Impuesto interno: cómo impacta en el precio de los autos tras la última modificación del año
A menos de un mes del cambio de gobierno, cada sector está atento a las medidas de último momento que puedan definir su futuro. Uno de ellos es el mercado automotor, que a partir del 1° de diciembre deberá hacer frente a una actualización del impuesto interno que impactará en los precios de los 0Km.
No es un tema sencillo y ha venido tensionando la relación entre el Presidente y la industria. Esto tiene que ver con que, en 2015, cuando Cambiemos llegó al poder, había prometido eliminar el gravamen. Pero nunca lo hizo.
Como contrapartida, con la devaluación del peso que se aceleró en abril de 2018 y una inflación que no se detiene, la base mínima imponible quedó desfasada y no se incrementó al mismo ritmo que el precio de los 0Km. De esta forma, fueron cada vez más los modelos afectados.
Los cambios que vienen
La decisión sobre cuál será el monto que se aplicará desde el 1° de diciembre hasta febrero de 2020 ya fue tomada. Ahora, según la modificación realizada hace días, serán afectados los modelos con un valor, antes de impuestos, de $1.831.084. Esto es, los que están a la venta al público con un precio de 2.600.000 pesos, aproximadamente.
Hasta noviembre, ese piso era de $1.626.763, que de venta al público terminaban siendo $2.300.000 aproximadamente.
En el sector automotor, especialmente entre los importadores que tienen valores en dólares, el cambio no fue bienvenido porque en los últimos meses los precios de los vehículos han sufrido severos ajustes, y son cada vez más los modelos que quedan cerca del impuesto. Es por eso que, según fuentes consultadas, esperaban un incremento mucho más alto.
El tema es que, cuando un modelo queda alcanzado por el gravamen, el incremento de precios, y en consecuencia de posicionamiento del producto para competir, altera los planes de las compañías. Por ejemplo, en septiembre, con la última actualización realizada, la Toyota SW4, de producción nacional, en un día aumentó en promedio un millón de pesos.
La otra situación que provoca esta medida es que muchas marcas deciden "freezar" el valor de los vehículos por un tiempo determinado para que no pasen la barrera. De esta forma, durante algunos meses, versiones con diferentes niveles de equipamiento tienen el mismo valor, hasta que llega el momento en que se hace imposible sostenerlo y dan el salto.
Al borde del abismo
Desde el arranque del año, el precio de los autos acumula subas que superan el 50%. Sin embargo, antes de finalizar 2019, cuando el nuevo decreto entre en vigencia, serán varias las marcas masivas que aprovecharán para ajustar los valores de algunos modelos una vez más. Así, romperán esa barrera que los contuvo hasta ahora y llegarán a un nuevo límite.
Algunas de las compañías que tienen modelos "topeados", palabra que nació a partir de este decreto, son Peugeot, Ford, Citroën, Chevrolet y Renault.
En el caso de Peugeot, los modelos que tienen un precio estancado son los SUV para el segmento mediano y grande, el 3008, 5008; y el 308 GT, su deportivo importado de Francia.
Los tres mantienen sus valores para que no los afecte el impuesto que rige a partir de los $2.300.000, pero desde diciembre podrán subir teniendo en cuenta que el límite estará en 2.600.000 pesos.
La prueba de que las marcas especulan con los precios es clara porque se ofrecen diferentes versiones, unas más equipadas que otras, al mismo valor.
En el caso del 3008, la versión GT Line Tiptronic, sale lo mismo que la Hdi Tiptronic, cuyo precio es de 2.287.000 pesos.
El 5008, por otro lado, ofrece tres versiones, las cuales tiene prácticamente el mismo valor a pesar del cambio de equipamiento. La 5008 Allure THP Tiptronic sale $2.278.300; la Allure Plus THP Tiptronic y la Allure Plus HDi Tiptronic tienen un valor de 2.287.000 pesos.
En Citroën, el modelo que conserva el mismo valor incluso en versiones diferentes es el Grand C4 Spacetourer. Se ofrece tanto en versión THP como HDi con equipamiento Shine, uno con caja manual y otro con automática, en 2.280.000 pesos.Por el lado de Volkswagen, son tres los modelos que hasta ahora mantuvieron los valores "topeados", y que en diciembre podrían dar un salto.
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En el caso del Tiguan Allspace, se diferencian los valores en el nivel de equipamiento de entrada de gama, que es el Trendline, y el que sigue que es Comfortline, los cuales aumentaron 10% de octubre a noviembre.
