• 21/12/2024

Milei sacó a la cancha el nuevo Plan Nuclear Argentino, sin precisiones sobre obras e inversiones

Especialistas del sector que aguardan conocer metas, detalles tecnológicos, inversiones y reglas de juego para obras se quedaron con más dudas que certezas
21/12/2024 - 09:12hs
Javier Milei sacó a la cancha el Plan Nuclear Argentino

El debut oficial del nuevo Plan Nuclear Argentino (PNA) no lució todo lo consistente que se esperaba y dejó en el tintero varias dudas e interrogantes sobre los mecanismos y tiempos de concreción de las obras y objetivos planteados.

Acompañado por el jefe del Consejo de Asesores, Demián Reidel, y el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi; el presidente Javier Milei presentó en la Casa Rosada el PNA que apunta básicamente a cubrir las necesidades energéticas de los futuros proyectos de datacenters de inteligencia artificial (IA) que, según la visión libertaria, comenzarían a asentarse en el país en el corto y mediano plazo.

Pese a la trascendencia del tema y las expectativas que se habían generado, la presentación del PNA se concretó por medio de un mensaje grabado que fue difundido por la "Oficina del Presidente" en redes sociales.

Javier Milei habló del Plan Nuclear Argentino, pero no dio precisiones sobre inversiones ni obras

El plan contempla la creación del denominado Consejo Nuclear Argentino, que estará encabezada por Reidel e integrado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Defensa, Luis Petri y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle.

Reidel es economista y físico egresado del Instituto Balseiro que encabeza el equipo de asesores estratégicos de Milei. Durante la administración de Mauricio Macri ocupó una silla en el directorio del Banco Central y ahora tendrá a su cargo la implementación del nuevo plan sobre el cual -llamativamente- no ha tenido ninguna participación, ni incidencia la titular de la Secretaría de Energía, María Tettamanti que tiene bajo su órbita a la empresa estatal NASA -Nucleoeléctrica Argentina-, la operadora estatal de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse.

Sin mayores precisiones sobre plazos y características técnicas, Reidel indicó que el primer paso del plan será la construcción de un nuevo reactor modular pequeño (SMR) en el predio de Atucha donde se encuentran dos de las tres centrales atómicas estatales que existen en el país. Agregó que, en una segunda instancia, se dará impulso a la minería de uranio para poder exportar al mundo combustibles nucleares.

Los especialistas y técnicos del sector que aguardan conocer las metas, los detalles tecnológicos, los montos de inversión y las reglas de juego previstas para las nuevas obras se quedaron con más dudas que certezas.

En lo que respecta a las inversiones, lo único que deslizó el Gobierno fue que van a venir de empresas privadas extranjeras y que no habrá ningún aporte del Estado.

La motosierra de Javier Milei en el sector energético

Anticipado por Javier Milei en el discurso efectuado al cumplirse el primer año de su gestión, el PNA difundido ayer va contramano del ajuste y desfinanciamiento de las investigaciones y obras del sector que ha aplicado la administración mileísta desde que desembarcó en la Casa Rosada.

La motosierra aplicada por el ministro de Economía, Luis Toto Caputo recortó al mínimo los presupuestos tanto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), como de Nucleoeléctrica SA (NASA).

Las podas registradas en los fondos transferidos al sector llevaron a mediados de año a frenar casi por completo, las obras estaban en curso para la construcción de la Central Argentina de Elementos Modulares CAREM 25 y el Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10.

La interrupción de los trabajos y los atrasos en los pagos a las empresas constructoras y de ingeniería dejaron más de 600 trabajadores despedidos, según los datos recopilados por el gremio de la UOCRA.

Además, se estima que entre 150 y 200 profesionales y técnicos formados en las empresas estatales del sector habrían emigrado durante el transcurso del año al exterior y a compañías privadas ante la incertidumbre generada por la anunciada privatización de NASA, la falta de actualización salarial y la decisión del Gobierno de reducir al mínimo los aportes del Estado.

En el caso de NASA no está claro que papel va a jugar en dentro del nuevo plan nuclear. La Ley Bases le otorgó al Gobierno vía libre para que salga a privatizarla de manera parcial en cualquier momento. Según lo aprobado por el Congreso, puede incorporar nuevos actores e inversores externos por medio de un programa de propiedad participada o con la inclusión de capitales privados, pero siempre bajo el control mayoritario del Estado. Los legisladores establecieron, además, que será necesario el voto afirmativo del Estado para "ampliar y sacar de servicio temporal una central nuclear, crear una nueva usina e incorporar más accionistas".

Mientras espera conocer su destino, NASA tiene que conseguir lo más pronto posible los u$s210 millones que le faltan completar la inversión total de u$s700 millones que demandan los trabajos de extensión de la vida útil de Atucha I. Tras haber estado durante cinco décadas operativa, esa central nuclear salió de servicio en setiembre para un "revamping" destinado a extender su vida útil por otros 20 años más.

En el anuncio del PNA tampoco se dieron precisiones sobre el futuro rol que tendrán dos empresas estatales del sector que apuntalan el funcionamiento de las centrales atómicas locales. Una es ENSI (Empresa Neuquina de Servicio de Ingeniería), que tiene a su cargo la planta industrial productora de agua pesada. La otra es Dioxitek, la proveedora de dióxido de uranio que se utiliza en la fabricación de los elementos combustibles de las usinas.

Otra cuestión clave que quedó en la nebulosa son los convenios suscriptos con la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC) en 2015 para la construcción de dos nuevas centrales. Esos acuerdos que aún siguen vigentes fueron firmados por la expresidenta Cristina Kirchner y el exministro de Economía, Axel Kicillof con el fin de construir un par de usinas ---una del tipo CANDU de 800 MW y otra, HMR Hualong de 1.000 MW—que iban a ser financiadas en un 85% por un pool de bancos y el Gobierno de China.

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