El peligro que esconden las aspiradoras robot: por qué aconsejan no usarlas

En los últimos años, las aspiradoras robot se han consolidado como una opción popular en muchos hogares, con muchos modelos disponibles en el mercado. Estos dispositivos se destacan por su autonomía, eficiencia y facilidad de uso, prometiendo simplificar la limpieza del hogar.

Sin embargo, su tecnología avanzada, que incluye sensores y conectividad a Internet, plantea preocupaciones en términos de privacidad, según advierte María Aperador, criminóloga especializada en ciberseguridad.

Estas aspiradoras inteligentes no solo limpian, sino que también generan mapas detallados de los espacios donde operan. Utilizan sensores para aprender la distribución de las habitaciones, identificar la ubicación de muebles y objetos, y optimizar su rendimiento.

Las aspiradoras robot son un gran aliado del hogar.

Algunos modelos, incluso, registran datos de ubicación, capturan imágenes y, en ocasiones, videos del entorno, almacenando esta información en servidores externos.

Aperador señala que estos datos incluyen planos precisos de las viviendas, detalles sobre la disposición de los muebles y la ubicación exacta de redes Wi-Fi, lo que puede ser explotado en caso de vulnerabilidades en los sistemas de seguridad de los dispositivos. La posibilidad de que imágenes o videos capturados por las aspiradoras sean accedidos de manera no autorizada, incrementa los riesgos para la privacidad.

"La tecnología de estos dispositivos, lejos de ser inocente, crea una red de información que puede ser aprovechada por terceros, poniendo en riesgo nuestra intimidad", advierte Aperador.

Este tipo de tecnología plantea un desafío: aprovechar los beneficios que ofrecen las aspiradoras robot mientras se implementan medidas de seguridad robustas para proteger la información recopilada.

El origen de las aspiradoras robot

En 1978 se registra el primer antecedente, con la comercialización del Chiritorie en 1978. Este artefacto limpiaba el suelo por succión, aunque a diferencia de los dispositivos actuales, se operaba a través de un control remoto.

Los primeros prototipos autónomos empezaron a desarrollarse en los años 90. En 1996 Electrolux presentó la primera aspiradora robótica, la Electrolux Trilobite, que tenía problemas para evitar colisiones y dejaba áreas sin limpiar.

Los primeros modelos de aspiradoras robot tenían capacidades limitadas, pero sentaron las bases para el desarrollo de la tecnología. En 2002, iRobot lanzó su primer dispositivo de este tipo, el Roomba, y desde entonces se convirtió en una referencia para el resto de marcas.

En la actualidad, incluso se emplean para cuidar el jardín y hasta limpian la vía pública.