Metalúrgicos llegaron a un acuerdo y descartaron medidas de fuerza: qué aumento de sueldo lograron
Después de varias idas y vueltas y hasta con algunas medidas de fuerza mediante, la conducción de la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina (UOM) logró cerrar la reapertura de la paritaria para la rama siderúrgica, replicando el acuerdo con el sector metalmecánico.
La mejora consiste en un anticipo del 12% retroactivo a agosto (se debe liquidar este mes) en todas las categorías del convenio colectivo de trabajo 260/75, más dos incrementos en octubre y noviembre, sobre los salarios básicos vigentes a marzo pasado.
Metalúrgicos acordaron aumento de sueldo
En la negociación establecida con la Cámara Argentina del Acero y el Centro de Laminadores Industriales Metalúrgicos Argentinos (CLIMA) y la empresa SIDERCA SAIC, donde se acordó la suba anual del 65% y otros dos incrementos en octubre y noviembre (10% cada uno), se fijo también el compromiso de las partes en volver a reunirse en febrero del año próximo para analizar la marcha de la inflación y el impacto en los salarios.
Asimismo, pactaron el Ingreso Mínimo Global de Referencia que establece un importe mensual mínimo de $95.827,60 a partir de agosto, $102.463,40 desde octubre y $109.045,20 en noviembre. De esta forma, ningún trabajador de la actividad, por el concepto que fuese, no perciba menos de esa cifra sin que afecte a otras remuneraciones que perciba. Cabe señalar que además, en el sector hay negociaciones por empresas que suben dichos básicos.
El secretario General de la UOM, Abél Furlán, había apuntado contra las empresas del sector –representadas por Acindar y el Grupo Techint- por la falta de un acuerdo. En principio, las cámaras patronales rechazaron la reapertura de la paritaria sosteniendo que "hay un acuerdo en vigencia, por lo tanto recién nos volveremos a reunir para analizar la posibilidad de un aumento en octubre" (fecha de la primera cláusula de revisión.
Falta de acuerdo y tensión en la negociación
En respuesta, el dirigente planteó la necesidad de una actualización de los ingresos "como consecuencia de la acelerada y abrupta evolución de las variables macroeconómicas y su impacto sobre los salarios".
Vale recordar que la UOM fue uno de los primeros gremios en cerrar una paritaria anual en el orden del 45%, bajo el mandato de Antonio Caló. Como en otros casos, la disparada inflacionaria habilitó la reapertura de la discusión salarial. Sin embargo, Furlán se encontró con la negativa empresaria en su conjunto, disparando el conflicto.
Voceros de los metalúrgicos habían advertido que "las empresas están tensionando la negociación en forma innecesaria, porque nuestra demanda está dentro de los parámetros económicos que estamos atravesando, no estamos exigiendo un aumento del 100 por ciento". Explicaron que "estas empresas venden en dólares y pagan en pesos, obteniendo estabilidad extraordinaria. Pero además está creciendo la producción y se están creando puestos de trabajo; sin embargo, tenemos sueldos con los que no podemos llegar a fin de mes".
Las negociaciones entre el gremio y las patronales fueron acompañadas por movilizaciones a la sede del ministerio de Trabajo en Callao al 100 y manifestaciones hasta las oficinas del Grupo Techint en Retiro, donde expresaron su malestar por la situación.