RESPONDIÓ CRÍTICAS

El argentino cofundador de OceanGate habló sobre la implosión del Titan: qué dijo

Guillermo Söhnlein aseguró que si bien existen legislaciones vigentes para este tipo de emprendimientos en Estados Unidos, "son bastante escasas"
ACTUALIDAD - 23 de Junio, 2023

El emprendedor argentino Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, la empresa que operaba los viajes a los restos del Titanic del sumergible siniestrado, rechazó algunas críticas sobre la seguridad de la compañía al considerar que esas personas no disponen de "toda la información" para poder opinar.

"La intención de todas estas misiones no es realizar viajes de placer hasta este naufragio. Todos los que bajan allí tienen una reverencia extrema por los restos del naufragio como lugar de sepultura. Y en todo caso, todos los que bajan allí lo hacen para preservar los recuerdos y documentar la tumba en sí", dijo el empresario.

Söhnlein, que nació en Argentina pero vive en Estados Unidos, dejó la empresa hace diez años aunque aún posee una participación minoritaria en ella.

En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4 dijo que aquellos que comentan sobre asuntos relativos a las condiciones de seguridad del sumergible siniestrado Titan no están "totalmente informados".

"Las personas no hacen más que equiparar certificación con seguridad e ignoran los 14 años de desarrollo del sumergible Titán", lamentó.

Según él, "cualquier experto que sopese esto, incluyendo a (el director James) Cameron, también admitirá que no estaban cuando se diseñó el sumergible, durante el proceso de ingeniería del sumergible, durante la construcción del sumergible y, con seguridad, tampoco cuando se llevó a cabo el riguroso programa de pruebas al que se sometió el sumergible".

Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, rechazó algunas críticas sobre la seguridad del sumergible de la compañía

Cofundador de OceanGate rechazó críticas sobre seguridad

"Existen regulaciones vigentes, pero como se puede imaginar, no hay muchos submarinos que vayan tan profundo. Entonces, las regulaciones son bastante escasas y muchas de ellas son anticuadas o están diseñadas para casos específicos. Así que es un poco complicado navegar por esos, esos esquemas regulatorios.", dijo el emprendedor al ser consultado sobre el tema de los permisos para operar.

Söhnlein consideró que lo ocurrido había supuesto "una trágica pérdida para la comunidad de exploración oceánica" si bien apuntó que cualquiera que trabaje en el océano "conoce el riesgo de operar bajo tal presión y sabe que en un momento determinado corre el riesgo de sufrir una implosión de este tipo".

"Uno de los riesgos que corre la comunidad cada vez que opera es que si hay algún tipo de falla catastrófica, el público en general reaccionará contra toda la comunidad y básicamente dirá que no debería ocurrir. Pero al igual que con la exploración espacial, la mejor manera de preservar los recuerdos y el legado de estos cinco exploradores es realizar una investigación para averiguar qué salió mal. Tomar las lecciones aprendidas y luego seguir adelante", dijo Söhnlein.

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