Guerra comercial: Trump anunciará suba de aranceles y pone en vilo a la economía mundial
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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, planea anunciar la imposición de nuevos aranceles comerciales el próximo 2 de abril, lo que preocupa a sus principales socios comerciales, como la Unión Europea, México, Canadá, China, Japón, India y Corea del Sur.
Los acuerdos que planea terminar están vigentes desde el final de la II Guerra Mundial. El nuevo escenario, con las más que probables represalias de los países afectados, impactará en el crecimiento económico y avivará la inflación, pero también amenaza con elevar las tensiones geopolíticas, indicó el diario español El País.
Trump denominó al 2 de abril el "Día de la Liberación". Desde su punto de vista, todos los países han estado aprovechándose de Estados Unidos y llega el momento de la venganza. "Durante DÉCADAS, todas las naciones del mundo, tanto amigas como enemigas, nos han estafado y maltratado. Ahora, por fin, es hora de que los buenos y viejos Estados Unidos RECUPEREN parte de ese DINERO y RESPETO", escribió sobre sus planes en Truth, su red social.
El presidente se refiere como con nostalgia a la época del siglo XIX en que Estados Unidos tenía aranceles altos y la presenta como la más próspera para el país. Quiere dejar huella con su proteccionismo ("arancel es la palabra más bonita del diccionario", dijo en campaña) y algunos de sus aliados hasta se han planteado convertir para el futuro el 2 de abril en un día festivo en conmemoración del brusco giro a la política económica y comercial que quiere dar ese día.
"Aranceles recíprocos"
El plato principal del menú del miércoles es lo que Trump llama aranceles "recíprocos", que no lo son en absoluto. La semana pasada trató de restarles importancia. "Vamos a ser muy indulgentes", dijo el miércoles en el Despacho Oval. "Creo que la gente se va a sorprender mucho. En muchos casos, será inferior al arancel que nos han estado cobrando durante décadas. Otros países no nos han tratado bien, pero nosotros vamos a ser amables. Así que creo que la gente se llevará una grata sorpresa", añadió.
"Los aranceles serán mucho más generosos de lo que esos países fueron con nosotros, lo que significa que serán más amables de lo que esos países fueron con los Estados Unidos de América durante décadas. Nos estafaron como nunca se ha estafado a ningún país en la historia y vamos a ser mucho más amables de lo que ellos fueron con nosotros. Pero, a pesar de todo, es un dinero importante para el país", dijo el domingo a bordo del Air Force One, el avión presidencial, en el que señaló que se anunciarán aranceles para prácticamente todos los países.
"Lo que va a pasar el 2 de abril es que cada país recibirá un número que creemos que representa sus aranceles. Así que, para algunos países, podría ser bastante bajo. Para otros, podría ser bastante alto", dijo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en la cadena Fox.
Bessent añadió que algunos aranceles "pueden no tener que aplicarse porque haya un acuerdo prenegociado". En otros casos, cabe la posibilidad de que una vez que un país sepa los aranceles a recibir, "quiera negociar una reducción".
Qué hará Estados Unidos con sus principales socios comerciales
Para los principales socios comerciales, con los que Estados Unidos tiene un mayor déficit y que Washington considera que juegan sucio con sus prácticas comerciales, cabe la posibilidad de una entrada en vigor rápida, eplicó el diario español El País. "Hay lo que llamaríamos los 15 sucios, y tienen aranceles sustanciales", dijo Bessent. "Es el 15% de los países, pero es una gran parte de nuestro volumen de intercambios", explicó. "Y tienen aranceles sustanciales, y tan importantes como el arancel, algunas barreras no arancelarias", argumentó.
China, la Unión Europea, México, Vietnam, Taiwán, Japón, Corea del Sur, Canadá, India, Tailandia, Suiza y Malasia son los países o bloques con los que Estados Unidos tiene un mayor déficit comercial. Aparecen como los más amenazados, al margen del nivel de sus aranceles a los productos estadounidenses. Cada uno prepara sus represalias o su estrategia de negociación.
Trump plantea objetivos para sus aranceles que no son del todo compatibles entre sí. Por un lado, espera recaudar cifras astronómicas con ellos (su ensoñación es que sustituyan a los impuestos sobre la renta, lo que parece inviable, pese a que su asesor Peter Navarro haya dicho este fin de semana que generarán 600.000 millones de dólares anuales); por otro, quiere que impulsen la producción nacional. Al tiempo, minimiza las subidas de precios. Pero para que los aranceles incentiven la sustitución de importaciones, los precios tienen que subir. Y si la producción nacional se dispara y decaen las importaciones, entonces no habrá grandes cantidades a recaudar. Además, deben ser percibidos como permanentes.
"Dados los costes de trasladar la producción a Estados Unidos (principalmente, construcción y mano de obra), es posible que muchos fabricantes decidan que es más barato mantener las instalaciones de producción donde están y solo absorber el arancel dentro de los costes operativos", opina James Knightley, economista jefe internacional de ING en Nueva York. "Además, algunos fabricantes pueden considerar que, con el tiempo, existe la posibilidad de que se alcancen acuerdos entre Estados Unidos y los socios comerciales, con la posibilidad de que se reduzcan los aranceles. Otros pueden ser más atrevidos y creer que, cuando el mandato de Trump termine en poco menos de cuatro años, un nuevo presidente puede adoptar una visión diferente sobre la eficacia de los aranceles comerciales y que estos se eliminen", añade. Concluye que las relocalizaciones se centrarán en sectores de alto valor añadido, que representan entre el 10% y el 15% de las importaciones de Estados Unidos.
La Reserva Federal subrayó el aumento de la incertidumbre acerca de la economía estadounidense. Sus miembros han rebajado las previsiones de crecimiento y aumentado las de inflación, en parte como consecuencia de los aranceles. Los erráticos anuncios de Trump ya han hecho perder fuelle a la economía estadounidense. El Banco de la Reserva Federal de Atlanta apuntó la semana pasada en sus proyecciones a una posible contracción severa de la economía en el primer trimestre del año.
La mayoría de los analistas no espera una contracción de la economía en el primer trimestre, pero sí han revisado drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento. La última encuesta de economistas de Bloomberg, publicada también este viernes, rebaja un punto la proyección de crecimiento del primer trimestre, desde el 2,2% hasta solo el 1,2%. Para el conjunto de 2025, la previsión media baja del 2,3% al 2%.