Veto al financiamiento universitario: hay optimismo en el Gobierno, pese a la pelea voto a voto
Tras la confirmación del apoyo de la mayoría de los diputados del PRO al veto, el oficialismo cuenta por estas horas voto a voto para alcanzar los 85 votos (del total 257) que necesita para ratificar la decisión del Presidente, Javier Milei, de vetar la ley de financiamiento universitario.
En el poroteo, el oficialismo especula que las ausencias y las potenciales abstenciones contribuirían a blindar el veto presidencial, firmado por Milei tras la masiva marcha universitaria que el miércoles pasado se realizó en respaldo a la ley aprobada por el Congreso semanas atrás.
Financiamiento universitario: Javier Milei confía en que logrará el veto en el Congreso
El objetivo del oficialismo es reunir, al igual que con la ley de actualización de las jubilaciones, un tercio de diputados para respaldar la decisión oficial, que logren enterrar finalmente la norma impulsada por la oposición.
Según los números que manejan en los despachos oficiales, LLA tendría garantizados a esta hora 81 votos, con lo cual está a 5 del número que blindaría el veto.
De todos modos, en esa cuenta quedan una docena de diputados todavía indecisos, que en su mayoría responden a gobernadores a los que el Poder Ejecutivo intenta convencer contrarreloj.
El arduo trabajo de sondear diputado por diputado antes de la sesión de mañana está a cargo del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el principal asesor de Karina Milei, Eduardo "Lule" Menem, y el jefe de bloque de La Libertad Avanza (LLA), Gabriel Bornoroni.
En ese marco, el oficialismo especula con que las ausencias y potenciales abstenciones es la llave con la que cuenta hasta el momento y que lo ponen con una leve ventaja sobre el arco opositor que respalda la ley.
El número que dota de optimismo al Gobierno
De acuerdo al sondeo que por estas horas está en manos de Menem, el oficialismo contaría con 34 de los 38 diputados del PRO, ya que Álvaro González y Héctor Baldassi anticiparon que votarán en contra, mientras que el santafesino, Héctor Stefani, avisó que no estará presente por razones personales.
Con todo, LLA alcanza las 73 voluntades si suman a todos los diputados que integran el bloque oficialista, que son 39, con Lilia Lemoine que está de viaje en Ucrania, pero que llegaría para la votación.
A ese número se le sumarían los dos diputados del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Eduardo Falcone y María Cecilia Ibáñez, en tanto que está en duda Oscar Zago, que también está de viaje, pero regresaría en estas horas.
En esa lista, LLA cuenta además a los tres legisladores del bloque Independencia que responde al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo. También, el oficialismo tiene garantizado el acompañamiento de cuatro de los cinco radicales díscolos, ya Luis Picat, Martín Arjol, Federico Tournier y Ricardo Campero, adelantaron su apoyo.
Según los cálculos del oficialismo, suman 81 los respaldos al veto, si es que finalmente la tucumana Paula Omodeo suma su apoyo para blindar el veto, es decir que le faltan 4 para ratificar la decisión del Gobierno.
También, podrían contribuir las ausencias del diputado de Encuentro Federal, Ricardo López Murphy, que avisó que no estará; al igual que el radical Fernando Carabajal.
La Libertad Avanza y el PRO, voto a voto
Por estas horas, la expectativa de LLA es seguir sumando voluntades para garantizar el blindaje al veto. En ese marco, el oficialismo espera contar también con el apoyo del bloque Innovación Federal, que sumaría otras dos voluntades.
Se trata de los salteños, Pablo Outes y Yolanda Vega, que responden al gobernador, Gustavo Sáenz. Sin embargo, no lograrían convencer a la titular del bloque, Pamela Calleti, que anticipó que votará en contra.
Otros que podrían sumar sus respaldos son el rionegrino Agustín Domingo y las sanjuaninas del bloque Producción y Trabajo, Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno. Estos tres diputados ya respaldaron el veto de Milei a la actualización jubilatoria.
En el oficialismo especulan además con el apoyo de los 4 diputados por Misiones: Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruíz, Daniel Vancsik que no aseguraron su apoyo, pero prometieron "no ir en contra" del Ejecutivo, con lo cual podrían optar por abstenerse o directamente por ausentarse en la sesión.
Del otro lado, en total, los votos en contra del veto sumarían unas 160 voluntades: 99 UP; 27 UCR; 14 Encuentro Federal; 6 CC; 5 Izquierda; 2 Santa Cruz, a los que se suma la exlibertaria, Lourdes Arrieta (Fuerzas del Cielo); los 2 del PRO (Alvaro González y Héctor Baldassi) y los 3 salteños que responden al gobernador Gustavo Sáenz.
Diputados: ¿cómo influyen las ausencias y las abstenciones?
En la votación original, el 15 de agosto, la ley se aprobó con 143 votos a favor, 77 en contra, una abstención y un inusualmente alto número de ausentes: 35.
Por eso algunos bloques recuerdan que el Art 83 de la Constitución establece que "desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen: esta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. (…)".
En tanto, el Art 197 del reglamento de la HCDN establece la obligación del voto de los diputados, pero afirma que, autorizado por la Cámara, el legislador puede dejar de votar.
Asimismo, en el artículo 197, se afirma que "ningún diputado podrá dejar de votar sin permiso de la Cámara, ni protestar contra una resolución de ella; pero tendrá derecho a pedir la consignación de su voto en el acta y en el Diario de Sesiones".
Con lo cual, por definición, la abstención es un no voto, ya que en Diputados no hay una limitación como en el Senado (art 212 de su reglamento) que establece que las abstenciones se "descuentan" del quórum una vez aprobadas.
En idéntico sentido a este, fue la insistencia de la Ley 27.756 de movilidad jubilatoria, y tal como figura en el acta de votación, el tipo de mayoría es dos tercios, pero la base de la mayoría es votos emitidos, es decir, la sumatoria de afirmativo más negativo.
Con todo, la abstención se descuenta de la base del cálculo, al igual que los ausentes, y la única diferencia es que se contabilizan para el quórum, cuestión que está descartada que se logrará.