Murió Silvina Luna: cómo fue su carrera, de Gran Hermano a la operación que le arruinó la vida
La actriz y modelo Silvina Luna murió a los 43 años, luego de estar casi tres meses internada por una infección renal causada por los daños origanados por la mala praxis que sufrió durante una operación estética en 2010.
Nacida el 21 de junio de 1980 en Rosario, Luna tomó una decisión que marcaría su destino a los 20 años: participar en la segunda edición del reality show "Gran Hermano".
Este programa le brindó una visibilidad sin precedentes y su destacada actuación en la final, donde compitió por el primer puesto con Roberto Parra, la catapultó al mundo del entretenimiento en la primera década de los años 2000.
Tras convertirse en subcampeona, buscó mantenerse en el foco mediático, objetivo que logró con creces, al igual que otros participantes emblemáticos de esa edición, como Gustavo Conti y Ximena Capristo.
Silvina Luna se consolidó como modelo publicitaria y conductora, y fue seleccionada para formar parte de reconocidas obras de teatro de revista y comedias, entre las que se destacan "El champán las pone mimosas", "Abracadabra" y "Explosivos".
Además, incursionó en series de la época, participando en producciones como "Los Roldán", "Casados con hijos" y "Gladiadores de Pompeya". También formó parte de otros reality shows, como el famoso "Bailando", en el cual salió a la pista durante 2006, 2009 y 2017.
Silvina Luna comenzó a tener problemas de salud en 2011 luego de una cirugía plástica electiva.
En 2015, dio el salto al cine con su primer protagónico en la película "Loca ella, loco yo". Posteriormente, decidió mudarse a Panamá, alejándose de los medios por un tiempo. Sin embargo, en los últimos años, Silvina Luna decidió volver y retomar su carrera en el mundo del espectáculo.
Silvina Luna: la mala praxis que le arruinó la vida
A pesar de sus logros profesionales, la vida de Silvina Luna dio un giro inesperado debido a una mala praxis en una operación médica. Desde entonces, enfrentó diversos problemas de salud y tuvo que luchar incansablemente para superarlos. Con el objetivo de "verse mejor", le confió su figura a Aníbal Lotocki, que le inyectó metacrilato en los glúteos sin imaginarse que le arruinaría la vida: le provocó hipercalcemia e insuficiencia renal.
Luego de que la salud de Silvina Luna siguiera agravándose, su hermano Ezequiel y el resto de su familia tomaron la difícil decisión de desconectar el respirador que mantiene con vida a la modelo.