La pyme láctea bloqueada por un gremio apuntó contra la Justicia: "No les importa"
La titular de la empresa Lácteos Vidal, Alejandra Bada Vázquez, habló en TV sobre el conflicto que mantiene con el gremio lechero Atilra.
Los trabajadores de la empresa llevan a cabo bloqueos y acampes en las dos plantas de la fábrica en reclamo de mejoras salariales.
Vázquez recordó los inicios de la disputa, y apuntó contra la Justicia por impedirle despedir a quienes paralizan la producción.
"Los ataques comenzaron en 2014. Ellos argumentan algunas diferencias de categoría, como que había 14 personas a las que les correspondería una categoría mayor, que serán 5.000 pesos más por mes nada más", especuló. Dijo que "esas categorías fueron verificadas por el Ministerio de Trabajo".
"Años después, ellos fueron a pedir una inspección en 2018, el Ministerio fue personal, verificó las categorías y dijo que 12 estaban bien categorizadas. Nos dieron la razón a nosotros", expresó.
"Fue allí cuando, como no se les dio por la vía legal, tuvieron que tomar otras medidas como los bloqueos extorsivos", señaló.
Despidos frenados por la Justicia
"Al principio, simplemente nos amenazaban e imposibilitaban el ingreso a las fábricas. Pero después se puso más difícil", reconoció.
"Llegaron a tajear el auto de uno de los empleados, tiraron piedras, usurparon terrenos, vandalizaron complejos tanto la planta que tenemos en Moctezuma (Carlos Casares) como la que está en Capital Federal. No nos dejaron sacar ni siquiera los repartos diarios", relató.
En el caso de la filial en Carlos Casares, denunció el "armado de carpas, asados, partidos de fútbol y hasta cumpleaños en el predio".
"Hicieron un acampe en un terreno municipal. No nos dejaron producir y exportar, cuando tenemos clientes importantes como Bolivia, Corea y China", aseguró.
La dueña de Lácteos Vidal dijo en relación con los despidos de 29 trabajadores que intentó hacer la compañía, pero le fueron negados por la Justicia.
"Tomamos la determinación, porque los costos fijos los tenemos, de efectivizar despidos de quienes llevaron a cabo distintas tomas. Pero no lo logramos", admitió.
La alternativa de la venta
"Nos llega una medida cautelar de un juez, que parece no tener toda la información, que nos dice que no podemos despedir a nadie ni tomar otra gente", dijo.
Criticó el rol del Poder Judicial: "'Bueno, fundite’ te dicen. Esa es la ecuación. No les importa".
Sobre la posibilidad de vender la empresa ante la imposibilidad de producir, respondió: "No sería una decisión mía. Sería una decisión familiar. La empresa es como un hijo. Si pensáramos con la cabeza en frío, la verdad que sí. Lo más razonable sería vender", reconoció.
"La realidad es que no le tengo miedo a los aprietes. Quizás debería. Pero le tengo más miedo a fundirme a que se pierda la fuente de trabajo. Somos responsables por el personal que está trabajando, que se merece toda nuestra dedicación. Es por lo que estamos tratando de reconstruir la empresa", concluyó.