Luces amarillas para Milei: el FMI advierte por un descalabro social y no aprueba el plan de dolarización
No fueron todas buenas noticias para Javier Milei. El Presidente recibió a la subdirectora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, y se llevó la sorpresa de que la visitante mostró serios reparos en la sostenibilidad del plan de ajuste, con "licuadora" y "motosierra". Con lenguaje diplomático, la número dos del FMI elogió el resultado fiscal, pero le pidió que atienda a los más vulnerables y a los jubilados.
"No le fue muy bien a Milei, estaba con cara de pocos amigos", señaló una alta fuente presidencial al terminar el encuentro a iProfesional. De hecho, es inusual la visita del número dos del Fondo a un pais, porque se estila la visita de los delegados del staff del organismo de la línea inferior. Ademas, el viaje fue sorpresivo. Hay preocupación en el FMI por las condiciones de gobernabilidad de Milei. También fue sugestiva la visita del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que visitará hoy a Milei en la Casa Rosada.
Por otra parte, la oficina del vocero presidencial, Manuel Adorni, no emitió ningún comunicado y los voceros habituales no quisieron hacer declaraciones. Las fuentes presidenciales no contestaban las preguntas.
El propio Milei hizo luego declaraciones televisivas en las que señaló que el superávit financiero logrado en enero había generado fuerte admiración en Gopinath. También propuso una ley para meter presos a los funcionarios y legisladores que financien gastos con emisión monetaria.
Qué preocupa al FMI del plan Milei
Sin embargo, no todas fueron rosas. "Gopinath se mostró preocupada e hizo planteos por la falta de pagos o diferimiento de ellos por parte del Estado, la falta de aumentos a los jubilados y a los salarios, la demora de pagos a proveedores y no transferir alimentos para los sectores vulnerables", señalaron fuentes de la Presidencia a iProfesional.
Lo mismo había expresado Gopinath el miércoles último en la reunion con el ministro de Economía, Luis Caputo, que tampoco hizo comunicación del encuentro. En ese encuentro participaron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el representante argentino ante el Fondo, Leo Madcur.
Según aseguraron fuentes oficiales, la verdadera preocupación del Fondo es la consecuencia social y la ingobernabilidad del ajuste: considera que Milei hizo un ajuste fiscal demasiado ortodoxo, con una devaluación del 118%, la liberación de los precios de los combustibles, los alimentos, las prepagas y las tarifas, casi al mismo tiempo. La inflación trepó de 12% en noviembre a 25,5% en diciembre y a 20,6% en enero y se estima un 15 en febrero.
Pero al mismo tiempo mantuvo pisados o congelados los sueldos, las jubilaciones y los ingresos del sector privado. Muchos economistas liberales aseguran que el ajuste, a modo de "licuadora", aumentando la inflación al máximo, para generar una recaudación extraordinaria, y congelando los gastos, no es sostenible en el tiempo. También podría provocar una fuerte recesión, desempleo y caída de consumo, además de un desahorro de familias y Pymes, que usan sus ahorros en dólares para pagar gastos corrientes.
En el sector pasivo, millones de jubilados quedaron con sus ingresos demasiado atrasados y solo se anunciaron aumentos para marzo del 27% y un bono de 70.000 pesos, cuando la inflación acumulada en diciembre y enero es de 51% y todavía está por verse la de febrero, que rondaría 15%.
Por otra parte, la número dos del FMI conoce que la mayoría de los trabajadores registrados en la Argentina perforó la línea de la pobreza porque ganan menos de 600 mil pesos, el piso de ingresos para no ser pobre. Además, Gita Gopinath trajo el mandato de staff del Fondo de examinar el ánimo en la oposición, los sindicalistas y los empresarios y economistas porque en Washington preocupa la gobernabilidad de Milei. El fracaso de la Ley Bases, de desregulación de la economía, y del DNU 70, que tiene dificultades en el Congreso y en la Justicia, también encendieron las alarmas. Preocupa el estilo y la falta de gobernabilidad de Milei.
"El Fondo no puede fracasar otra vez en la Argentina, porque ya fracasó muchas veces y esta vez tiene que acertar. Antes, al kirchnerismo y a Sergio Massa le pedía más ajuste fiscal, pero ahora se invirtieron los roles y a Milei le tiene que pedir más gasto, porque éste es más papista que el Papa, hace más ajuste de lo que pide el Fondo y eso es peligros", dijo a IProfesional un funcionario del Gobierno.
