Trama secreta de la causa AMIA: las claves de la investigación que concluyeron en el histórico fallo de la Justicia
El primer indicio firme de la pista iraní fue el Informe AMIA que el ex director de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Miguel Angel Toma terminó de elaborar en diciembre de 2002 con el entonces director de Operaciones de ese organismo, Antonio "Jaime" Stiuso, en base a una investigación de al menos cinco años con la colaboración de diversos organismos de inteligencia extranjeros.
Según pudo saber iProfesional, ese fue un punto de inflexión político que culminó este jueves con la sentencia definitiva de la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, que determinó que la República Islámica de Irán fue responsable del atentado a la AMIA de 1994 que dejó 85 muertos.
El fallo describió a Irán como "Estado terrorista" y autor de un delito de "lesa humanidad". Esto significa que podrá ser castigado sin límites de tiempo y de lugar, en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento.
AMIA: cómo se gestó el fallo de la Cámara Fedeal de Casación Penal
El fallo de los jueces Carlos Mahiques, Angela Ledesma y Diego Barroetaveña comenzó a gestarse en 1999, cuando el agente Stiuso viajó en una operación especial a Alemania para entrevistar al llamado Testigo "C" que había sido aportado por el BND, el servicio de Inteligencia de ese país, en colaboración con la Argentina.
Algunas fuentes que participaron del entonces gobierno de Carlos Menem aseguran que el Testigo C había sido puesto a disposición de la ex SIDE en 1996. En aquel momento, había viajado el entonces jefe de Sala Patria, Patricio Pfinnen, una dirección de la Secretaría que investigaba los temas relacionados con el exterior en la gestión del ex Señor 5 Hugo Anzorreguy. Pero la investigación no avanzó.
El servicio de inteligencia de Alemania, el BND, había informado a la SIDE de entonces, que había un funcionario que había desertado de la República Islámica de Irán que tenía información clave de cómo se había decidido el ataque.
Por entonces, gobernaba el ex presidente Carlos Menem. En los círculos de inteligencia de la calle 25 de Mayo comenzó a hablarse del Testigo "C", que había revelado la génesis del atentado a la AMIA. Era el tercero en la cadena de mandos de la inteligencia de la República Islámica de Irán.
Su nombre era Abul Hasem Mesbashi y estaba bajo protección de la inteligencia de Alemania. Según recuerdan viejos funcionarios del menemismo, el primero en ir fue Patricio Pfinnen, y luego fue Antonio Stiuso, director de Operaciones, con un grupo de investigación de media docena de agentes de su dirección en la ex SIDE.
Por entonces, el juez federal de la causa AMIA era Juan José Galeano, que estuvo al frente desde 1994 hasta 2003. Cuando apareció el Testigo "C", el rumbo caótico de la investigación de Galeano comenzó a tomar un giro. Hasta entonces se había investigado la llamada "pista siria", que conducía a la sospecha sobre Alberto Kanoore Edul, conocido de la familia Menem, pero la investigación navegaba sin rumbo en los tribunales y con denuncias de encubrimiento.
Entre las misiones especiales de 1996 y de 1999, las investigaciones comenzaron a cotejarse con información de otros servicios de inteligencia extranjeros, como la CIA, de los Estados Unidos, y el Mossad, de Israel, entre otros.
La declaración del ex agente iraní arrepentido
Según el ex agente iraní arrepentido, la decisión para ejecutar el ataque a la AMIA se tomó en 1993 en el Comité para Operaciones Especiales (Omure Vijeh), que entonces estaba compuesto por las más altas autoridades religiosas y políticas del régimen iraní, bajo la instigación de la Oficina de Seguridad e Inteligencia iraní.
El móvil del ataque era una represalia ejemplificadora por las políticas de Menem de acercamiento a los Estados Unidos e Israel, al enviar en 1990 las naves argentinas a la Guerra del Golfo. Eso marcó un alineamiento con Washington.
