Nayib Bukele, el "dictador cool" que se encamina a la reelección en El Salvador gracias a su popularidad
En vísperas de las elecciones presidenciales en El Salvador, el actual mandatario Nayib Bukele, conocido por su estilo directo y polémico, se encuentra ante la perspectiva de asegurar un nuevo mandato con una abrumadora mayoría, según revelan las encuestas. El próximo domingo 4 de febrero, Bukele podría consolidar su posición como líder indiscutible del país centroamericano, lo que le permitiría mantenerse en el poder hasta 2028, desafiando incluso las restricciones constitucionales sobre la reelección consecutiva.
Desde su ascenso al poder hace cuatro años, Bukele ha cultivado una imagen pública peculiar, caracterizada por su estilo desenfadado y su disposición a burlarse de sí mismo. En un país marcado por tensiones sociales y étnicas, el presidente se ha destacado por su actitud desafiante, autodenominándose en su juventud como un "class terrorist" para hacer frente a las percepciones derivadas de su origen palestino en una nación predominantemente influenciada por una clase blanca de raíces europeas.
Según describe el diario El País de Madrid, la popularidad de Bukele se ha extendido más allá de las fronteras salvadoreñas, generando simpatía, especialmente entre la juventud, a través de videos de calidad cinematográfica que muestran operativos policiales impactantes contra pandillas, como la Mara Salvatrucha 13 y Barrio 18. No obstante, esta popularidad internacional se ve contrarrestada por la preocupación de la comunidad internacional respecto al debilitamiento de las instituciones democráticas durante su mandato.
El presidente, a pesar de enfrentar críticas por su estilo autoritario de gobierno, se ha erigido como una figura central en la lucha contra la violencia y las pandillas que históricamente han asolado El Salvador. En 2019, Bukele negoció con las principales pandillas del país, pero en marzo de 2022, rompió el pacto e implementó un régimen de excepción en respuesta a un aumento significativo de homicidios. Desde entonces, se han realizado más de 70,000 detenciones, transformando drásticamente la realidad de barrios que antes estaban dominados por las maras.
Logros en materia de seguridad llenos de cuestionamientos por los Derechos Humanos
Los logros en materia de seguridad son innegables, pero han venido acompañados de cuestionamientos sobre el respeto a los derechos humanos. Organizaciones como Human Rights Watch han denunciado abusos durante el régimen de excepción, señalando detenciones arbitrarias, torturas y muertes sospechosas en las cárceles. A pesar de estas preocupaciones, Bukele ha defendido su estrategia afirmando que el margen de error en los arrestos es del 1%.
Expertos en política y gobierno consideran que las elecciones del próximo domingo servirán como un referéndum de las políticas de Bukele. Con la oposición prácticamente destruida, su partido, Nuevas Ideas, se espera que mantenga la mayoría en la Asamblea Legislativa, consolidando aún más el poder del presidente. Este escenario ha llevado a algunos observadores a expresar inquietudes sobre la erosión de los contrapesos institucionales, como el Congreso y el poder judicial.
Gustavo Flores-Macías, profesor especializado en gobiernos y políticas públicas de la Universidad de Cornell, destaca que aunque los resultados en seguridad han superado las expectativas, el costo en términos de derechos humanos y libertades individuales ha sido considerable. La población, según Flores-Macías, parece dispuesta a aceptar este intercambio, respaldando la idea de que el Estado de derecho puede ser sacrificado en aras de la seguridad.
Valeria Vásquez, analista senior de la consultora Control Risks para Centroamérica, subraya el declive significativo de la democracia en El Salvador, evidenciado por cambios en la fiscalía y el sistema judicial que han socavado la separación de poderes. Advierte que este deterioro podría continuar en el futuro, considerando la personalidad autoritaria de Bukele y su tendencia a consolidar aún más el poder.
El método de Bukele ha causado sensación en la región, generando interés y emulación por parte de otros líderes latinoamericanos. El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha anunciado planes para crear prisiones al estilo Bukele en respuesta a la creciente crisis de inseguridad en su país. Líderes de Perú, Chile, Argentina y otras naciones también han expresado simpatía hacia las políticas de mano dura implementadas por Bukele.
Con tan solo 42 años, Bukele ha transformado su imagen de gerente de un concesionario de Yamaha a líder político indiscutible en un tiempo relativamente corto. Aunque ha logrado, al menos temporalmente, reducir la presencia de pandillas y la violencia en El Salvador, su legado está marcado por la controversia y las preocupaciones sobre el respeto a los derechos fundamentales. A medida que se acercan las elecciones, la contundente victoria que se espera para Bukele podría consolidar aún más su posición y definir el rumbo futuro de El Salvador bajo su liderazgo.