Venta de autos arrancó febrero con una fuerte caída y complica las proyecciones anuales
La venta de autos no tuvo el mejor arranque en 2020, al punto que enero mostró el registro más bajo de los últimos 16 años. A esta realidad se suma que, el mes en curso, anticipa una caída de los patentamientos aún mayor de la esperada, lo cual preocupa tanto a las automotrices como a los vendedores.
De acuerdo con las operaciones cerradas hasta el 11 de febrero, se vendieron en promedio unas 6.500 unidades. Este número indica que, por día, con ocho jornadas hábiles, se patentaron apenas 800 autos.
Si esta cifra se compara con febrero del año pasado, cuando se comercializaron 39.825 unidades en todo el período, el promedio de ventas diarias evidencia una baja por encima del 60%, porque las operaciones en ese entonces fueron de 2.000 autos.
"Los parámetros que tenemos en cuenta no nos permiten tener buenos augurios, ni siquiera comparado con enero de este año, que fue el peor de la década", comentaron desde la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA).
Según datos de la entidad, en el primer mes del año se patentaron 44.717 unidades con 17 días hábiles, es decir, un promedio de 2.600 vehículos diarios.
Si bien en muchos concesionarios explican que lo de enero se trató de una cuestión estacional, porque cientos de operaciones son postergaciones del año anterior (la gente espera para patentar su vehículo como nuevo modelo), en 2020 son múltiples las preocupaciones que alteran y complican las expectativas.
Por qué caen las ventas
Para las automotrices, hay varios aspectos que provocaron el derrumbe de los patentamientos y que afectan las proyecciones hacia adelante.
"Seguimos transitando meses con números negativos, situación que seguramente continuará hasta junio porque se compara contra lo que fue el mejor primer semestre de la historia", dijo Dante Álvarez, presidente de ACARA.
"Tenemos un mercado con financiación prácticamente inexistente, algo que para nuestro sector siempre ha sido clave. Habrá que ver en la segunda mitad del año con qué realidad nos encontramos", agregó.
En uno de los concesionarios más importantes de la Ciudad de Buenos Aires también explicaron que, si bien el mes pasado fue el peor en mucho tiempo, febrero no promete mejoras.
"En los primeros días prácticamente no entró gente al local, y la semana próxima ya sabemos que habrá menos movimiento porque empiezan los planes por el fin de semana largo del Carnaval. Eso, al mismo tiempo, nos deja con menos días hábiles para vender", explican.
Consultado sobre los factores que más preocupan a la hora de pensar en reactivar la industria, el gerente de otro grupo automotor importante dijo que lo primero es la incertidumbre que hay en los consumidores, que después de algunas semanas que parecía haberse disipado, hoy está nuevamente instalada en los argentinos.
Esto hace que las decisiones de compra se posterguen o que pasen a un segundo plano.
El otro elemento que preocupa es que los precios de los autos siguen aumentando, y llegar a un 0Km implica desembolsar, en promedio, 1 millón de pesos para un vehículo del segmento de entrada de gama.
"Modelos como el Ford Ka, el Volkswagen Up o Chevrolet Onix, que son parte de los hatchback B con nivel de equipamiento básico, arrancan en los $700.000, lo que muestra que cada vez es más lo que hay que ahorrar para llegar a comprarlo", aclaró un vendedor.
Además de este incremento natural de los 0Km, impulsado por la devaluación (la mayoría de los modelos son importados y están en dólares), también afectaron a la industria los cambios en el impuesto interno, el cual llegó a impactar hasta en modelos del segmento medio, o los dejó al borde del abismo.
En consecuencia, como sucedió en 2014, se empezaron a "topear" los valores de algunos autos para evitar el pago del tributo, lo que sería "tapar el sol con la mano", porque en algún momento tendrán que actualizarse.
Además, esta decisión no es gratuita. Como contrapartida, la suba de los autos del segmento mediano le permitió a los que están un escalón más abajo trepar un poco más porque son, de todos modos, opciones más accesibles.
Autos sin financiación
Si las ventas al contado son difíciles de concretar, porque los clientes tienen pocos ahorros, y si los tienen en dólares prefieren atesorarlos, los créditos y planes de ahorro también dejaron de ser una herramienta al alcance de la mano.
