INVESTIGACIÓN

La AFI subasta "La bestia" argentina, un SUV blindado importado en la "era Macri"

El vehículo ultra-blindado se importó en 2016, por un valor de 122.000 dólares. Ahora será rematado porque admiten que es muy caro en mantenimiento
AUTOS - 27 de Enero, 2020

La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de Mauricio Macri importó un vehículo al que denominaron "La bestia", el mismo nombre que utiliza el gobierno de EE.UU para movilizar a Donald Trump.

Se trata de un Jeep Grand Cherokee ultra-blindado que se importó en 2016, con factura a cargo de la AFI de 122.000 dólares. Luego se incorporaron otra Grand Cherokee y cuatros autos más, todos de fuerte blindaje, con altos costos de mantenimiento: por ejemplo, un cambio de neumáticos cuesta u$s5.000 y el recambio debe hacerse de manera mucho más frecuente.

Lo mismo ocurre con las pastillas de frenos y casi todos los repuestos. Incluso un leve toque derivó en un presupuesto de un millón de pesos de chapa y pintura.

La Bestia y otros 69 vehículos van a ser subastados por orden de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño.La Bestia pasó a ser usada por el amigo del presidente y entonces titular de la central de espías, Gustavo Arribas.

Para algunos, este lujo sirve para exhibirse ante las visitas de servicios de inteligencia de otros países, principalmente Estados Unidos. Además, quienes entienden de espionaje sostienen que es lógico que haya un vehículo blindado en la AFI, porque no se puede descartar que el jefe de la inteligencia sea un blanco para terroristas o narcos. Pero nada explica que haya seis autos blindados y menos todavía que dos de ellos sean camionetas de altísima gama, La Bestia y otro vehículo similar.La Bestia es de fabricación norteamericana pero se trajo al país desde Canadá. La importación se hizo con la camioneta ya blindada significó altísimos costos.

El macrismo trajo una segunda Grand Cherokee, también de altísima gama, pero se importó sin protección. Hubo que gastar 40.000 dólares en el blindaje. A esto se sumaron tres Ford Mondeo, también de alta gama, en los cuales se gastaron 31.000 dólares en cada uno para blindarlo.

Ahora, la intervención de la AFI, que encabeza Caamaño, decidió que se subasten todos los vehículos que no son adecuados para el trabajo de juntar información y preservar la seguridad del país. El plan de venta tiene como cabeza La Bestia, pero también serán vendidos otros 69 vehículos.

Habrá que ver ahora cómo se reorienta toda la acción de la AFI. Hasta ahora, gran parte de los movimientos estaban destinados a intervenir en las causas judiciales contra el gobierno kirchnerista, al tiempo que la central de espías se llenó de ex comisarios que se dedicaban al espionaje ilegal -intercepción de llamadas, cámaras ocultas y demás-- y seguimientos más relacionados con la política que con la seguridad del país, según Página 12.

En la época macrista se creó además el fantasma de la inteligencia militar, es decir que existía un aparato de espionaje creado en tiempos de César Milani, que a su vez espiaba a los titulares de la AFI. En su momento, Patricia Bullrich y Laura Alonso denunciaron que Milani tenía una inmensa estructura, pero ni ellas ni la justicia encontraron nada de nada. Sin embargo, también se usaron los autos para hacer seguimientos derivados de esta insólita interna.

Todo indica que más que una flota de autos dedicada a seguir anarquistas o un fantasmagórico aparato de inteligencia militar, hoy en día se requiere de tecnología para evitar, como ya ocurrió, el espionaje a la Casa Rosada, los ministros y hasta los artistas. O lo que está sucediendo a nivel internacional: la intervención clandestina en elecciones, participación extranjera en procesos políticos con falsas cuentas en las redes sociales; los peligros del terrorismo y la escucha de los diálogos entre mandatarios, como ocurrió con las conversaciones entre Lula y Dilma Roussef.La realidad de la AFI es que la Dirección de Contraterrorismo está desmantelada y lo mismo sucede en Contrainteligencia, con un asombroso crecimiento en estos cuatro años de los comisarios de la Federal y la Bonaerense, en lugar de personal entrenado y capacitado en materia de inteligencia y tecnología.

La actividad básica fueron operaciones en las que se gastaron cifras delirantes y todo volcado al espionaje ilegal o las maniobras de los D'Alessios, Fariñas y personajes semejantes. Eso sí, las cosas se hicieron en vehículos con todos los chiches.

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