Massa fuma la "pipa de la paz" con la CGT: qué puede pasar con el bono a trabajadores y la modificación de Ganancias
El ministro de Economía, Sergio Massa gestiona "sin prisa pero sin pausa", graficó un referente sindical después de una reunión en la que coincidieron en el diagnóstico sobre la actualidad económica. Entre los puntos que se acordaron figuraron el compromiso de auxiliar a las obras sociales sindicales, sostener las negociaciones salariales y la aplicación de un bono que compense el efecto inflacionario -sobre todo para el universo de trabajadores no registrados- siempre y cuando no afecte las paritarias, al tiempo que dan por descontado la actualización del mínimo no imponible de Ganancias, que pasaría de los actuales $280.792 a unos $350.000, aproximadamente.
Después de la aplaudida llegada al Palacio de Hacienda, la relación entre Massa y la dirigencia gremial se fue enfriando. Por lo bajo, se comenzaron a escuchar algunas críticas contra el extitular de la Cámara de Diputados.
Desde el entorno del ministro, buscaron poner paños fríos y algún contacto telefónico permitió distender la situación. Más tarde fue el turno de las reuniones. Por un lado, la mesa chica cegetista; por otro, Pablo Moyano y sus dirigentes más cercanos. Pero los sindicalistas no buscaban "mimos", sino, hechos concretos.
Después de la gira a los Estados Unidos, Massa consideró haber cumplido con una parte de su plan: Calmar el dólar, conseguir reservas (a través del acuerdo con el campo) y dar señales a los mercados financieros con la reunión con la plana mayor del Fondo Monetario Internacional (FMI).
CGT: Massa prepara fondos para obras sociales y Ganancias
Ahora era el turno de cuestiones más domésticas y no por ello menos importantes. Rápido de reflejos convocó a un encuentro con los dirigentes cegetistas del grupo de los "independientes": José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (estatales de UPCN y Adjunto de CGT) y Gerardo Martínez, (obreros de la Construcción, UOCRA).
Acompañado por el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, ratificó que hasta fin de año se ejecutará una asistencia para las obras sociales de $24 mil millones en cuatro cuotas de $6.000 millones mensuales entre septiembre y diciembre. Y prometió cerca de $100 mil millones en 2023 mediante aportes del Tesoro Nacional.
Los sindicalistas querían escuchar el anuncio del propio Massa, ya que están esperando los fondos desde 2022, cuando el presidente Alberto Fernández les dijo que el entonces ministro de Economía Martín Guzmán se iba a poner al frente de las gestiones. Sin embargo, el dinero nunca llegó y los sindicatos están financiando el rojo de las obras sociales. Los montos serán destinados apuntarán a compensar a las prestadoras de los gremios los costos extras por los servicios de transporte y educación de sus afiliados discapacitados.
También se planteó elevar el piso salarial de Ganancias, teniendo en cuenta los aumentos salariales acordados en los últimos meses por la carrera inflacionaria. El piso salarial actual para tributar el impuesto a las Ganancias es de $280.792 pesos, un número que quedó muy desactualizado en el contexto actual y la intención sería llevarlo a $350.000. La elevación del piso salarial de Ganancias fue una iniciativa de Massa cuando era titular de la Cámara de Diputados. Por eso se descuenta que se active a partir de octubre.
Bono: siempre y cuando no afecte a las paritarias
El Gobierno está analizando un plus salarial para el último trimestre del año, como una forma de compensar la pérdida del poder adquisitivo de los asalariados. En principio, la medida fue rechazada por la Confederación General del Trabajo (CGT) porque considera que no se incorpora al salario (por lo tanto, no impacta en el aguinaldo ni en las vacaciones) y muchos empresarios se niegan a pagarlo.
El bono también generó una grieta en las filas cegetistas. Mientras los cotitulares de la central, Héctor Daer y Carlos Acuña se mostraban reticentes, su par, Pablo Moyano no solo lo apoyaba, sino que lo exigía. Sin embargo, tras la charla con Massa y otros funcionarios, el discurso de algunos dirigentes fue mutando.
Acuña afirmó: "Si el Gobierno da una suma fija a los salarios más bajos, no nos parece mal si es fuera de la paritaria" y remarcó que "la suma fija no nos parece mal, siempre y cuando no impida la paritaria, para que cada sector la discuta". Aclaró que "la CGT no impulsa la suma fija" y "no se opone si el gobierno lo hace", pero recordó que la organización sindical "pelea paritarias pero el poder lo tienen los empresarios".
El también titular del gremio de los trabajadores de las estaciones de servicio fue el primero en celebrar la llegada de Massa al gabinete nacional. Relató que "hace poco que está el nuevo ministro trabajando para bajar la inflación pero la realidad es que estamos mal". Y recordó que "nosotros venimos protestando desde antes contra los formadores de precios", advirtiendo que "es tarea del Gobierno pensar cómo combatir la inflación, no de los sindicatos".
Reunión Gobierno, CGT y empresarios
Por otra parte, indicó que la CGT se mantienen a la espera de "la convocatoria del ministro de Economía junto a los empresarios", para gestar medidas que mitiguen el deterioro del poder adquisitivo. Desde cierto sector del gremialismo son críticos con este tipo de encuentros.
Dirigentes cercanos al moyanismo subrayaron a iProfesional: "El Consejo Económico y Social fue un fracaso por las acciones de los empresarios, que nunca aportaron nada; jamás presentaron una documentación que permita determinar dónde se dispara la inflación, cuáles son los costos o que incide en el aumento de, por ejemplo, el aceite o el azúcar".
En tanto, desde el equipo económico no descartan que el bono pueda aplicarse mediante un decreto, y que las empresas puedan abonar el bono en varias cuotas, tal como se hizo en 2019, todavía durante el gobierno de Mauricio Macri. Como sucedió aquella vez, ahora también sería a cuenta de las próximas paritarias, aunque también se buscaría una herramienta como fue el IFE para que alcance, inclusive, a los que están fuera del sistema laboral.
Uno de los puntos que debe resolver Massa tiene que ver con lo que le tocaría al Estado nacional, a las provincias y a las intendencias en momentos en los que se puso en marcha un ajuste del gasto público. El ministro sabe que, más allá de los costos que le genera a la propia administración, una parte la podría compensar por una mayor recaudación fiscal. Pero no son las cuentas que sacan los intendentes, por ejemplo.