En el caso de los préstamos, las tasas de financiamiento son muy elevadas, salvo algunas excepciones puntuales que lanzan las terminales a modo de promoción, con plazos que no superan los 12 meses.
Los planes de ahorro son actualmente la peor decisión que alguien puede concretar, ya que las cuotas sufren mensualmente los ajustes por el incremento del valor del auto, lo que llevó a que muchos suscriptores tengan que pagar cuotas tres veces más caras en pocos meses.
Por otro lado, si bien algunas compañías todavía mantienen los descuentos y bonificaciones, el alto precio de los vehículos los convierte en inalcanzables. Por ejemplo, un Volkswagen Gol Trend arranca en $1.019.000 en febrero, tras el incremento de 2,5% sobre el mes anterior. Sin embargo, al contado, se pueden pagar 283.000 pesos menos.
El problema es que la suma que se debe tener en mano sigue siendo muy alta.
Los más buscados
En este mercado con una tendencia a la baja, y siguiendo los pronósticos a partir del promedio de ventas diarias de febrero, se puede anticipar que 2020 cerrará con números por debajo de los 400.000 autos.
Sin embargo, en enero, cuando todas las automotrices presentaron sus modelos y anticiparon lanzamientos en Cariló, se mostraron en cierta forma un poco más optimistas, teniendo en cuenta que la situación podría encarrillarse en la segunda mitad del año.
Los elementos que favorecen esta teoría se sustentan en fortalecer los modelos más vendidos del mercado y los que mueven la aguja de los patentamientos, que actualmente son las pickups, porque no tienen impuesto interno, y los SUV del segmento B, que reemplazaron a los autos chicos.
Si bien estas categorías también caen mensualmente, son los vehículos que más resisten al contexto: las camionetas, además, cuentan con un buen pronóstico del campo.
En el caso de los SUV, es porque son los vehículos de moda y ganaron terreno al resto de los modelos, especialmente a los sedanes y los medianos.
Como resultado, en enero, 10 de los autos más vendidos del país fueron pickups. Y se dieron también importantes subas en las operaciones de compra de los SUV, como sucede con el Nissan Kicks, que creció más de 20 por ciento.
Quienes también tendrán que aprovechar este momento de baja de ventas de 0Km son los usados, especialmente los seminuevos.
Mientras toda la gama de vehículos comienza a ordenarse, aquellos autos que tienen unos años de antigüedad tardan más en ponerse al día. Por eso, en los primeros meses del año, se podrán cerrar buenos negocios aprovechando los seminuevos que aún no cambiaron sus valores.
Medidas de fondo
En los concesionarios y las automotrices consultadas reina la preocupación. No hay forma de encontrar optimismo, aunque ninguna marca ha cancelado los lanzamientos previstos.
Sin embargo, coinciden en que hacen falta medidas de fondo para salir adelante.
Según un informe de Invenómica, "la escasa capacidad de crecimiento del mercado local de vehículos no es únicamente consecuencia de factores asociados a la capacidad adquisitiva, a la falta de financiamiento, a los costos de mantenimiento o a las expectativas del consumidor".
"Hay una cuestión de fondo y es que, con la actual estructura productiva y de comercio exterior de autos, y aun produciendo más vehículos, un aumento en las ventas repercutirá directamente en una mayor salida de dólares del país. Y no es un dato menor, en una economía que sufre de restricciones externas y que tiene hoy una escasez manifiesta de dólares", puntualizó.
De esta manera, la realidad es que no se soluciona el negocio únicamente fabricando más autos localmente y exportándolos, "debido a que, una fuente de pérdida de divisas es consecuencia de la importación de partes que utilizan las mismas automotrices nacionales", comentan en Invenómica.
Una de las medidas es revisar el comercio con Brasil, replicar las propuestas financieras de ese mercado, que incentivan el desarrollo y la incorporación de mayor cantidad de componentes locales en sus vehículos, y exigir el cumplimiento en cada una de las empresas de los coeficientes de intercambio externo.
"Los cambios en la política automotriz, además de registrar el impacto directo sobre la balanza comercial, deben contemplar el dinamismo que el sector genera sobre el resto del entramado industrial y sobre el empleo, en el marco de un sector que está cambiando sus paradigmas con la incorporación de más tecnología y de nuevos jugadores internacionales, principalmente provenientes de la hi-tech", finaliza el informe.