Guerra en Ucrania: The Economist advierte sobre una catástrofe alimentaria mundial
Según refleja en su portada el periódico "The Economist", la guerra entre Rusia y Ucrania conllevará una masiva hambruna en todo el mundo.
"La catástrofe alimentaria que se avecina" titula el medio sobre el conflicto bélico iniciado el 24 de febrero, el cual vuelve a golpear el sistema alimentario global debilitado por la Covid-19, el cambio climático y provocaría un "shock energético".
El medio señala además que a situación hay que sumar que las exportaciones de cereales y semillas procedentes de Ucrania se han detenido.
Esto a su vez ha hecho que el precio del trigo se dispare por encima del 50% y llegue a máximos históricos.
Además, el coste se ha vuelto a incrementar después de que India haya suspendido las exportaciones de trigo "con efecto inmediato" debido a que las altas temperaturas de las últimas semanas han mermado la productividad de la cosecha.
Inflación de alimentos: otro flagelo mundial
Cada vez son más los países que toman medidas paliativas para contener los precios ante el shock inflacionario derivado de la guerra en Ucrania. Algunos optaron por los incentivos directos, como los subsidios. Otros directamente a suspender la aplicación de impuestos, sobre todo a los alimentos y a los combustibles. ¿Qué hará Alberto Fernández? ¿Tiene margen de maniobra, en medio del acuerdo con el FMI y una inflación interanual que ya supera cómodamente el 50%?
Varios países de la región ya adelantaron medidas: desde Uruguay a Brasil pasando por El Salvador y Perú. Lo mismo que México. Los anuncios se encadenaron en las últimas semanas, a medida que a los mandatarios les quedó en claro que el conflicto armado en Europa sería de larga extensión.
Mientras tanto, los efectos por el shock de precios se sintió de inmediato, en especial entre la población de menores recursos, que destinan gran parte de su presupuesto en alimentarse y transportarse.
Países con estabilidad inflacionaria, de no más de dos o tres puntos anuales, se han visto sacudidos con un fogonazo en torno al 10% interanual.
En esos países, un alivio impositivo puede tener un efecto directo en el cortísimo plazo y mantener su duración en el tiempo. Distinto a lo que puede suceder en la Argentina, donde la suspensión de un tributo tendría un impacto de cortísimo alcance antes de ser "tragado" por la propia dinámica inflacionaria.
¿Qué es lo que están haciendo? ¿Cuáles son las medidas concretas?
Uruguay: alivio impositivo
Lo primero que se anunció fue la quita del IVA al asado, el corte de carne más popular. El presidente Luis Lacalle Pou acaba de avanzar con medidas adicionales: la suspensión del IVA para panificados y también para los fideos. La medida tendrá vigencia por 30 días, con la posibilidad de extenderla.
También se analiza la eliminación temporal de los tributos que gravan las importaciones de algunos productos alimenticios que no se elaboran en el país. El primero de la lista es el aceite.
Desde la oposición política a Lacalle Pou se impulsa en el Congreso la eliminación del IVA a toda la canasta básica alimentaria.
Brasil: más ingresos y control de combustibles
También allí hubo eximición de impuestos a importaciones de alimentos, con el objetivo de quitarle presión inflacionaria a ese rubro sensible.
Por otro lado, el gobierno brasileño decretó el adelanto en el pago del aguinaldo, tanto para empleados públicos como para los privados.
También hubo una decisión política de desacoplar el precio de los combustibles respecto del rally internacional.
Cuando Petrobras aumentó los precios a mediados de marzo, el presidente Jair Bolsonaro desplazó al titular de la empresa en un intento por controlar el costo de los combustibles en los surtidores, de cara a la campaña electoral.
México: subsidios y precios de alimentos
Ya tomó medidas para subsidiar parte del precio de los combustibles, lo que permitió que los valores en los surtidores aumentaran menos que lo previsto, ante la fuerte alza del costo del barril de petróleo.
En los próximos días se anunciará, además, un paquete de incentivos a la industria para incrementar la producción de alimentos. "Estamos haciendo un plan de producción de alimentos para que haya más oferta y podamos también con los alimentos controlar la inflación", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador el último lunes.
Perú: sueldos y conmoción social
Es el país con mayores problemas sociales derivados de la súbita alza de la inflación, tanto en los alimentos como en los combustibles.
En medio de protestas sociales que derivaron en un toque de queda, el gobierno suspendió un impuesto para algunos tipos de combustibles y también para el diésel que implicaba un aumento de entre 28% y 30% en el precio en los surtidores.
En este contexto, la administración Castillo decidió un aumento del 10% en los salarios mínimos. Un ajuste por primera vez en cuatro años. Ahora quedó en el equivalente a u$s280 mensuales.
El Salvador: congelamientos
También allí hubo medidas en relación a los combustibles y a los alimentos. Durante los próximos dos meses se congelarán los precios en los surtidores.
También se elimina el IVA para los productos de la canasta básica.