De cuánto es la jubilación que Anses le paga a Cristina Kirchner

El sistema previsional argentino se encuentra en plena crisis. Las actualizaciones de haberes por decreto y más mecanismos; las jubilaciones de privilegio y otros regímenes exclusivos, por los cuales se otorgan montos más altos o se permiten retiros antes de cumplir los 60 (mujeres) o 65 años (hombres), terminaron causando estragos.

En este contexto, los expresidentes continúan cobrando exuberantes montos debido a su paso por el sillón de Rivadavia.

Cuánto cobra Cristina Kirchner de jubilación

Uno de los casos más emblemáticos es el de Cristina Fernández de Kirchner, que fue dos veces presidenta, una vez vice y ocupó cargos en el Senado y en otros organismo a lo largo de su trayectoria en la política.

En esta línea, según la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), la ex mandataria cobró en enero de este año $14.548.836 en bruto. Esta cifra se conforma de la siguiente manera:

• Pensión no contributiva como ex presidenta: $8.107.506,01
• Pensión de su ex esposo y ex presidente Néstor Kirchner: $6.441.330

Vale aclarar que estos montos no contemplan deducciones ni suplementos (antigüedad, compensación jerárquica o adicional por zona desfavorable), además de que se fueron actualizando mes a mes.

Para tener noción, en diciembre de 2023, la jubilación mínima era de 105.713 pesos, por lo que la ex jefa de Estado cobró el equivalente a 142 jubilaciones mínimas (sin tener en cuenta el bono pagado en aquel mes).

Sólo en 2023, Cristina Fernández cobró $93.622.678 en total.

Otro dato relevante es que en enero del año pasado, el monto mensual que la exfuncionaria cobraba era de $4.953.442, por lo que en 17 meses, sus haberes crecieron cerca de un 200%.

En enero de 2024, Cristina Kirchner cobró casi 15 millones de pesos entre jubilación y pensión.

¿Sin gas por la motosierra?: Cristina Kirchner calentó el debate

Era imposible que Cristina Kirchner la dejara pasar: después de años de haber sufrido en carne propia las críticas por los cortes masivos de electricidad en los barrios porteños y por la interrupción del suministro de gas a la industria -el colmo para un gobierno que se jactaba de priorizar a la producción-, decidió aprovechar la nueva coyuntura para pasar sus facturas políticas. Así, ante los cortes en el suministro de GNC y la interrupción de gas por la suba de la demanda generada por la ola de frío, el tema volvió a politizarse.

Cristina no dudó en atribuir la actual crisis a dos defectos atribuibles a la gestión de Javier Milei: la interrupción indiscriminada de la obra pública -que imposibilitó una mayor inyección de gas a la red- y una mala gestión en los funcionarios que tienen a su cargo la compra de barcos gasíferos.

"La idea de ¡superávit fiscal o muerte!, como todo dogma (excepto los de la fé), está destinado al fracaso. La paralización de obras absolutamente complementarias pero imprescindibles (léase compresores) al gasoducto Néstor Kirchner (auténtica obra pública estructural) bajo el slogan para redes de "no hay plata", revelan la falta de conocimiento o la confusión que hay en torno al concepto de gasto público, sobre todo cuando ese gasto es en realidad una inversión porque permite que el Estado evite gastos mayores posteriores", escribió en su cuenta de la ex Twitter.