Quiebra del Silicon Valley Bank: Sharon Stone perdió la mitad de su fortuna
La actriz estadounidense Sharon Stone declaró durante una gala de recaudación de fondos para la investigación del cáncer que ha perdido "la mitad" de su fortuna, aparentemente, a causa de la reciente convulsión económica derivada de la quiebra de los bancos norteamericanos Silicon Valley Bank y Signature Bank, informa Hollywood Reporter.
Cuando hablaba sobre la lucha contra cáncer y su experiencia de pasar por el quirófano por un tumor benigno, Stone se echó a llorar mientras intentaba animar al público a donar más dinero, recordando sus décadas de activismo en la recaudación de fondos para luchar contra el VIH y el sida. En este contexto, subrayó que ahora hay que tener un cierto "coraje" para hacer donaciones.
"Sé que esa cosa en la que tienes que entrar y averiguar cómo enviar el dinero es difícil. Soy una idiota técnica, pero sí puedo extender un cheque", dijo la artista. "Y ahora mismo, eso también es coraje, porque sé lo que está pasando. Acabo de perder la mitad de mi dinero por este asunto bancario, y eso no significa que no esté aquí", dijo Stone.
Aunque la actriz no dio detalles sobre lo que llamó "asunto bancario" y no precisó qué es lo que causó sus pérdidas, sus declaraciones se produjeron tras la quiebra del Silicon Valley Bank y la consiguiente volatilidad de los mercados financieros.
La fortuna de Stone, según indica Daily Mail, se estima en unos 61 millones de dólares.
Silicon Valley Bank: las claves del auge, caída, quiebra y rescate de la Reserva Federal
El jueves 10 de marzo en la mañana, muchos directores financieros de grupos tecnológicos empezaron a intercambiar mensajes incesantes sobre si era correcto mantener su dinero en el Silicon Valley Bank.
El banco había vendido u$s20.000 millones en valores para hacer frente a una fuerte caída de los depósitos. El dato no pasó desapercibido en los inversores que comenzaron a dudar sobre su fortaleza. La reacción fue rápida: se quitaron de encima sus acciones, eliminando u$s10.000 millones. El golpe se sintió y el valor de mercado del banco, que antes había estado en u4s44.000 millones quedó por debajo de los u$s7.000 millones.
Eso generó más movimientos y los clientes empezaron a retirar sus depósitos rápidamente. El viernes por la mañana el Silicon Valley Bank estaba en quiebra. En un solo día los clientes solicitaron retiros por u$s42.000 millones, una cuarta parte de los depósitos totales del banco, que no podría hacerle frente a los egresos pedidos. Allí, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, regulador bancario que garantiza depósitos de hasta u$s250.000, se dirigió hasta la sede del banco, lo declaró insolvente y tomó el control. La corrida fue tan frenética que las bóvedas del banco quedaron vacías, con un saldo negativo de caja de u$s1 billón.
La quiebra del banco en apenas dos días dejó sin palabras a la comunidad de empresas tecnológicas que ahora enfrentan serias incertidumbres sobre el destino de sus cuentas bancarias y transacciones comerciales. Es que el Silicon Valley Bank prestaba servicios bancarios al 50% de las empresas tecnológicas. Además era una suerte de sostén para emprendedores, gestionando sus finanzas personales.
La corrida bancaria lo hizo derrumbarse, pero los problemas habían comenzado un par de años atrás. El banco vivió su momento de gloria en 2021 y allí sus depósitos aumentaron 86% acompañando el auge del sector tecnológico. Con una avalancha de dinero llegado desde ese sector su liquidez creció.
En busca de rentabilidad en una época de tasas muy bajas, el banco incrementó sus inversiones en una cartera de u$s120.000 millones de títulos públicos de alta calificación, de los cuales u$s91.000 millones correspondían a bonos hipotecarios a tasa fija con un interés promedio de apenas 1,64%.
Aunque ligeramente superiores a los escasos rendimientos que podría obtener de la deuda pública a corto plazo, las inversiones bloqueaban el efectivo durante más de una década y lo exponían a pérdidas si las tasas de interés subían rápidamente.
Cuando las tasas subieron bruscamente el año pasado, el valor de la cartera cayó en u$s15.000 millones, una cantidad casi igual al capital total del Silicon Valley Bank. Si se veía obligado a vender alguno de los bonos, correría el riesgo de declararse técnicamente insolvente.
Los depósitos del banco arrastraban cuatro trimestres consecutivos cayendo a medida que las acciones tecnológicas se desplomaban desde su récord durante la pandemia. En febrero y marzo lo hicieron más rápido de lo esperado. Entonces, el equipo financiero decidió liquidar casi toda la cartera de valores "disponibles para la venta" del banco y reinvertir los ingresos en activos a más corto plazo que devengaran tasas de interés más altas y mejoraran la presión sobre su rentabilidad.
La venta se transformó en un golpe de u$s1.800 millones, ya que el valor de los títulos había bajado desde el momento en que el banco los había comparado, por la suba de las tasas de interés. Además, el Silicon Valley Bank intentó hacerse de liquidez con otras acciones que tampoco tuvieron resultado. Y llegó el jueves 10 de marzo. En solo 36 horas el Silicon Valley Bank, que había pasado años de gloria, colapsó y quebró.