Cerró una histórica planta alimenticia en Mendoza y despidieron a todo el personal
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En medio de un crecimiento del desempleo en la Argentina, la histórica planta alimenticia Canale cerró sus puertas en la ciudad mendocina de San Rafael, y dejó en la calle a casi 40 empleados.
La planta contaba con 22 empleados efectivos y 16 empleados temporarios. El cierre afecta a alrededor de 40 familias que viven en el este del departamento.
Las instalaciones comenzaron a funcionar en 1942, cuando fue fundada. Comenzó con la producción de tomates para luego ampliarla a conservas de durazno, pimientos, dulces y mermeladas.
Luego de declarar la quiebra en 2016 la planta pasó por varios dueños, como Dulcor y AVA SA.
El cierre de Canale y la crisis de las empresas
El intendente de San Rafael, Omar Félix, responsabilizó al Gobierno nacional por el cierre: ‘’Primer efecto de reactivación económica luego de aprobar la ley bases, cierre definitivo de la planta fabril de Canale en Real del Padre, 38 empleados despedidos. Sin palabras’’, posteó Félix.
Por su parte, Pablo Lambert, gerente Financiero de la empresa AVA, propietaria de la marca Canale, dijo que esta medida forma parte de un "proceso de reestructuración". La producción pasará a estar ubicada en Ugarteche, Luján de Cuyo, según reportaron diarios mendocinos.
En el primer trimestre de 2024, Mendoza tuvo un 4,8% de desocupación. En el Gran Mendoza se crearon 4.000 puestos de trabajo, una baja del 0.8% en desocupación.
Si bien representa un descenso comparado al año anterior, donde el dato era del 5,6%, Mendoza lidera el ránking de desocupación en Cuyo, por encima de San Juan y San Luis.
Desde el Gobierno provincial aseguraron que esta situación tiene que ver con "estrategias políticas para la promoción y acompañamiento a la inversión privada’', como el Programa Entrelazados. Expertos también mencionan que la caída de la actividad en la provincia no ha sido tan profunda como en el resto del país.
La trayectoria de Canale con 150 años
Canale cuenta la historia de una familia italiana que vendió los primeros bizcochitos argentinos y su apellido se convirtió en marca registrada, sumando luego otros productos como mermeladas, conservas, galletitas e incluso la pesca.
El genovés José Canale llegó a Argentina en 1860, se casó y abrió una panadería en Defensa y Cochabamba. Para fines del siglo XIX su negocio ya era famoso en el barrio, pero Canale murió joven y su mujer e hijos se hicieron cargo del emprendimiento.
Fue así como Amadeo, uno de sus hijos mayores, decidió cambiar el perfil de la empresa y viró de panadería a fábrica de galletitas. A su vez, él es considerado el artífice del clásico bizcochito Canale. Además de ayudar en el negocio familiar, Amadeo trabajaba en un banco, pero una vez que ingresó por completo a la firma, ahí se quedó hasta 1940.
En 1910 Canale abrió su icónica fábrica frente a Parque Lezama,. Uno de los hermanos de Amadeo, Humberto, en 1909 fundó su propia bodega.
Durante la posguerra, la compañía se diversificó y amplió sus productos con fideos, mermeladas, conservas y harinas. Sin embargo, en 1983 entró en concurso de acreedores debido a que la política económica del ministro Martínez de Hoz y algunas inversiones fallidas habían complicado sus finanzas. Pero eso no fue todo, sino que, además, un incendio en su planta que la obligó a tercerizar la producción por dos años.
Recién en 1986 logró superar la situación concursal, pero sus ventas no eran las mismas. Fue en 1994 cuando decidieron vender parte de la empresa a la familia Macri, que adquirió el 71%.
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Canale llegó a tener varios centros de producción: una fábrica de hojalata, tres de conservas (Mendoza, Río Negro y Mar del Plata) y la de panificados en Barracas. No obstante, en 1999 volvió a cambiar de manos y pasó a la estadounidense Nabisco que al poco tiempo se lo traspasó a Kraft.