Luego, están el Tiguan Allspace Comfortline DSG con Techo Solar Panorámico; el Highline DSG y el Highline TDI a $ 2.315.700, sin incrementos de un mes al otro. Lo mismo sucedió con el Vento GLI, que mantiene su valor en 2.315.700 pesos.
En Chevrolet, uno de los modelos al borde del impuesto es el SUV más grande, Trailblazer, con un valor de 2.312.900 pesos. Este modelo se ofrece únicamente en una versión, que mantiene ese precio hace meses.
En el caso de Equinox, el SUV mediano que llegó hace un año al mercado, arranca en una versión de entrada de gama a $1.700.000, pero la más equipada trepa hasta los 2.300.000 pesos.
Por último Ford y Renault tienen modelos que están complicados con los precios. En el primer caso, el Mondeo es el vehículo más caro de la compañía, al igual que el Kuga.
En Renault, por su parte, el SUV mediano, el Koleos, es el único producto que corre riesgos de ser impactado.
Las importadas y en dólares, más complicadas
Quienes sí están sufriendo los embates del impuesto interno, y consideran que la actualización de la base mínima imponible fue insuficiente comparado con la suba que tuvo el dólar, son los importadores.
Las compañías cuyos vehículos cotizan en moneda estadounidense vienen sufriendo los efectos de la suba de la divisa desde el año pasado, cuando en abril empezó a desequilibrarse.
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Como consecuencia, el mercado que se había reactivado en 2017 volvió a caer. Y muchas marcas padecieron un nuevo estancamiento en las ventas que habían remontado.
Hoy, las únicas expectativas que tienen estas marcas de lujo radican en que se repita el escenario de 2014 y 2015, cuando por el cepo al dólar y con pocas posibilidades de acceso a esa moneda, mucha gente invertía sus ahorros en vehículos.
La ventaja, en estos casos y especialmente para la oferta de alta gama, era que los ahorristas en dólares podían venderlos en el mercado "blue", obtener a cambio más pesos, y luego comprar el auto en esa moneda.
De todos modos para este año no se espera la misma repercusión. De hecho, se pronostica la peor caída de los patentamientos en años.
El reclamo de la Cámara de Importadores es que cuando este impuesto fue establecido por Cristina Kirchner, con dos niveles (un 10% de incremento para los autos con un determinado valor y del 20% para otros), afectaba a los modelos de 83.000 dólares.
Hoy, los vehículos con un precio que sobrepasen los u$s40.000 ya quedan alcanzados por la medida, por lo cual las marcas que se arriesgaron a incrementar la oferta tienen que replantearse el escenario.
"En 2017 nos arriesgamos y volvimos a abrir el mercado. Trajimos más modelos y versiones, apostando a un cambio de política económica y de confianza que nos ayudaría. Hoy estamos en la misma encrucijada que hace unos años atrás", explicó el gerente de una marca premium.
"No se puede planificar en un mercado como éste. Nosotros ampliamos la gama de productos, sumamos modelos que recién se lanzaron en el mundo, nos arriesgamos y ahora no se cierra una venta. Es lógico, nadie quiere deshacerse de los dólares cuando no se sabe en qué momentos se recuperarán", coincidió otro directivo.
Mientras tanto, las marcas no pueden desestimar sus planes y muchos lanzamientos que estaban en agenda se están concretando.
Algunos no tienen problemas con el impuesto, como sucede con las llegadas próximas de los Renault Logan, Sandero y Stepway; pero casos como el Toyota Corolla o las últimas novedades de BMW, sí se ven afectadas por el gravamen.
En este escenario, estiman que las ventas cerrarán en 2019 en un promedio de las 450.000 unidades, mientras que el año próximo sería ideal mantener ese piso. Sin embargo, a menos de dos meses para terminar el año, nadie se atreve a hacer pronósticos ni anticipar resultados.
"El 2020 será un año incierto. Además, se tendrá que renegociar el cupo para importar autos eléctricos o híbridos, y saber si seguirán exentos del impuesto extrazona. Si esto no ocurre, podría ser un golpe fuerte para el sector que está dando sus pasos hacia las nuevas tecnologías", aclararon desde otra empresa.
Finalmente, quedan pocos días para esperar los precios de diciembre y solo un mes y medio para cambiar de año. Las cartas están sobre la mesa y las automotrices dispuestas a seguir con sus inversiones y no dar marcha atrás, al menos por ahora.