Es personal trainer y arrancó un gran negocio con muy poca plata: hoy factura millones
Con 25 años, Iván Frutos ya lleva una década emprendiendo. Arrancó a los 15, vendiendo celulares, zapatillas y autos usados por Mercado Libre. Luego estudió diseño gráfico, diseño web y marketing en forma autodidacta y por videos de Youtube, y rindió libre el secundario.
Su plan era irse a vivir al exterior, y comenzó a formarse como personal trainer. En 2018, buscando un departamento para alquilar, fue a una inmobiliaria con su padre, quien oficiaba de garante. Conversando con el agente inmobiliario, el padre de Iván le comentó que era herrero. Y éste les contó que estaba buscando una barra para hacer ejercicios físicos en su casa. La conversación terminó con el contrato de alquiler para Iván y el encargo de una barra de ejercicios para la herrería de su padre. A los pocos días le llevaron el equipamiento pedido al dueño de la inmobiliaria. Y quedó tan contento que los recomendó entre amigos y conocidos.
De pronto, la pequeña herrería familiar se vió desbordada de pedidos, e Iván comenzó a colaborar con su padre en el diseño, embalaje y envío de los productos.
Así creó la marca Faru Fitness y empezó a publicitarla en redes sociales, mientras investigaba y se formaba en Calistenia, una serie de rutinas de entrenamiento físico basadas en ejercicios de fuerza y flexibilidad utilizando el peso del propio cuerpo.
Si bien esta disciplina está poniéndose de moda, sobre todo a partir de las restricciones por la pandemia que obligaron a muchos a ejercitarse dentro de sus casas, su origen se remonta a los primeros gimnasios del siglo XIX.
"Hacemos envíos de barras y equipamiento a todo el país, junto con un manual de instalación y una guía de ejercicios con videos, diseñada por un profesor", comenta Iván.
Cambio de y nuevos planes
A partir de 2020, la crisis por el Covid, más allá de postergar su proyecto de irse a vivir a Europa, hizo crecer en forma sorprendente el negocio familiar de Iván Frutos. "Estamos facturando entre $ 5 y $ 6 millones. Tenemos 1.500 clientes en distintas provincias y estamos sumando unos 800 clientes nuevos cada mes", destaca el emprendedor.
Al principio, solo vendían barras multifuncionales y barras fijas de pared de fabricación propia,. Luego comenzaron a sumar equipamiento de otros proveedores como bolsas de arena para boxeo y pesas.
El negocio fue creciendo e incorporaron a familiares y amigos para las tareas operativas, tercerizando en profesionales externos la publicidad y la gestión contable.
De producir sin stock y bajo pedido, con la sola inversión de las máquinas ya existentes en el taller de herrería y una seña pedida a los clientes para comprar insumos; pasaron a gestionar stock y proyecciones de demanda, siempre ascendentes.
"Al comienzo, trabajaba desde que me despertaba hasta que me acostaba a dormir y solo hacía pausas para comer. Hoy delego muchas tareas y estoy desarrollando otros proyectos vinculados a cambios de hábitos que se reforzaron durante la pandemia", cuenta Iván.
Nuevas unidades de negocio
En concreto, el fundador de Faru Fitness está desarrollando cinco nuevas unidades de negocio. Una es la venta de kits para actividades de jardinería en casa; otra es una plataforma de compra-venta de autos; la tercera es una consultora que brinda cursos y asesora a empresas físicas para vender online; una cuarta de venta de equipos para minería de bitcoins y otras criptomonedas. Y la quinta es una plataforma para que los influencers puedan monetizar sus contactos ofreciendo campañas de difusión a las empresas.
"Solo estuve empleado un par de meses. Pero la verdad es que prefiero emprender por cuenta propia. No siento como trabajo lo que hago, porque me gusta y me divierte", asegura el emprendedor serial.