Chau SUBE: estos son los nuevos medios de pago para viajar en colectivo
La tarjeta SUBE, hasta hace poco el único medio de pago para el transporte público en Argentina, dejará de ser la única opción, según lo establecido en el Decreto 698/2024 publicado en el Boletín Oficial. Esta decisión del Gobierno argentino busca diversificar los métodos de pago en colectivos, trenes y subtes, permitiendo la inclusión de nuevas tecnologías y facilitando el acceso al transporte público.
El anuncio se realizó tras una serie de mesas de trabajo que involucraron a la Secretaría de Transporte, el Banco Nación, el Banco Central, Nación Servicios y representantes de diversos medios de pago.
El objetivo es fomentar una mayor inclusión financiera y mejorar la experiencia del usuario en el transporte público. La inclusión de métodos de pago electrónicos y aplicaciones bancarias responde a una tendencia global hacia la digitalización y la modernización de los sistemas de pago.
¿El fin de la Tarjeta Sube?: estos son los nuevos métodos de pago
Con la implementación de esta medida, se habilitarán varias formas de pago:
- Tarjetas de crédito y débito
- Billeteras virtuales
- Aplicaciones bancarias
A pesar de la variedad de opciones, aún no se ha definido una fecha exacta para la disponibilidad de estos nuevos métodos. Las autoridades han indicado que en los próximos meses se anunciarán las condiciones y características de la apertura del sistema, así como las etapas de implementación en los diferentes modos de transporte a nivel nacional.
Transporte: etapas de Implementación de los nuevos cuatro medios de pago
El proceso de implementación se dividirá en varias etapas:
- Primera etapa: Se iniciará en septiembre u octubre con una prueba piloto en colectivos de dos localidades del interior del país. Esta fase permitirá evaluar la efectividad del sistema en un entorno controlado.
- Segunda etapa: Entre octubre y noviembre, se llevará a cabo la adaptación de los molinetes en el tren Urquiza y en los subtes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Esta fase será crucial para integrar los nuevos métodos de pago en el sistema de transporte más utilizado del país.
A medida que avance el año, se espera que se sumen nuevas localidades y modos de transporte, incluyendo el resto de las líneas de trenes y los colectivos en todo el país. La instalación de antenas en aproximadamente 30-000 unidades de colectivos a nivel federal se realizará de forma gradual, lo que implica que la implementación completa tomará tiempo.
Qué pasará con la Tarjeta SUBE y los beneficios sociales
La tarjeta SUBE no será eliminada; continuará funcionando como hasta ahora, pero se convertirá en una de varias opciones para el pago del transporte público. Este sistema seguirá desempeñando un papel fundamental en la fiscalización de los servicios prestados por las empresas de transporte y en la gestión de subsidios para los usuarios. En las próximas semanas, se esperan nuevos anuncios relacionados con productos y servicios vinculados a la tarjeta SUBE.
Un aspecto importante de la nueva medida es cómo afectará a los usuarios que dependen de tarifas sociales o del boleto estudiantil. El acceso a la tarifa social seguirá realizándose exclusivamente a través de la tarjeta SUBE. Aquellos que ya cuentan con este beneficio no necesitarán realizar trámites adicionales y podrán seguir utilizando el sistema como lo han hecho hasta ahora.
A largo plazo, se está trabajando para que estos beneficios puedan integrarse a otros métodos de pago. El Boleto Estudiantil también mantendrá su funcionamiento actual, tramitándose en los distritos correspondientes y aplicándose a través de la tarjeta SUBE. Los descuentos por integración de la Red de Transporte seguirán siendo exclusivos para la tarjeta SUBE hasta que se complete la implementación de los nuevos métodos de pago en todos los modos de transporte.
Desde el Gobierno se ha aclarado que la implementación de estos nuevos métodos de pago no generará gastos extraordinarios para el Estado Nacional. El financiamiento para el desarrollo y la implementación de estas tecnologías recaerá en el sector privado, lo que permite al gobierno avanzar en la modernización del sistema de transporte sin comprometer recursos públicos adicionales.