Murió Henry Kissinger: cuáles serán los mayores peligros que enfrentará la humanidad según su opinión
Henry Kissinger murió este miércoles a los 100 años, y ante esta noticia, se volvió a difundir la última entrevista del histórico exsecretario de Estado, que fue una figura clave de la diplomacia estadounidense en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una charla que mantuvo con la revista británica The Economist en mayo en sus oficinas de Manhattan en la que habló de la guerra entre Rusia y Ucrania, analizó las relaciones de EEUU con China y el futuro de la Inteligencia Artificial (IA).
En la entrevista, el exsecretario de Estado de las administraciones del republicano Richard Nixon y su sucesor, Gerald Ford, comparó la actual rivalidad de las alianzas con la situación previa a la Primera Guerra Mundial, "donde ninguna de las partes tiene mucho margen de concesión política y en la que cualquier perturbación del equilibrio puede tener consecuencias catastróficas".
Kissinger, que fue el artífice de la distensión con la Unión Soviética y el deshielo de las relaciones con la China de Mao en los 70, expresó su preocupación por la competencia cada vez más intensa entre Washington y Beijing por la preeminencia tecnológica y económica.
"Los dos mayores peligros para la paz en este momento somos nosotros dos (Estados Unidos y China). En el sentido de que tenemos la capacidad de destruir a la humanidad", aseguró Kissinger.
La relación de EE.UU. y China bajo la lupa
Kissinger, que fue un diplomático tan escuchado como polémico y adepto a la realpolitik (una manera de actuar basada sobre objetivos prácticos más que en ideales morales), aseguró que en EEUU hay una mala interpretación de las aspiraciones chinas: "Dicen que China quiere dominar al mundo… Pero la respuesta es que lo que ellos quieren es ser poderosos". "No avanzan hacia la dominación mundial en un sentido hitleriano", insistió Kissinger.
El diplomático también habló del rápido crecimiento de la inteligencia artificial (IA) y de cómo condiciona a las relaciones entre EEUU y China. En su opinión, les deja a las dos primeras potencias mundiales "solo de cinco a diez años para encontrar una manera de llegar a un acuerdo".