Usurparon identidades y estafaron a compañeros de trabajo con tarjetas de crédito: por qué no irán presos

Usurpó la identidad de 23 personas con un mismo modus operandi, insertar su foto en los DNI de cada una de sus víctimas, abrir cuentas bancarias y gestionar tarjetas de crédito. La estafa incluyó a un grupo de compañeros de trabajo de una misma empresa que —sin enterarse— ingresaron al reporte de morosos del Banco Central por deudas contraídas con plásticos a su nombre.

"... me di cuenta por la aplicación Mi Argentina que tenía una motocicleta a mi nombre", relató a la Justicia una de las víctimas, que sin saberlo se convirtió en propietaria de una moto O km comprada con una tarjeta de crédito emitida a su nombre. Una deuda que, de manera obvia, nunca se saldó.

Estafa: le robó el DNI a 23 personas, pero no irá preso

Ahora, un Tribunal Oral de San Martín condenó a penas de tres años de prisión al principal acusado y otras dos mujeres que participaban de las maniobras, pero nadie irá a prisión porque se pactó una pena en suspenso en un juicio abreviado.

Es decir, una negociación entre la defensa y la fiscalía que resultó homologada por la Justicia.

A todos se los encontró culpables de "defraudación mediante el uso de tarjetas de crédito", en el caso del hombre condenado "reiterado en siete oportunidades, en concurso ideal y en calidad de partícipe necesario con el delito de falsificación de un documento público agravado por ser de aquellos de los destinados a acreditar la identidad de las personas".

Para pactar la pena, es requisito indispensable admitir el delito.

Al respecto, el acusado C.A.D aceptó haber insertado su fotografía en el DNI de una de sus víctimas y con esa documentación apócrifa obtuvo un paquete de productos del banco BBVA, entre ellos una tarjeta de crédito VISA y otra Mastercard.

Usó los plásticos en siete ocasiones y cargó consumos fraudulentos a nombre de su víctima: compras en hipermercados, líneas de telefonía y pago de cuota de una prepaga. Junto a las otras dos condenadas, A.M.C y M.M.S, le cambiaron la foto a tres DNI. 

Con sus rostros insertos en esos documentos, entre los tres pagaron una moto cero kilómetro en una conocida concesionaria de la localidad bonaerense de Adrogué, partido de Almirante Brown.

El condenado la retiró y la inscribió ilegítimamente a nombre de uno de los afectados en el Registro de la Propiedad Automotor de esa localidad.

Las dos mujeres condenadas con sus DNI a nombre de víctimas del fraude también gestionaron un paquete de productos en el BBVA Francés y con estas tarjetas pagaron parte de la moto

En el caso del hombre condenado, un informe elaborado por el Departamento de Prevención de Fraudes y Seguridad del Banco Francés, incorporado a la causa judicial, determinó que había usurpado la identidad de 23 personas.

¿Cómo se detectó el robo de tarjetas de crédito?

Las maniobras quedaron expuestas cuando una de las víctimas recibió alertas de consumo por correo electrónico de compras en un supermercado, que no había realizado, con una tarjeta de un banco del que nunca fue cliente y en una localidad que no conocía.

Se acercó al banco emisor de los plásticos que figuraban a su nombre y le dijeron que efectivamente alguien había abierto la cuenta, le mostraron copia del DNI suyo con otra foto, pero se negaron a cerrarla. Debían tener para ello autorización de su área legal, le dijeron

Cuando vio la copia del DNI usado eran sus datos y hasta su número de trámite, pero donde debía estar su rostro estaba la de un desconocido "calvo, de contextura robusta y con barba candado blanca"

La cuenta, a su nombre "había sido abierta por internet en la sucursal San Martín" del Banco con domicilio de facturación en la localidad de Villa Maipú. El denunciante vivía en el partido de Ezeiza.

La víctima denunció lo que ocurría por correo electrónico ante el Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires y advirtió que no había perdido ni le habían robado su DNI

Alerta entre compañeros de trabajo

Pronto dos de sus compañeras de trabajo en una empresa reportaron ser víctimas del mismo fraude: sacaron tarjetas de crédito a su nombre y pagaron parte de la moto de la primera víctima, entre otras compras.

"A otros compañeros de trabajo también les habían utilizado sus datos para la obtención de tarjetas de créditos, cuentas bancarias y/o préstamos con el mismo banco, manifestando que todos los damnificados trabajaban" en la misma empresa, que al advertir lo sucedido tuvo que poner un abogado para ayudar a sus empleados a resolver los problemas generados por la situación, ante una posible filtración de datos desde el interior

Otra de las víctimas declaró que cuando se enteró por parte de otros compañeros de trabajo consultó en la página del Banco Central sobre su situación financiera y "advirtió que ella también tenía una situación desfavorable" como deudora de esa entidad bancaria de la cual no era clienta.

En la sentencia el juez Esteban Rodríguez Eggers del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 4 de San Martín entendió en la condena que la pena de prisión debe ser dejada en suspenso en tanto el ingreso a un establecimiento carcelario "acarrearía exclusivamente efectos contrarios a la reinserción social, finalidad propia de la ejecución de las penas privativas de la libertad"

También tuvo en cuenta que ninguno de los condenados tenía antecedentes penales y los tres admitieron los delitos.