La heladería que viralizó Messi lanzó una promo especial: helado gratis por cada carta a Papá Noel
Cuando Leo Messi apenas había superado los 20 años pero ya era una estrella del Barcelona, una foto suya junto al mostrador de un local de Grido pidiendo helado, durante una visita a la Argentina, se hizo célebre. Y se terminaría viralizando en las redes tiempo después -cuando ya era el 10 de la Selección Argentina- como una muestra de su humildad.
De esa manera esta popular marca de helados obtuvo una promoción gratuita, nada menos que del mejor jugador de la historia (debate con Diego Maradona al margen). Quizás ni sus dueños se habrían atrevido a pensar siquiera en esa impensada situación. Ni a incluirla como un deseo a cumplir. O por qué no, como un regalo de Papá Noel.
Los años pasaron. Y como un guiño del destino, Grido lanzará este viernes 19 de diciembre una promoción especial, en la llamada Noche mágica: cada niño y niña que deje su carta a Santa Claus para pedir un regalo esta Navidad, recibirá un helado gratis. Y ningún empleado del local le preguntará si este año se portó bien.
Las condiciones para participar
El canje -carta por helado- podrá hacerse en cualquiera de las franquicias que la heladerías tiene en toda la Argentina, pero también en Chile, Uruguay, Paraguay y Perú. Será a partir de las 18. Y los pequeños podrán disfrutar como regalo de un cucurucho con una bocha sabor supergridito.
"En la antesala de nuestros 25 años, queremos abrazarnos a la magia navideña mediante una acción que acompaña el sueño de miles de niños en ese momento único como lo es cuando le escribe la carta a Papá Noel", explicó Javier Díaz Caballero, responsable de comunicación de Grido, que cada año produce 90 millones de kilos de helado, para distribuirlos en sus más de 1900 franquicias. Además este 2024 instaló un local 100% digital, sin la atención de empleados, el primero de la región.
Y sin dudas, muchas cartas que este 19 dejen los niños en la heladería, dirán: "Quiero una pelota porque sueño con ser como Messi". Pero claro, eso solo lo sabrá Papá Noel. Y tal vez todos nosotros, en unos años.