamente, cupé sin parantes, descapotable, rural tipo furgoneta y camioneta Ranchero. De esa forma el nombre Falcon terminó relacionado a una amplia gama de productos.
Por qué se gestó
El nacimiento del Ford Falcon tiene otras causas importantes y que hicieron que Ford dedique gran parte de su tiempo a pensar en un modelo de estas características.
Lo cierto es que, en esa época, la automotriz del óvalo necesitaba un producto para hacerle frente a otros gigantes como Chrysler y General Motors, y el resultado fue el esperado.
Con el Falcon logró superar ampliamente a la competencia; sin embargo, en 1971 decidió suspender su producción e hizo foco en nuevos modelos.
Sin embargo, el éxito conseguido en Estados Unidos no se interrumpió en su totalidad, sino que la marca decidió trasladar este importante producto al sur.
Así fue como en la Argentina, el Ford Falcon fue lanzado en febrero de 1962, pensado para tener una corta duración de vida. Lejos de estas predicciones, la historia de este modelo fue más allá de lo pensado, y su producción continuó en la planta que posee la automotriz en General Pacheco, en la provincia de Buenos Aires, hasta el año 1991.
En todo ese período, la marca se consagró y se vendieron más de 400.000 unidades, un número relativamente alto para un auto durante esa época del país.
Con el tiempo, el auto fue perdiendo su esencia norteamericana para convertirse en un ícono argentino. La línea de montaje de Pacheco se llenó de componentes íntegramente nacionales y fue transformando su techo, luneta, parantes y panel de instrumentos.
Es además, el auto más venerado de la marca debido a su robustez y dureza mecánica, además de ser el auto más exitoso en la categoría Turismo Carretera. Actualmente los fanáticos de la marca siguen acompañando al Falcon en cada carrera, y algunos propietarios los retocan a fin de darles un toque personal, o bien para mantenerlos como objetos de colección, en perfecto estado de conservación.
Así, el Falcon se recuerda hoy como un auto lleno de historia, otro de Ford que no pasa desapercibido.