La decisión del atentando fue tomada, según ese informe, por el llamado Comité de Asuntos Especiales, conformado en esa ocasión por Alí Khamenei -Guía Espiritual del país-, Alí Akbar Rafsanjani, Alí Akbar Velayati y Alí Fallahijan, en una reunión celebrada el l4 de agosto de 1993 en la ciudad iraní de Mashad, según fuentes de inteligencia argentinas.
Entre quienes desempeñaron roles específicos figuraban dos funcionarios diplomáticos con base en Buenos Aires: Mohsen Rabbani, por aquel entonces consejero cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires y a quien se lo considera uno de los principales organizadores del atentado, y también Ahnmad Reza Ashgari, tercer secretario de la embajada iraní.
Además, las declaraciones del Testigo C inculpaban en la organización del atentado a otros seis funcionarios de la primera línea del régimen iraní:
- Alí Akbar Hashemi Bahramie Rafsanjani, presidente de Irán entre 1989 y 1997.
- Alí Fallahijan, ministro de Información y Seguridad de Irán entre 1989 y 1997.
- Alí Akbar Velayati, ministro de Relaciones Exteriores de Irán entre 1981 y 1997.
- Mohsen Rezai, comandante de la Guardia Revolucionaria (Pasdarans), entre 1981 y 1997.
- Imad Fayez Moughnieh, jefe del Servicio de Seguridad Exterior del Hezbollah.
- Ahmad Vahidi, comandante de las Fuerzas Quds entre 1989 y 1998.
Entre 1999 y 2001 gobernó el ex presidente Fernando de la Rúa, que cayó en diciembre de 2001 por la crisis económica, y el Informe AMIA vio la luz recién cuando gobernaba el ex presidente interino Eduardo Duhalde, en diciembre de 2002, con la gestión en la SIDE de Miguel Angel Toma.
Stiuso fue enviado en junio por Toma a Alemania, donde estaba escondido el Testigo C, para afinar toda la información que había. Viajó con una media docena de agentes de Operaciones. Al regresar, Toma consideró que había que hacer un informe y darle un fuerte relieve para judicializarlo.
En octubre de 2002, Toma viajó a los Estados Unidos con Stiuso a entrevistarse con el entonces jefe de la CIA, George Tenet, que los recibió con importantes miembros de la inteligencia norteamericana. Al ver la información, Tenet consideró que era la clave para esclarecer el atentado a la AMIA y le ofreció a Toma la más absoluta colaboración de los Estados Unidos.
Incluso, hubo una condecoración secreta de la CIA a Toma.
En función de esa nueva alianza, Tennet le ofreció a Toma ponerse a disposición de la Argentina para lo que necesitara el gobierno de Duhalde. En aquel momento, el país estaba en default con los acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la crisis de 2001.
Toma le explicó a Tenet que la Argentina se enfrentaba a un serio problema financiero. "Tenemos un vencimiento con el FMI en diciembres, pero no tenemos el dinero para afrontarlo. Sería bueno si su gobierno puede hacer algo para que el FMI pueda financiarnos el pago", le dijo. Se trataba de más de u$s2.300 millones. Tenet se comprometió a gestionarlo.
En pocas horas, el titular de la CIA le informó a Toma que había logrado que el gobierno de los Estados Unidos de George W. Bush destrabara ese favor del Fondo, donde el pais del Norte es el principal accionista. El ex titular de la SIDE (ahora la AFI) se lo comunicó a Duhalde y al entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna.
El inicio de una cooperación entre Argentina, EE.UU. e Israel
De ese modo, comenzó una cooperación fluida entre la Argentina, los Estados Unidos e Israel para seguir avanzando en la causa AMIA. Cuando asumió el ex presidente Néstor Kirchner, en 2003, ratificó a Lavagna como ministro y también le dio continuidad a esa política exterior porque advirtió que los problemas financieros eran la prioridad y para ello debía mantener el vínculo con los EE.UU e Israel.
