Dardos para todos: ¿a quiénes apuntó Cristina Kirchner con sus críticas?

El discurso de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el lunes en una reunión de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) en la ciudad de Avellaneda, en el sur del Gran Buenos Aires, apuntó contra gran parte de la dirigencia política e incluso al propio Gobierno nacional que ella integra.

"A mí no me interesa quedar bien con ningún funcionario. Me importa un pito. A mí me importa quedar bien con la sociedad, con los argentinos", advirtió la expresidenta.

Alberto Fernández

"Yo desconfío de los que no les gusta mirar el pasado. Será porque además, no les gusta las cosas que hicieron en el pasado. Yo no tengo problemas con el pasado. Con el mío, con el del peronismo", dijo Fernández de Kirchner apenas tomó el micrófono.

La frase remitió de manera directa a la chicana que, con una sonrisa, le había dedicado el Presidente durante el acto por el centenario de la empresa YPF. "No soy de los que le gusta volver al pasado", había manifestado Fernández a su Vicepresidenta en el predio ferial Tecnópolis, para recordarle un verso de Luis Alberto Spinetta: "Mañana es mejor".

La reacción de Fernández de Kirchner a esa frase en Tecnópolis derivó en memes en redes sociales:

A partir de ese punto, y en varias oportunidades, el discurso de Fernández de Kirchner este lunes apuntó contra quienes, en lugar de presionar a los formadores de precios e importadores, buscan entablar "relaciones" con los empresarios o se preocupan "por la relación de fuerzas".

Fue para recordarles la anécdota que minutos antes había relatado el ministro de Hábitat y Desarrollo Territorial, Jorge Ferraresi, quien dijo que, como intendente de Avellaneda, presionó con movilizaciones populares a seis grandes contribuyentes que amenazaron con ir a la Justicia contra un aumento de tasas municipales.

"Me gustaría que cuentes en el Gabinete nacional las cosas que hiciste, que te movilizaste a ver si hacen algo", pidió la Vicepresidenta a Ferraresi.

Y agregó: "Tengo expectativas en que (el flamante ministro de Desarrollo Productivo) Daniel Scioli y el funcionario que han puesto en Aduanas (el massista Guillermo Michel) puedan reencausar las cosas. Y que nadie se preocupe: la unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión".

Después de hablar de la unidad, lanzó otro dardo por elevación al Presidente. "Los que no sufrieron las persecuciones, los que no estuvieron el 13 de abril (de 2016, en la marcha a los tribunales federales porteños de Comodoro Py) es muy posible que no tengan las mismas vivencias".

"Pero creo --advirtió-- que todos tenemos que hacer el esfuerzo de quedar bien entre nosotros. A mí no me interesa quedar bien con ningún funcionario. Me importa un pito. A mí me importa quedar bien con la sociedad, con los argentinos", subrayó, en medio de una ovación del público. También fue ovacionada cada vez que dijo que no hablaba de "ningún funcionario" en particular.

El último párrafo de su discurso también pareció un traje a medida para Fernández. Fernández de Kirchner recordó la creación de su partido Unidad Ciudadana y el objetivo que persiguió esa reconstrucción, tras la derrota de 2015. "Ganar las elecciones para no cambiar nada: mejor quedarse en casa", sentenció.

Graciela Ocaña

Cuando hablaba de las crisis que enfrentó como Presidenta en 2008 y 2009, sumó otros dardos a exfuncionarios. Al hablar de la pelea por la resolución 125, recordó a aliados que luego se pasaron a la oposición y la enfrentaron.

Un tiro que podría adjudicarse al excanciller Felipe Solá, quien con Unión Pro la enfrentó en 2009, o a Sergio Massa, quien lo hizo con el Frente Renovador, en 2013.

Al referirse a 2009, la destinataria de la crítica no dejó lugar a dudas. "La segunda crisis viene en 2009, la H1N1, cuando Juan Manzur vino como ministro de Salud y se fue la que estaba, que Dios mío…", dijo Cristina, en alusión a la exministra y diputada nacional de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña.

