¿Cómo se llama el punto de la letra i? La respuesta de la RAE los sorprenderá
La Real Academia Española (RAE) vino a responder lo que muchos se preguntaron: ¿de qué manera se denomina el punto que se ubica por encima de la letra i? Y curiosamente, su respuesta terminó siendo una no respuesta.
Porque de acuerdo a la RAE, el punto que se coloca sobre la i no tiene un nombre específico, quizás porque en el origen de la letra, simplemente no existía. La sugerencia entonces es llamarlo "punto de la i", así, casi de un modo coloquial, para diferenciarlo del punto de la letra j, que sería "punto de la jota", claro.
No obstante, su nombre técnico es "diacrítico" o "punto volado".
Surgen más dudas: ¿es obligatorio colocarlo? ¿Se considera una falta de ortografía no hacerlo? La RAE también ofrece una respuesta.
La Ortografía de la lengua española (2010) no establece de manera explícita que la letra "i" deba incluir obligatoriamente el punto, ni califica su ausencia como incorrecta.
Sin embargo, en la obra también se deduce que el punto es uno de los rasgos distintivos de esta grafía, permitiendo diferenciarla de otras letras. Por ello, omitirlo implicaría apartarse de la forma canónica de la letra, lo que podría afectar la claridad y precisión en la escritura, aspectos fundamentales en la norma ortográfica.
Además, el uso de otros signos en lugar del punto (como círculos, asteriscos, estrellas y corazones) no sería adecuado, por no respetar su forma canónica.
Porque al fin, el punto es innombrable y hasta puede no estar. Lo que no debe es ser reemplazado.
La RAE suele traer polémicas antes que claridad, como cuando aceptó el uso de la palabra haiga. Aunque solucionó el dilema entre pizza o piza, y presidente o presidenta. Pero en lo que se refiere al punto -que en esta nota nos ocupa- tiene una respuesta a otra pregunta clásica: ¿debe colocarse cuando la i se escribe con mayúscula?
La Ortografía de la lengua española señala que las letras mayúsculas "I" y "J" no llevan el punto que caracteriza a sus formas minúsculas, como se observa en palabras como Inés, Javier o HIJO. Este diseño ya está definido en fuentes tipográficas y mecanográficas, pero en escritura a mano es común que algunas personas añadan un punto sobre la "I" mayúscula cuando es solo un trazo vertical, para mejorar la legibilidad. Esta práctica, aunque no es normativa, no se considera incorrecta.
El origen del punto de la i
En la obra Historia de las letras, de Gregorio Salvador y Juan R. Lodares, se detalla que la grafía de la letra "i" tiene sus raíces en los alfabetos fenicio, griego y latino. Originalmente, esta letra carecía del punto que hoy la caracteriza. En el alfabeto latino, aparecía decorada con dos pequeños círculos en sus extremos.
Durante siglos, la "i" se escribía sin el punto distintivo, hasta que este se implementó como un recurso para evitar confusiones con otras letras de trazo sencillo, como la "l" o la "t". Inicialmente, este elemento gráfico podía situarse tanto en la parte superior como en la inferior de la letra.
La evolución de este símbolo refleja la adaptación de las grafías a las necesidades prácticas de la escritura, enfatizando la claridad y la precisión visual en los textos escritos.