No siempre triunfó: las 6 empresas de Donald Trump que se declararon en quiebra
Donald Trump vuelve a ocupar uno de los lugares más importantes del mundo: fue electo por segunda vez como presidente de Estados Unidos. Suma así un nuevo éxito a su carrera, ocho años después de ganar las elecciones por primera vez y tras haber erigido un imperio.
A lo largo de su vida como empresario, construyó desde lujosos hoteles y casinos hasta exclusivos campos de golf y otros proyectos de gran escala, consolidándose como una de las personalidades más influyentes en el ámbito corporativo. Su éxito inicial le permitió acumular una considerable riqueza, y sus audaces estrategias comerciales lo llevaron a alcanzar fama internacional.
Las empresas de Donald Trump que se declararon en quiebra
Sin embargo, su carrera empresarial no ha estado exenta de controversias. A pesar de sus logros, Trump enfrentó varios fracasos financieros a lo largo de los años, resultando en la quiebra de seis de sus empresas. Estas bancarrotas, aunque no significaron necesariamente el fin de sus negocios, dejaron una huella en su trayectoria.
Las seis empresas de Donald Trump que se declararon en quiebra:
Trump Taj Mahal (Atlantic City, Nueva Jersey, 1991)
Este casino lujoso abrió sus puertas en 1990, pero pronto enfrentó problemas financieros. En 1991, incapaz de cumplir con sus obligaciones de deuda, se declaró en bancarrota. La empresa no pudo manejar las deudas acumuladas por otros dos casinos en Atlantic City, lo que llevó a su colapso.
Trump Castle (Atlantic City, 1992)
Otro casino ubicado también en Atlantic City que sufrió problemas económicos. Al igual que el Taj Mahal, el Trump Castle se vio afectado por la creciente deuda y la falta de rentabilidad, lo que resultó en su quiebra en 1992.
Trump Plaza y Casino (Atlantic City, 1992)
En el mismo año que el Trump Castle se declaró en bancarrota, otro establecimiento de Trump en Atlantic City, el Trump Plaza, enfrentó un destino similar. La insuficiencia de ingresos para cubrir los costos operativos y las obligaciones financieras llevó a la empresa a acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.
Plaza Hotel (Nueva York, 1992)
En 1992, el icónico Plaza Hotel en Nueva York también se encontró en problemas financieros graves. Con una deuda considerable y sin la capacidad para generar ingresos suficientes para mantener la propiedad, el hotel fue forzado a declararse en bancarrota. Esta situación marcó un periodo tumultuoso en la carrera empresarial de Trump.
Trump Hotels y Casinos Resorts (2004)
En 2004, Trump Hotels y Casinos Resorts, la empresa matriz que englobaba los casinos y hoteles de Trump, se declaró en bancarrota. Con una deuda aproximada de u$s1.800 millones, la compañía no pudo evitar esta situación a pesar de sus intentos por reestructurar sus operaciones.
Trump Entertainment Resorts (2009)
La última quiebra significativa ocurrió en 2009 cuando Trump Entertainment Resorts, sucesora de Trump Hotels y Casinos Resorts, también se declaró en bancarrota. La recesión económica del 2008 tuvo un impacto severo en la industria del entretenimiento y Trump no pudo evitar las repercusiones.
Cómo impactaron estos fracasos empresariales en la carrera de Trump
En cada una de estas quiebras, Trump utilizó el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense, un recurso legal que permite a las empresas continuar operando mientras reestructuran sus pasivos. Este proceso les permite negociar con los acreedores y modificar sus obligaciones para intentar evitar un cierre total; sin embargo, esto frecuentemente implica pérdidas significativas para los accionistas y cambios en la propiedad.
En algunos casos, las empresas pudieron seguir funcionando tras la reestructuración; sin embargo, estas quiebras afectaron gravemente su reputación financiera. Aunque Trump logró salir con algunos activos intactos, estas experiencias evidencian las dificultades que enfrentó como empresario, contrastando con su imagen pública como magnate exitoso.
A pesar de estos fracasos empresariales, Donald Trump ha mantenido su estatus como una figura prominente en el mundo empresarial. Sus problemas financieros no han disminuido su fama ni influencia; al contrario, han contribuido a forjar una narrativa de resiliencia que lo impulsó al estrellato mediático y eventualmente a la política. No obstante, las seis quiebras siguen siendo un aspecto relevante de su legado y un recordatorio de que incluso los empresarios (y ahora también político) más exitosos pueden enfrentar grandes contratiempos financieros.