¿Se podrán regenerar dientes en adultos?: cómo es el fármaco que busca poner fin a los implantes
Regenerar los dientes en personas adultas es uno de los objetivos de los odontólogos e investigadores ortodoncistas desde hace tiempo. Ahora, un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Kyoto y la Universidad de Fukui puede transformarlo en realidad.
Según Katsu Takahashi, director del departamento de Odontología y Cirugía Oral en el Hospital Kitano, del Instituto de Investigación Médica, en Osaka, la idea de trabajar en un medicamento que ayude a crecer los dientes de manera natural entró en su cabeza cuando se enteró de que la eliminación de algunos genes en los ratones generaba que tuvieran menos de dientes. Los hallazgos se publicaron en Science Advances.
"La premisa fue sencilla: si modificarlos genéticamente llevaba a que tuvieran menos dientes, existía la manera de que tuvieran más. La cantidad de dientes varió a través de la mutación de un solo gen. Si hacemos de eso el objetivo de nuestra investigación, debería haber una manera de cambiar la cantidad de dientes", explicó Takahashi que desde hace casi 20 años está estudiando el tema.
Takahashi llegó a la conclusión de que la ausencia de la proteína USAG-1, modificada en los genes de ratones, era la responsable de la reducción en el número de dientes. Con esta premisa, su objetivo fue desarrollar un medicamento con propiedades de anticuerpo para neutralizar eficazmente esa proteína.
El paso a seguir es probar el fármaco en humanos a partir de 2024, aunque solo en 2030, cuando se compruebe que no tiene efectos adversos, podría avalarse su uso. En un comienzo sería utilizado por paciente con anodoncia (ausencia en la formación de los dientes)", adelantó.
Takahashi y su equipo informaron que un anticuerpo para el gen asociado a la sensibilización uterina o USAG-1, puede estimular el crecimiento de los dientes en ratones que sufren de agenesia dental, una condición congénita.
"La morfogénesis de los dientes individuales depende de las interacciones de varias moléculas, incluida la BMP, o proteína morfogenética ósea, y la señalización de Wnt", dice Takahashi. BMP y Wnt están involucrados en mucho más que el desarrollo de los dientes. Modulan el crecimiento de múltiples órganos y tejidos mucho antes de que el cuerpo humano tenga el tamaño de una pasa. En consecuencia, comúnmente se evitan los medicamentos que afectan directamente su actividad, ya que los efectos secundarios podrían afectar a todo el cuerpo.
Los experimentos con este anticuerpo revelaron que la señalización de BMP es esencial para determinar el número de dientes en ratones. Además, una sola administración fue suficiente para generar un diente completo. Experimentos posteriores mostraron los mismos beneficios en hurones.
El estudio es el primero en mostrar los beneficios de los anticuerpos monoclonales en la regeneración dental y proporciona un nuevo marco terapéutico para un problema clínico que actualmente solo puede resolverse con implantes y otras medidas artificiales.
"La ingeniería de tejidos convencional no es adecuada para la regeneración dental. Nuestro estudio muestra que la terapia molecular libre de células es eficaz para una amplia gama de agenesias dentales congénitas", concluyó el doctor Manabu Sugai, de la Universidad de Fukui, otro autor del estudio.
Alimentos que ayudan a tener una sonrisa más blanca
Los lácteos, como el queso o la leche, contribuyen a la neutralización de la acidez de la placa. Además, son ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, B y D.
Alimentos crudos como las manzanas, zanahorias, apio y pepino ayudan a limpiar la superficie de los dientes y refuerzan las encías.
Comidas con propiedades antibacterianas, como el té verde o negro (siempre sin azúcar) o el chocolate con más de un 80% de cacao.
Semillas de ajonjolí: son ricas en calcio y ayudan a desprender la placa y a reconstruir el esmalte.
Vitaminas y nutritientes aconsejables para una sonrisa más blanca
Las proteínas, el calcio y la vitamina D favorecen la correcta formación de los dientes de leche.
La vitamina A, por su parte, refuerza el esmalte.
Para disfrutar de unas encías sanas, conviene no olvidar en la dieta alimentos ricos en vitamina C y K.
Por último, la vitamina B2 evita la aparición de llagas en la boca.
Para mantener los dientes blancos es importante evitar ciertos alimentos con alta coloración. Esto no significa que no se puedan consumir, sino que conviene reducir su consumo o, en caso de que no sea posible, mantener unas buenas rutinas de higiene tras comerlos. Algunos alimentos con alta coloración y, por tanto, que pueden teñir las piezas dentales son: soja, espinacas, té, café, vino o frutos rojos.
Por último, es muy importante tener en cuenta que la higiene diaria resulta crucial para evitar que la sonrisa pierda su estética. La placa bacteriana y el sarro tienen un color amarillento, por lo que su continua acumulación en la superficie dentaria afectará al blanco de la dentadura. En definitiva, higiene y buena alimentación para mostrar una sonrisa blanca y perfecta.