Matías Kulfas, Miguel Pesce, Mercedes Marcó del Pont y Adrián Cosentino

Sin dar nombres, la vicepresidenta apuntó contra Matías Kulfas (exministro de Desarrollo Produtivo), Miguel Pesce (titular del Banco Central), Mercedes Marcó del Pont (titular de la AFIP) y Adrián Cosentino (titular de la Comisión Nacional de Valiores, CNV) al referirse al "festival de importaciones" como causa de la crisis económica.

"Hay un festival de importaciones y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente: Banco Central, Ministerio de la Producción, AFIP y Aduanas. Esto tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo", afirmó.

Pesce, Marcó del Pont y Cosentino reaparecerían más tarde, como destinatarios de una de las frases más fuertes del discurso de la Vicepresidenta. Fue cuando aludió a la discusión en el Congreso sobre el secreto bancario, bursátil y fiscal y las "resistencias y miedos" de algunos funcionarios del Banco Central, la Comisión Nacional de Valores y la AFIP para dar ese debate.

"Los que tienen la sartén por el mango están de fiesta, muchachos. Este es un Estado estúpido. Un Estado donde no se articula la información que tiene el Banco Central, con la CNV y la AFIP para desarticular la estafa. ¡Porque han estafado a la Argentina y todos tienen miedo!", advirtió. "No hay voluntad ni actitud para cambiar las cosas", remató.

Sergio Massa

El titular de la Cámara de Diputados, rozado en esa frase sobre el secreto bancario, fue apuntado cuando la Vicepresidenta remarcó que el proyecto de ley para destinar al pago de la deuda un fondo creado con el blanqueo de capitales en el exterior fue aprobado por el Senado, pero no por la Cámara baja. "Pero claro, nadie la quiere aprobar. En Diputados digo, porque en el Senado obtuvo media sanción", deslizó.

Carlos Rosenkrantz, jueces y fiscales

Siguiendo el hilo de la pérdida de reservas por las importaciones, la vicepresidenta apuntó contra el Poder Judicial. "¿Quiénes han aparecido también en el mundo de las importaciones? Los jueces y los fiscales. Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales, con amparos. Más de 6500 expedientes judiciales con amparos", dijo.

Fue entonces que dirigió un dardo al vicepresidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, quien en una conferencia en Chile señaló que no hay recursos suficientes para sostener que detrás de cada necesidad existe un derecho.

"Ven –dijo Cristina, mirando a Hugo Yasky, titular de la CTA, quien minutos antes había recordado al juez de la Corte–, esos jueces no siguen la doctrina de Rosenkrantz: donde hay una necesidad de dólares, allí habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores. ¿Vieron? Si las necesidades son del pueblo, no hay derecho ni Justicia. Si la necesidad es de los poderosos, hay jueces, fiscales, defensores, lo que haya". Poco después, reafirmaría su decisión de hablar de un "partido judicial" y no de un Poder Judicial.

Claudio Moroni

El ministro de Trabajo, quien junto a Kulfas y el titular de Economía, Martín Guzmán, comparte el podio de funcionarios señalados por el kirchnerismo, también recibió un dardo sin nombre y apellido.

O más bien, con el nombre y apellido del ministro de Trabajo de los anteriores gobiernos kirchneristas, Carlos Tomada, actual embajador en México. "Sí, gran ministro de Trabajo, extraordinario ministro de Trabajo", lo celebró la vicepresidenta.

Movimiento Evita

Fue otro de los grandes apuntados por la Vicepresidenta. "Con esta desocupación debería haber menos planes. El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de los planes, que no pueden seguir tercerizadas", planteó en una crítica al Movimiento Evita, que una franja importante de los planes de cooperativas.

"Eso no es peronismo. No es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta o la baja. Y sobre todo las mujeres, que son las más explotadas, las más basureadas", continuó, para rematar, y despejar cualquier duda sobre el destinatario de su frase: "Si Evita los viera, mamita...".

Mauricio Macri y Cambiemos

Un clásico de los discursos del oficialismo, Mauricio Macri y la gestión de Cambiemos también recibió críticas. "Es importante saber que la inflación es producto de la evasión y el endeudamiento. Porque acá los dólares no se fabrican. La ultrainflación es producto del endeudamiento criminal del macrismo", dijo la vicepresidenta.