Falsas ofertas en redes sociales: las señales de alerta para evitar caer en un fraude o estafa
Las estafas y fraudes son más comunes de lo que muchos piensan, y aprender a identificarlos es clave para que nadie pueda "venderte un buzón. Desde ofertas irresistibles online hasta vendedores persuasivos e insistentes por teléfono, reconocer las señales de advertencia es esencial para proteger tu dinero.
Las denuncias por phishing, estafas telefónicas y fraudes en redes sociales aumentaron un 43% respecto al 2023, una tendencia preocupante que afecta a miles de argentinos cada día. Según la Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires, son las tarjetas de crédito y ciberdelitos vinculados a las cajas de ahorro y las cuentas corrientes los subrubros más vulnerados.
Claves para identificar y evitar estafas
Uno de los primeros indicadores de que algo no está bien es cuando te presionan para tomar decisiones rápidas. Por ejemplo, un anuncio de un producto revolucionario que promete cambiar tu vida con una frase como "¡Solo hoy! Compre ya y no se pierda esta increíble y única oportunidad. Este tipo de tácticas son clásicas en el repertorio de quienes buscan estafarte. La urgencia es una herramienta que utilizan para evitar que reflexiones sobre la oferta. Si sentís que te están apurando, tómate un momento para respirar y evaluar la situación. Si algo es realmente bueno, no desaparecerá en cuestión de horas.
Otro aspecto a tener en cuenta es el precio. Si encontrás una oferta que parece demasiado buena para ser verdad, probablemente lo sea. Los precios exageradamente bajos pueden ser una señal clara de que el producto o servicio en cuestión no tiene el valor que se promete. Por ejemplo, si ves un celular de última generación a un precio ridículamente bajo, es momento de levantar las cejas y hacer algunas investigaciones.
La falta de información también es una bandera roja. Cuando te encuentres una oferta atractiva, asegurate de que figuren los detalles específicos sobre el producto o servicio. Un vendedor de verdad no tendrá ningún reparo en proporcionarte la información necesaria: características del producto, garantías, políticas de devolución y opiniones de otros usuarios. Si te encontrás con respuestas vagas o evasivas, desconfiá: la transparencia es clave en cualquier transacción comercial.
No hay que olvidar el poder de las redes sociales y cómo fueron cambiando la forma en que se interactúa con las marcas, pero también que facilitaron la propagación de fraudes. Hoy en día, muchas estafas se propagan a través de las redes sociales, fundamentalmente a través de WhatsApp, Telegram, Instagram, TikTok y Facebook, donde los falsos vendedores emplean guiones personalizados reclamando pagos vencidos, una ayuda financiera o emergencias. Además, las publicaciones patrocinadas pueden parecer auténticas y confiables, pero eso no significa que lo sean. Siempre verificá la fuente antes de hacer clic en un enlace o proporcionar información personal. Una búsqueda rápida puede revelar si otros usuarios tuvieron una experiencia negativa con esa empresa o si fue reportada como sospechosa.
Además del contenido visual atractivo y los testimonios emocionantes, prestá atención al lenguaje utilizado en la publicidad. Las promesas grandilocuentes y los superlativos desmesurados son típicos en las estafas. Frases como "transformará tu vida" o "resultados garantizados" deberían hacer sonar todas tus alarmas internas. La realidad es que ningún producto mágico puede resolver todos tus problemas y tené en cuenta que tampoco nadie cobra miles de pesos o dólares por trabajar un rato o sin hacer nada desde su casa, si no todos estarían haciendo lo mismo.
Nunca está de más investigar sobre la reputación del vendedor o la empresa detrás del producto. Hoy en día, hay muchas herramientas disponibles para verificar la legitimidad de una marca: desde las reseñas en Google y foros hasta los comentarios en las redes sociales donde los consumidores comparten sus experiencias. Si encontrás múltiples comentarios negativos o alertas sobre fraudes relacionados con esa empresa, lo más sabio es que desistas y busques alternativas más seguras.
También hay que ser cauteloso con los correos electrónicos sospechosos o mensajes directos en redes sociales. Los estafadores son expertos en crear correos electrónicos que imitan a empresas legítimas; pueden parecer auténticos a simple vista, pero contienen enlaces maliciosos o solicitan información personal sensible. Si recibís un mensaje inesperado pidiendo datos personales o prometiendo recompensas increíbles por realizar acciones poco comunes (como enviar dinero), ignóralo y eliminalo sin hacer clic en ningún enlace.
Si sospechás que te quisieron vender un buzón, es fundamental actuar rápidamente. Reportá las estafas o fraudes a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) o en la Fiscalía más cercana a tu domicilio.