Es asi como en todos los viajes a los Estados Unidos, Kirchner comenzaba por visitar al Comité Judío Mundial y prometía en todas las asambleas generales de las Naciones Unidas (ONU) que seguiría investigando el atentado hasta las últimas consecuencias al tiempo que reclamaba al régimen iraní que los ocho acusados comparecieran ante los tribunales de la Argentina, aunque el juez había cambiado y era el polémico Rodolfo Canicoba Corral.
En 2004, Kirchner designó al fiscal federal Alberto Nisman al frente de la Unidad AMIA, en una decisión que tomó junto con el autor de la investigación Antonio Stuiso. Desde entonces, Stiuso y Nisman colaboraron en la investigación. Nisman hacia las presentaciones judiciales en base, en gran medida, a las investigaciones de Stiuso.
El apoyo del gobierno kirchnerista a Stiuso se terminó luego de la muerte de Néstor Kirchner, en 2010. Desde 2007 la presidenta era Cristina Kirchner, que en 2011 comenzó a padecer un fuerte deterioro en la relacion con los Estados Unidos e Israel porque los problemas con los fondos buitres no tenían solución y porque Venezuela la acercaba a Irán.
En 2011, Cristina Kirchner firmó el Pacto con Irán para juzgar el atentado a la AMIA en Teheran con una "comisión de la verdad", y tomarle declaración a los acusados en Teheran, lo cual fue considerado por la comunidad judía como un acto de encubrimiento a Irán. En 2012, Cristina Kirchner anunció el Memorandum con Irán en la asamblea de las Naciones Unidas, lo cual fue condenado por todas las entidades de la comunidad judía.
Stiuso declaró años despues que en 2011 el entonces número dos de la SIDE, Francisco Larcher, le ordenó de parte de Cristina Kirchner que debían abandonar la "pista iraní" en una reunion donde estaba otro importante director de la SIDE Alberto Mazzino. Stiuso le dijo a Larcher que era un pedido imposible de cumplir porque su compromiso con otros países y sus organismos de inteligencia lo tornaban inviable.
El comienzo de una "guerra de espías"
Fue entonces cuando comenzó a quebrarse la relacion entre la inteligencia kirchnerista y Stiuso. Al frente de los espías K estaban el director de Reunion Interior, Fernando Pocino, y el jefe del Ejército, general Cesar Milani, que controlaba la inteligencia militar. La ex presidenta le había dado todo el poder y el presupuesto a Milani para desgastar a la ex SIDE, en desmedro del ala de Stiuso y de Nisman.
Comenzó entonces una guerra de espías entre el ala de Stiuso/Nisman contra Pocino/Milani. Un episodio fue la muerte de Pedro Tomás "Lauchón" Viale, un agente de Stiuso que investigaba el narcotráfico en el conurbano.
Stiuso comenzó a motorizar causas de corrupción en contra de varios funcionarios del kirchnerismo. Eso terminó en 2014, cuando Cristina Kirchner descabezó la ex SIDE, echó a Héctor Icazuriaga, un jefe sin poder, y a Larcher, y en cambio nombró a Oscar Parrilli y le cambió el nombre a la Secretaría de Inteligencia (SI) por el de Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Eso ocurrió en diciembre de 2014.
También fue removido Stiuso con más de cien agentes, entre ellos dos funcionarias especializadas en temas islámicos y que hablaban todos los idiomas del mundo musulmán. Nisman entró en emergencia porque perdió el principal apoyo en la SIDE y comenzó a preocuparse.
En enero viajó con sus hijas a España y, según fuentes de seguridad, recibió la información de que la entonces Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, iba a removerlo de la causa AMIA. Regresó de urgencia a Buenos Aires y denunció el miércoles 14 de enero el encubrimiento a Irán por parte de Cristina Kirchner y de la inteligencia kirchnerista. Su principal prueba era el Memorandum con Irán. Ese día anunció que el lunes siguiente, el 19, informaría todo en el Congreso y en forma pública.
Pero el domingo 18 de enero apareció muerto en su departamento de Puerto Madero con un balazo en la cabeza. La causa que instruye el juez federal Julián Ercolini está caratulada como homicidio agravado y aun no tiene avances significativos. El fiscal es Eduardo Taiano.