Cuáles son las formas de abrir una botella de vino sin sacacorchos
Si por algún motivo no tenés a mano un sacacorchos y debés abrir una botella de vino, estas son seis opciones que pueden sacarte del apuro.
1) Empujá el corcho
Para este truco necesitarás un objeto con extremos redondeados que no destroce, rompa, pique o parta la botella ni el corcho. Una lapicera, el envase cilíndrico de un labial o un afilador de cuchillos podrían funcionar
Poné la botella en el piso o en una superficie lisa y firme, sosteniéndola por la parte del cuello y colocando el objeto que hayas elegido contra el corcho. Si el corcho está alineado con el envase, empujá con el objeto un poco para forzarlo, así evitarás que se resbale a los lados.
Empujá el corcho hacia abajo mientras sujetás la botella con una mano y el objeto con la otra. Hacelo con fuerza hasta que caiga dentro de la botella, pero tené cuidado ya que el vino puede salpicar.
Este método funciona, pero un enófilo jamás lo usaría ya que es probable que queden restos de corcho dentro. Es recomendable que envuelvas una servilleta alrededor del cuello de la botella mientras empujás el corcho.
2) Cuchillo o navaja
Podés usar un cuchillo dentado para que sujete mejor el corcho, pero el filo debe encajar con facilidad en el cuello de la botella. Insertá la hoja en el corcho con cuidado moviéndolo de atrás hacia adelante ejerciendo una ligera presión. Debería atravesar todo el corcho, entonces girá hacia adelante y atrás para quitarlo despacio. Con el filo dentro del corcho, girá el cuchillo un poco y seguí haciéndolo despacio y con cuidado de no romper ni meter pedazos.
3) Zapato
Quitá el protector de la botella hasta que se vea el corcho y colocala con la parte inferior en la abertura de tu zapato plano, de modo que el corcho quede frente tuyo para que puedas sostener la botella con una mano y el calzado con la otra. Luego golpeá la planta del zapato contra una pared mientras sostenés la botella con suavidad.
Seguí sujetando el zapato y la botella y volvé a golpear tu calzado contra una pared repetidas veces. La botella debe estar en horizontal y protegida por el zapato para que no se rompa, pero de todos modos no golpees muy fuerte. Un golpe firme varias veces consecutivas debería bastar para que el corcho empiece a moverse por la presión.
Si no tenés un zapato donde encaje la botella, podés envolverla en una toalla o sostener un libro detrás mientras golpeás, ya que su propósito es solo proteger la botella para que no se rompa. Una vez que el corcho se haya movido unos tres centímetros, podés agarrarlo con tus dedos y estirar.
4) Tornillo
Necesitás un tornillo y unos alicates. Cuanto mayor sea la distancia entre las roscas del tornillo, mucho mejor. Asegurate de que todos los objetos que entren en contacto con el corcho estén limpios o echarán a perder el vino.
Con el tornillo colocado de manera vertical y los alicates en horizontal, estirá hacia arriba haciendo movimientos suaves hacia adelante y hacia atrás hasta que puedas agarrar el corcho y estirarlo para sacarlo.
5) Percha
Enderezá el gancho de una percha de alambre de modo que quede recto y hacé un gancho pequeño con él, como un anzuelo. El alambre debe estar recto contra el borde de la botella y el gancho en dirección hacia adentro. Empujá el alambre hacia abajo al lado del corcho hasta que el gancho esté debajo de este, para lo que tendrás que empujar al menos 6 centímetros. Luego, gira el alambre 90º para que el gancho sujete la parte inferior del corcho y poder sacarlo con facilidad.
A continuación, girá la percha de modo que el gancho se mueva hacia el centro de la botella. Mové un poco el corcho de atrás hacia adelante para sacarlo con cuidado, así podrás sacarlo de manera gradual.
6) Tijera
Abrí una tijera para niños por completo e insertá la cuchilla más delgada en la mitad del corcho ejerciendo un poco de presión con cuidado. Introducila hasta la mitad del corcho con cuidado de no empujarlo dentro de la botella ni romperlo.
Girá el mango de las tijeras sosteniendo la botella con fuerza mientras girás lo hacás. El corcho saldrá en la tijera si hiciste la palanca con la profundidad adecuada o saldrá lo suficiente como para agarrarlo con las manos.