• 7/1/2025

¿Quejarnos o agradecer? El delicado balance para comenzar el nuevo año

Es una herramienta emocional que nos permite procesar frustraciones, expresar descontento y, en muchos casos, buscar apoyo. Las claves
07/01/2025 - 09:16hs
Mindfulness

A medida que un año llega a su fin, el balance emocional puede ser un terreno complejo de transitar. Para algunos, las redes sociales se inundan de reflexiones optimistas, listas de logros y propósitos para el año que comienza. Para otros, como mi amigo en un post reciente, este año que termina fue, en sus palabras, "una cagada". Y lo dijo sin anestesia ni pretensiones, rescatando apenas un momento feliz: el reencuentro con sus hijos luego de no verlos por varios meses. 

En un mundo saturado de mensajes de positivismo, esta honestidad cruda es refrescante. Sin embargo, nos plantea una pregunta importante: ¿qué papel juega la queja en nuestra vida? Y, más aún, ¿cómo encontramos un equilibrio entre reconocer lo negativo y no dejarnos consumir por ello? 

Porque la queja no es intrínsecamente mala. Es una herramienta emocional que nos permite procesar frustraciones, expresar descontento y, en muchos casos, buscar apoyo. Según la neurociencia, quejarnos activa el sistema límbico, la parte del cerebro asociada con las emociones, pero también puede reforzar patrones negativos. Cuanto más nos quejamos, más fortalecemos los circuitos neuronales que perpetúan esa misma actitud. 

Esto no significa que debamos ignorar lo negativo o fingir que todo está bien, sino evitar que la queja se convierta en un hábito que defina nuestra vida. Como dijo mi amigo: "Hay que tener sangre en las venas y decir que los 365 días que pasaron fueron para el olvido". Pero ahí es donde debemos detenernos, para que esa queja no sea el punto final, sino el inicio de una reflexión más profunda.

Sin embargo, en el otro extremo encontramos el optimismo exagerado. Ese que romantiza cualquier dificultad como una oportunidad disfrazada y que puede ser igual de perjudicial. Las redes sociales están llenas de ejemplos: personas que, tras perder un empleo, escriben posts como si la empresa les hubiera hecho un favor al despedirlas. Este positivismo extremo no solo puede invalidar emociones reales, sino que también genera presión para "estar bien" todo el tiempo.

La realidad es que la vida no siempre tiene un giro narrativo perfecto. Hay momentos que simplemente son difíciles. Reconocerlos no es pesimismo, es honestidad. Y aquí es donde entra una perspectiva más equilibrada: la consciencia plena.

Esta práctica, basada en observar la realidad sin juicios ni exageraciones, nos invita a aceptar tanto lo positivo como lo negativo, sin dejarnos arrastrar por ninguno. La consciencia plena no nos pide ignorar los problemas, pero sí evitar identificarnos completamente con ellos. Nos ayuda a encontrar espacio para apreciar lo que tenemos, incluso en medio de las dificultades.

Mi amigo, en su post, rescató un "momento único e irrepetible": el reencuentro con sus hijos. Este simple gesto nos recuerda que, incluso en los peores años, hay algo que vale la pena valorar. Cerrar un año difícil no significa hacer borrón y cuenta nueva sin mirar atrás. Más bien, se trata de transformar las quejas en aprendizajes.

¿Qué nos enseñó este año? ¿Qué queremos cambiar en el próximo? Un ejercicio útil para este fin es reflexionar sobre un aspecto positivo, por pequeño que sea, de los últimos 12 meses. Puede ser un momento, una lección o incluso una persona que marcó nuestra vida. Este simple acto puede ayudarnos a cerrar el año con una perspectiva más amplia.

No se trata de reprimir nuestras quejas ni de caer en un optimismo forzado. Se trata de encontrar un balance. La queja puede ser el punto de partida para expresar nuestras emociones y entender lo que necesitamos cambiar. Pero no debe ser el lugar donde nos quedamos.

Como cierre, me quedo con la lección de mi amigo: incluso en el peor de los años, siempre hay algo dulce que rescatar de lo amargo. Así que quejémonos, si es necesario. Pero recordemos también agradecer. Porque, al final del día, ese equilibrio es lo que nos permite avanzar.

Alan es instructor de mindfulness en Armonía Mindfulness. En Spotify: https://acortar.link/afDaa2

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