Desafíos en la industria textil: Rivatex y sus pérdidas millonarias

Una auditoría reciente ha revelado que las pérdidas acumuladas ascienden a casi 3 mil millones de chelines, tras haber reportado pérdidas de 347.6 millones de chelines al cierre del año fiscal de junio de 2023. Este panorama pone en serio riesgo la viabilidad futura de esta empresa estatal.

Un sueño que no se materializó

Durante su mandato, Kenyatta apostó por fortalecer el sector manufacturero para generar empleo, especialmente para los jóvenes. La revitalización de Rivatex fue uno de los proyectos estrella de Kenia Visión 2030. Fundada en 1975, Rivatex estaba destinada a convertirse en un proveedor clave de telas y prendas tanto a nivel local como regional. Sin embargo, tras tres años de éxito inicial, la empresa cayó en una espiral de mala gestión que culminó con su cierre en el año 2000.

La Universidad Moi asumió el control de Rivatex en 2007, utilizando sus instalaciones para fines educativos y de producción. En 2019, el gobierno aprobó un presupuesto de 6 mil millones de chelines para modernizar y expandir la planta, con el objetivo de aumentar la capacidad de producción de 5.000 a 30.000 metros de tela diarios. También se firmaron acuerdos con condados productores de algodón para apoyar a los agricultores y aumentar la producción.

En 2021, el entonces director ejecutivo, el profesor Thomas Kipkurgat, anunció que Rivatex estaba en camino de crear más de 3.000 empleos directos, beneficiando principalmente a los jóvenes. Sin embargo, tres años después, estos objetivos siguen sin cumplirse, y muchos jóvenes kenianos han buscado ingresos en sectores no tradicionales, como los casinos online y el comercio electrónico.

Factores que contribuyen a las pérdidas de Rivatex

La administración de Rivatex atribuye sus pérdidas a la falta constante de materias primas, como el algodón, y al alto costo de insumos operativos, como mano de obra, electricidad, agua y combustible. Esta situación no es exclusiva de Rivatex; muchas otras empresas manufactureras en Kenia enfrentan desafíos similares.

En los últimos diez años, alrededor de 30 empresas manufactureras han cerrado sus plantas en Kenia. Otras han optado por reducir su tamaño para manejar los costos operativos. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia (KNBS), el sector manufacturero creció solo un 1.3% en el primer trimestre de 2024, comparado con el 1.7% del mismo período del año anterior, representando el crecimiento más lento en 16 años.

Desempeño general de la industria manufacturera en Kenia

El sector manufacturero de Kenia ha tenido dificultades para recuperarse desde 2022, cuando la tasa de crecimiento cayó al 2.7% desde el 7.3% del año anterior. Los altos costos de electricidad y los desafíos regulatorios son las principales causas del pobre desempeño. Los fabricantes kenianos pagan aproximadamente $0.17 por unidad de electricidad, casi cinco veces más que en Egipto y Etiopía, donde el costo es de $0.03 por unidad. En Sudáfrica, los fabricantes pagan $0.07 por unidad, significativamente menos que en Kenia. Además, los fabricantes locales deben competir con importaciones baratas que inundan el mercado.

Iniciativas para revitalizar el sector

A pesar del panorama desalentador, la Asociación de Fabricantes de Kenia (KAM) está trabajando para revertir la situación. En su Agenda de Prioridad de Manufactura 2024 (MPA) y el informe Agricultura para la Industria (A4I), KAM presentó una hoja de ruta para mejorar la competitividad y el crecimiento del sector manufacturero. Se han logrado algunos avances, como la finalización de la Política Nacional de Impuestos, la eliminación del IVA en servicios exportados y la provisión para reclamar el IVA en los cargos de la Autoridad Portuaria de Kenia (KPA).

Perspectivas futuras

Si se implementan las estrategias delineadas en los informes, Kenia podría escalar su sector manufacturero y establecer una trayectoria hacia un futuro más robusto. El gobierno sigue comprometido con su objetivo de que la industria manufacturera contribuya con un 20% al PIB para 2030 y genere al menos un millón de empleos anualmente.

En resumen, Rivatex y el sector manufacturero de Kenia enfrentan desafíos significativos. La falta de materias primas, los altos costos operativos y la competencia de importaciones baratas son obstáculos a tener en cuenta. Sin embargo, con las estrategias adecuadas y el apoyo gubernamental, existe la esperanza de una revitalización efectiva que beneficie a la economía y a la población de Kenia.