"El ajuste es bueno en lo fiscal, pero puede ser insostenible porque el Estado no hizo un recorte estudiado, sino que pisó y postergó pagos y transferencias a las provincias y a jubilados", dijo otra fuente oficial. "No fue buena la reunión porque todo eso hay que pagarlo alguna vez. Hay que hacer compras para el Estado, contrataciones, pagar bonos a jubilados, aumentar los haberes: se demora la deuda solamente, pateas para adelante gastos", señaló la fuente.
El Gobierno busca un desembolso adicional del FMI
Por otra parte, señalaron en la Casa Rosada que en agosto se termina el primer tramo del acuerdo con el Fondo y hay que renovarlo. La Argentina tendrá que comenzar a amortizar capital e intereses y buscará que el FMI haga un desembolso adicional de 1.300 millones de dólares.
Para poder seguir postergando pagos y recibiendo préstamos para pagar, el Fondo impondrá la condición de que no se avance en la dolarización, algo que le quedó claro a Milei despues de la reunión de este jueves.
En el equipo de Gita Gopinath también transmitieron las preocupaciones por la suerte de los acuerdos con los gobernadores, a los que Milei llamó "sátrapas y traidores" y con los diputados y senadores a los que calificó de "ratas, basuras, sátrapas y soretes" en recientes declaraciones.
Con ese nivel de confrontación, presumen en el Fondo, será dificil aprobar la Ley Bases y que el Congreso apruebe el DNU 70 que está impugnado en la Corte Suprema y en varios juzgados contenciones y laborales.
El FMI mira de reojo la dolarización
Gopinath no es partidaria de la dolarización, lo cual no gustó a Milei, y varios economistas también la consideran inconveniente, ademas de que sostienen que el superávit fiscal de enero es dificil de sostener, la misma duda del Fondo. Esas dudas fueron las que hicieron al FMI decidir el viaje sorpresivo de Gopinath para ver a Milei, Caputo, Bausili, Posse, la CGT y a economistas y empresarios. Asimismo, pidió que haya mayor concenso político en el Congreso.
La número dos del Fondo recibió en las oficinas del FMI en CABA al representante internacional de la CGT, el titular del sindicato de la construcción, Gerardo Martínez. Según el sindicalista, su línea argumental fue que "sin paz social nada se puede hacer" y que "se necesita un plan economico fiscal pero por sobre todo productivo". El sindicalista dijo a iProfesional que "no hay fuerza politica que en la soledad pueda resolver los problemas estructurales que padece la Argentina. El diálogo es una llave maestra para resolverlos". La funcionaria entendió el mensaje.
No había que ser tan perspicaz para deducir que la CGT señala que si no hay diálogo y el Gobierno no se apoya en otras fuerzas políticas para llegar al consenso, con políticas productivas, peligrará la paz social, con todo lo que significa.
Tras la reunión de Gita Gopinath con Caputo, Bausilli, Posse y Madcur, había emitido un escueto documento que de decía que había tenido "una discusión productiva" con esos funcionarios. Hablo de discusión, no de diálogo. Señaló luego que hablaron de "los esfuerzos en curso para restaurar la estabilidad macroeconómica, proteger a los vulnerables y fortalecer las perspectivas de crecimiento en Argentina".
Las tres conclusiones que se llevó el FMI
Tres conclusiones: no hay estabilidad aún, no están protegidos los sectores vulnerables y no habrá crecimiento por ahora. De hecho, el FMI estima que la economía caerá 2,8% en 2024 y que la recesión no tendrá un rebote rápido, como señaló Javier Milei recientemente.
El Fondo Monetario considera que el superávit se logró sobre la reducción de 32% del gasto real en jubilaciones, que considera insostenible desde el punto de vista social y político. Paradógiamente, el FMI ya no pide ajuste sino prevenir las consecuencias de un ajuste.
En su comunicado final, Gita Gopinath señaló que tuvo una "excelente primera visita a Buenos Aires". Y dijo sugestivamente: "He podido aprender más sobre los avances que se están logrando, pero también sobre las dificultades que enfrenta el pueblo argentino".
"Escuché de primera mano a una amplia gama de partes interesadas, quienes compartieron sus ideas sobre cómo abordar los desafíos del país y aprovechar su vasto potencial", agregó la representante de Kristalina Giorgieva.
La segunda del FMI fue diplomática: "En mis reuniones con el Presidente, Javier Milei, y su equipo económico (Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, Ministro de Economía, Luis Caputo, y Presidente del BCRA, Santiago Bausili), reconocí los importantes esfuerzos para restablecer la estabilidad macroeconómica mediante el establecimiento de un fuerte ancla fiscal. Las medidas iniciales están empezando a dar frutos, aunque el camino por recorrer sigue siendo complicado. Será necesaria una política monetaria y cambiaria consistente y bien comunicada para seguir reduciendo la inflación de manera duradera, reconstruir las reservas y fortalecer la credibilidad".
