Cuál es la "trampita" que esconden los nuevos Precios Justos de la carne
Lo que fue presentado como un "gran acuerdo de precios" que beneficia a los consumidores no es más que la admisión de un fortísimo impacto inflacionario en el valor del principal insumo de la mesa de los argentinos: la carne. Es un mérito grande del gobierno hacer pasar como una noticia "beneficiosa" lo que en realidad es otro golpe durísimo al bolsillo.
Durante la semana pasada desde el Gobierno se dejó trascender que había un plan para bajar el precio en los mostradores. Como era de esperar carnicerías y supermercados se cubrieron con aumentos preventivos. Ahora con "el acuerdo" sobre la mesa se tiran sobre "el colchón" y el Gobierno blande el parche con una rebaja de 35%. Un acting de lujo.
La trampa que esconde la medida "anti inflación" en los precios de la carne
Hasta el 7 de noviembre de 2022 estuvo en vigencia el programa "Cortes Cuidados". Fue el mismo Matías Tombolini el que lo había renovado en dos oportunidades desde su asunción, dándole continuidad al plan que había diseñado su antecesor, Roberto Felleti.
Como todos los planes de congelamiento parcial o total se sucedieron los problemas de abastecimiento, pero la principal objeción era la calidad de los cortes que se ofrecían. Era común observar en las redes sociales las quejas de los consumidores con piezas que "tenían algo de carne entre la grasa".
En ese momento, los precios eran los siguientes:
- Asado de tira: $765
- Vacío: $999
- Matambre: $969
- Falda: $499
- Tapa de asado: $765
- Nalga: $1.049
- Paleta: $849
El nuevo pacto establece los siguientes valores:
- Asado de tira: $1.035
- Vacío: $1.351
- Matambre: $1.310
- Falda: $675
- Tapa de asado: $1.035
- Nalga: $1.375
- Paleta: $1.113.
En consecuencia, los porcentajes de aumentos para cada corte en tres meses es el siguiente: asado 35%, vacío 35%, matambre 39%, falda 35%, tapa de asado 35%, nalga 31% y paleta 31%. Si tomamos en conjunto el valor de los siete cortes se reconoce un aumento de precios en tres meses de 35%.
La evolución de "Cortes cuidados" del Gobierno
Este ajuste se da al amparo de un extendido discurso de que durante 2022 la carne aumentó por debajo de la inflación. Si bien es cierto ya que el alza promedio fue de 65% contra una inflación de 95% este dato parcial esconde otra trampa. En 2021 el precio de la carne había subido en promedio 67% contra una inflación de 50%, motivo por el cual el Gobierno a mediados de ese año prohibió exportaciones y en las fiestas de Navidad y Año Nuevo tuvo que implementar un acuerdo especial ante el descontento social.
En consecuencia, si se toma el período 2020/2022 el precio de la carne subió en el orden de 145% contra una inflación general de 150%. Por lo tanto, otra forma de ver las cifras es que durante 2022 fueron los demás alimentos los que emparejaron la suba previa de la carne.
Otro argumento escuchado fue la comparación de lo sucedido con frutas y verduras, cotejo que visto desde los números resulta cierto, pero totalmente inadecuado si se analiza el contexto: el contexto se llama sequía.
La "seca" obligó a productores a vender hacienda en forma prematura lo que mantuvo firme el abastecimiento y a raya los precios durante el año pasado. El mismo fenómeno produjo el efecto inverso en frutas y verduras, donde la producción cayó en forma notoria disparando los precios. Comparar ambos comportamientos y asociarlos para justificar los aumentos es amañar las cifras a fin de ser funcionales al discurso.
El plan "Cortes Cuidados" fue lanzado justo un año atrás. Eran tiempo de Julián Domínguez en Agricultura, Matías Kulfas en Desarrollo Productivo y Feletti en Comercio Interior.
Los precios inaugurales habían sido los siguientes: tira de asado $699, vacío $749, matambre $779, falda $449, tapa de asado $639, nalga $799 y paleta $649.
De esta forma, los aumentos desde el arranque en febrero hasta noviembre fue en promedio entre 9/10%. Fue renovado en tres oportunidades en 2022 y a cambio de mantener los valores el gobierno mantenía sin cambios las autorizaciones para exportaciones. No era solidaridad con los consumidores era negocio.
De allí el contraste con el salto de 35% que fue autorizado hasta el 31 de marzo, al que luego le seguirán actualizaciones de 3,2%.
La evaluación parcializada de la información lleva el foco hacia uno u otro lado, pero viendo la película en lugar de las fotos del anuncio no hay mayores beneficios para el consumidor y todo se resume a una puesta en escena que se desmorona cuando para los bolsillos "fin de mes" está cada vez más cerca del 15 que del 30.