Inflación: más restaurantes no ponen precios en sus menús y locales ya venden zapatillas y ropa en dólares
La elevada inflación tiene distintos efectos sobre el día a día de los argentinos a la hora de consumir. Es que, además de la pérdida del poder adquisitivo, la falta de referencias y la distorsión de precios hace que los distintos productos y servicios parecieran "no tener valor".
Hay, de hecho, dos ejemplos que pueden graficar este escenario: por un lado, algunos restaurantes ya no exhiben los precios de los platos en las cartas impresas, para "ahorrarse" la tarea de remarcar los valores ante cada incremento.
Por otra parte, también trascendió recientemente que algunos locales que venden indumentaria importada, muestran sus productos con los precios en dólares, para "protegerse" –además de la inflación- de la devaluación del peso ante la suba de los distintos tipos de cambio.
Efecto inflación: cada vez más restaurantes, "sin precios"
En las redes sociales, distintos usuarios hicieron públicas sus quejas: después de sentarse en distintos restaurantes, notaron que las cartas impresas venían con el menú sin precios. "Menú sin precios en papel, QR para verlos", escribió un comensal, que recibió respuestas de otras personas que vivieron una experiencia similar. Este medio comprobó esta situación en distintos locales gastronómicos de la Ciudad de Buenos Aires.
La inflación es, en definitiva, la causante de esta particularidad. Es que, según explicó a iProfesional el dueño de un reconocido restaurante porteño, "cada vez que mandás a hacer una carta, insume dinero".
En su negocio, detalló, la carta se actualizó tres veces en los primeros dos meses del año. "Como usamos un papel especial, gastamos unos $50.000 en cada impresión", señaló el gastronómico, y aclaró: "Nosotros no ponemos stickers con nuevos precios si un producto sube, no remarcamos así. Esperamos y modificamos la carta completa. Esto hace que, si algo sube mucho repentinamente, terminemos trabajando por debajo del costo".
En ese escenario, contó una experiencia personal: "Hace unos días fui con un amigo a comer a un bodegón, un restaurante chico que tiene mucha afluencia, y efectivamente no había carta con precios".
"La inflación es un tema preocupante. Porque si trasladás directamente al precio todos los aumentos, el público ya no lo puede pagar. Porque, además, no es sólo un producto: es general. Por ejemplo, la carne estuvo mucho tiempo quieta y de repente vino con subas del 30%. Pero también subió la verdura, las papas; el tomate es prohibitivo. La semana pasada hubo un incremento en lácteos, ahora en el pollo y los huevos", explicó el gastronómico.
Más allá de la coyuntura, y el incordio que puede suponer remarcar de manera constante los precios del menú para los restaurantes, la ley los obliga a tener que exhibir los valores de los productos que ofrecen.
En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, la ley 4.827 obliga a restaurantes, bares y confiterías a informar los precios para que el cliente sepa, antes de ordenar, cuánto va a pagar. Incluso, los precios deben poder verse antes de entrar al local: es decir, las cartas tendrían que estar en la puerta de los locales gastronómicos.
Más allá de las típicas cartas impresas, a partir de la pandemia se popularizó la alternativa de que los menús se ofrezcan de manera virtual, mediante códigos QR; pero manejar esta tecnología puede ser algo que quizá no está al alcance de todo el público.
Productos premium importados, con precios en dólares
Si bien desde el sector comercial descartan que sea una práctica "común", la noticia se expandió en los últimos días y no pasó desapercibida para muchos consumidores: en algunos locales, los comerciantes exhiben distintos productos con sus precios en dólares.
Se trata, sobre todo, de indumentaria importada: por ejemplo, allí pueden encontrarse zapatillas a u$s300, remeras a u$s100 y gorras a u$s60. Algo similar ocurre en algunas páginas web y redes sociales. Es una estrategia, aseguran, para protegerse de la inflación y evitar remarcar periódicamente, ante cada salto del dólar.
De todas formas, más allá de la particularidad de estos casos, según señalaron a iProfesional desde la CAME, "no es algo que esté masificado".
Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, coincidió al respecto: "No es algo normal que suceda esto. Pero sí puede llegar a pasar en algunos bienes importados, que tienen valor de reposición en dólares".
"Lo que está pasando en la economía argentina es que el peso está perdiendo referencia como medio de cambio, entonces suceden estas cosas: ante la evolución del tipo de cambio paralelo y la pérdida del poder adquisitivo del peso, directamente algunos vendedores o comerciantes fijan precios en dólares. No es muy normal, pero esto pasa más en bienes durables, como puede llegar a ser un auto, una vivienda o una máquina. Pero no tanto en bienes de uso o consumo como este tipo", explicó Di Pace.
La modalidad de fijar precios en dólares es habitual, también, en el sector inmobiliario: no sólo para la compra-venta de viviendas, en algunos casos los alquileres se cotizan en la moneda estadounidense. Organizadores de eventos sociales, como casamientos y cumpleaños de 15, también suelen fijar los presupuestos en dólares (para evitar tener que actualizarlos mensualmente). Algo similar ocurre, por ejemplo, en insumos de computación.
Es que, tal como remarcó Di Pace, "lo que se está viendo es una señal de que el peso está perdiendo referencia de valor por su pérdida de poder adquisitivo acelerada que está teniendo y que, efectivamente, algunos piensan que poner referencia de precios en dólares, le da mayor nivel de previsibilidad para la reposición de stock del bien que está vendiendo".