También hubo una fuerte advertencia: "Dados los costos de estabilización a corto plazo, son esenciales esfuerzos sostenidos para apoyar a los segmentos vulnerables de la población y preservar el valor real de la asistencia social y las pensiones, así como para garantizar que la carga del ajuste no recaiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras. Trabajar de manera pragmática para generar apoyo social y político también es fundamental para garantizar la durabilidad y eficacia de las reformas".
"Mensajes similares –dijo- se hicieron eco en mis conversaciones con académicos, organizaciones laborales, de la sociedad civil y empresas del sector privado". Y dijo que las reformas "deben diseñarse y secuenciarse para garantizar un crecimiento sostenido e inclusivo".
"Es importante destacar que todos coincidieron en que Argentina tiene un tremendo potencial humano, así como oportunidades únicas en energía, minería y tecnología", dijo. "Mi equipo y yo esperamos seguir trabajando estrechamente con el presidente Milei y su equipo para apoyar sus esfuerzos por restaurar la estabilidad y fortalecer el crecimiento en beneficio de todos los argentinos. Estoy agradecido por la cálida hospitalidad que recibí en mi primera visita a este hermoso país", concluyo.
El presidente Milei mostró cierta euforia pero contenida despues de la reunion. En declaraciones televisivas señaló que su visitante se encontró con "un ajuste impensado en la historia argentina" a pesar de que "muchos dijeron que no iba a poder ser posible".
Según interpretó Gita Gopinath "no lo podía creer, le sorprendió mi nivel de ortodoxia". Además, agregó que le "gustaría avanzar a un sistema de competencia de monedas manteniendo el peso y con una ley que vamos a estar enviando al Congreso que básicamente va a definir al señoreaje como un delito penal". Y explicó: "Si el Banco Central (BCRA) financia al fisco de manera directa o indirecta terminaría en la cárcel el presidente del BCRA; el directorio; el presidente de la Nación y todos los diputados y senadores que voten un presupuesto que tenga como financiamiento la emisión de dinero".
De manera sutil, dio por terminada la dolarización. Dijo que el proyecto no será inmediato: "Lo haremos cuando estemos en condiciones de abrir el mercado, cuando terminemos de sanear el BCRA y podamos armar y construir el sistema de competencia de monedas con el peso". Y señaló que "la competencia de monedas es una semidolarización, es un paso previo a la dolarización, pero puede terminar ocurriendo (la dolarización) porque así lo decida la gente".
Dijo que "el fondo se comprometió a seguir acompañándonos. Eso significa avalar un programa. La posición del fondo es trabajar al lado nuestro. Están fuertemente comprometidos con nuestro éxito, quieren que nos salga bien y están dispuestos a acompañar".
Otra mala noticia para Milei
La intención del Gobierno de Javier Milei de suprimir los subsidios tarifarios a los colectivos del interior -mediante la eliminación del "Fondo Compensador del Transporte Urbano"- chocó con un primer revés de la Justicia Federal que le ha ordenado mantener en pie los desembolsos que estaban en juego para las líneas provinciales y municipales que prestan servicio fuera de la región del AMBA.
Se hizo lugar a la demanda impulsada por el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, el juez federal de Rawson, Hugo Ricardo Sastre, por lo que se dispuso una medida cautelar para que se suspenda la eliminación del "Fondo Compensador del Interior", que había sido anunciada hace dos semanas por la administración mileísta.
Ese fondo contemplaba unos 102.000 millones de pesos. Sin embargo, tras la caída de la Ley Ómnibus, Milei avanzó con su plan de déficit fiscal a través del recorte de fideicomisos y partidas presupuestarias a las provincia.
Fondo compensador del transporte: ¿recrudece la tensión entre gobernadores y Milei?
El magistrado ordenó que el Estado nacional "se abstenga de dictar y/o ejecutar cualquier acto que persiga la eliminación y/o reducción del Fondo Compensador del Interior con significación en el transporte urbano y suburbano de pasajeros en jurisdicción de la provincia del Chubut".
Si bien el fallo tiene alcance solo para la provincia patagónica, no se descarta que en los próximos días surjan resoluciones judiciales de igual tenor en el resto del país por las demandas que han promovido el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora y los intendentes de las principales ciudades del interior que se han visto afectados por el abrupto corte de los subsidios nacionales.
La eliminación de los subsidios no daña a las líneas de colectivos del AMBA, pero sí a las empresas del interior de la provincia de Buenos Aires que estaban dentro de las beneficiarias del Fondo Compensador, como las que prestan servicios en Mar del Plata y Bahía Blanca, cuyas autoridades locales también han llevado sus reclamos a los tribunales.