Santorini: actividad sísmica reactiva el monitoreo del volcán submarino y provoca evacuaciones masivas
La reciente serie de terremotos registrada en Santorini, Grecia, motivó la evacuación preventiva de aproximadamente la mitad de los 11.000 habitantes de la isla. La actividad sísmica, que paralizó temporalmente la vida cotidiana y las actividades económicas, expuso una vez más la amenaza latente del volcán submarino ubicado en la zona.
De acuerdo con un informe publicado por la BBC, los movimientos telúricos reavivaron las alertas científicas sobre la posibilidad de una futura erupción, lo que condujo a la intensificación del monitoreo geológico en la región.
La isla de Santorini, situada en el mar Egeo, es el resultado de una de las erupciones volcánicas más grandes de la historia registrada. Este evento, ocurrido hace aproximadamente 3.600 años, dio origen a la actual configuración en forma de caldera. La caldera de Santorini es una depresión volcánica que se formó tras el colapso del volcán, y es precisamente esta estructura geológica la que ahora vuelve a estar bajo escrutinio.
El conjunto de islas que conforman Santorini, incluida la isla principal Thira, forma parte del Arco Volcánico del Egeo Meridional. Esta región es geológicamente activa y ha sido escenario de repetidas erupciones, siendo la más reciente en el siglo XX. La actividad sísmica registrada recientemente ha sido interpretada como un posible indicio de cambios en el sistema volcánico subyacente.
Exploración científica en el entorno submarino
En respuesta al aumento de la actividad sísmica, un equipo de investigación internacional liderado por la profesora Isobel Yeo, del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido, se encuentra realizando un estudio detallado en la zona. A bordo del buque de investigación británico Discovery, 22 científicos trabajan en el análisis del volcán submarino para identificar posibles señales de una erupción futura.
El equipo utiliza tecnología avanzada, incluyendo un robot submarino de grandes dimensiones, para recolectar muestras del lecho marino. Las muestras provienen de respiraderos hidrotermales ubicados a unos 300 metros de profundidad.
Estos respiraderos emiten agua caliente y gases volcánicos, y son observados como puntos críticos para entender la dinámica entre el magma y el agua de mar. Según explicó la profesora Yeo, esta interacción puede incidir directamente en el nivel de explosividad de una erupción.
Modelado de riesgos y planificación preventiva
Además de la toma de muestras, el proyecto científico incluye la elaboración de un mapa detallado del sistema hidrotermal y de posibles zonas de riesgo geológico. Esta información será entregada a la Agencia de Protección Civil de Grecia para facilitar la planificación de estrategias de evacuación y la delimitación de áreas de exclusión en caso de una erupción.
La geóloga Paraskevi Nomikou, integrante del equipo de emergencias del gobierno griego, explicó que uno de los objetivos principales de esta iniciativa es identificar los sectores más vulnerables del entorno marino y terrestre. Esta información, junto con el monitoreo continuo de la actividad sísmica, forma parte de un enfoque preventivo para la gestión del riesgo volcánico en la región.
La erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai en enero de 2022 constituye un antecedente reciente que ha influido en el enfoque del equipo científico. Este evento fue la mayor explosión volcánica submarina registrada hasta la fecha y generó un tsunami que afectó diversas regiones del océano Pacífico. Las ondas de choque producidas por la erupción se detectaron incluso en el Reino Unido. En este contexto, los investigadores buscan aplicar las lecciones aprendidas de ese evento al monitoreo de Santorini.
La actividad sísmica ha tenido efectos directos sobre la economía local, en particular en el sector turístico, que representa una de las principales fuentes de ingreso para Santorini. De acuerdo con el testimonio recogido por la BBC, muchos residentes abandonaron la isla de manera temporal como medida de precaución. Asimismo, se registró una caída en las reservas hoteleras y en las actividades comerciales vinculadas al turismo.
Eva Rendl, fotógrafa residente en la isla, indicó que debió evacuar junto con su hija y que su actividad profesional se vio afectada por cancelaciones. Sin embargo, la percepción del riesgo varía entre los visitantes. Algunos, como una pareja proveniente de Letonia que llegó a la isla para celebrar su boda, manifestaron que la presencia del volcán formaba parte del atractivo de su experiencia. Otros, en cambio, señalaron que la existencia de información científica clara les ayudó a tomar decisiones con mayor seguridad.
Actividad científica a bordo del Discovery
El equipo científico trabaja en turnos de 12 horas desde las instalaciones del barco, que cuenta con un laboratorio acondicionado en un contenedor en cubierta. Allí se procesan los datos recolectados por el robot submarino y se generan modelos tridimensionales del sistema hidrotermal. Esta información es crucial para establecer cómo se conectan las emisiones volcánicas con la cámara magmática situada bajo el fondo marino.
Según destacó la profesora Yeo, una de las principales limitaciones actuales es la escasa capacidad de monitoreo de volcanes submarinos. Se estima que alrededor de dos tercios de los volcanes activos del mundo se encuentran bajo el agua, y la falta de datos dificulta la elaboración de predicciones precisas. En este sentido, el estudio en Santorini forma parte de un esfuerzo más amplio por comprender y mitigar los riesgos asociados con este tipo de formaciones geológicas.
El equipo espera que los resultados del estudio permitan mejorar la capacidad de respuesta ante eventos volcánicos en Santorini y otras regiones similares. Aunque la actividad actual no confirma una erupción inminente, los científicos subrayan la importancia de mantener una vigilancia constante.
La información recopilada no solo será útil para las autoridades griegas, sino también para la comunidad científica internacional. La colaboración entre instituciones académicas y organismos estatales es clave para consolidar mecanismos de prevención que protejan tanto a las poblaciones locales como a los visitantes de uno de los destinos más reconocidos del mar Egeo.