Rusia decidió cortar el suministro de gas a Polonia y a Bulgaria: estos son los motivos
Rusia ha decidido cortar el suministro de gas a Polonia y a Bulgaria luego de que se negaran a cambiar las condiciones de sus contratos y a acatar la conversión obligatoria de sus pagos en rublos, tal como exige el Kremlin para proteger la cotización de su divisa ante las sanciones.
La empresa de gas polaca PGNiG informó este martes de que el monopolio ruso Gazprom Export detendrá totalmente el flujo de gas a partir del miércoles. Por su parte, la compañía pública rusa, que es la única con permiso para vender en el exterior, respondió que Varsovia debía pagar desde este martes sus futuras entregas, pagos en los que debía atenerse a la nueva legislación rusa.
Poco después de este anuncio, la compañía energética rusa informó a Bulgaria de que el suministro también se interrumpirá con este país a partir del miércoles, de acuerdo a lo que confirmó el Ministerio de Energía búlgaro a la agencia Reuters.
La compañía polaca considera que este decreto no es vinculante y no hay motivos para detener las entregas a través del gasoducto Yamal. A su vez, recordó que siempre ha cumplido sus obligaciones de pago y no tiene deudas con Gazprom. "Se trata de un incumplimiento de contrato y la empresa tomará las medidas adecuadas", señaló.
Horas después, Gazprom anunció a la empresa búlgara Bulgargaz, que también cortará el suministro gasístico a Bulgaria a partir del 27 de abril. Como en el caso de Varsovia, el corte se produce luego del rechazo de ambas empresas a pagar por el gas ruso en rublos, como pide Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, decretó el 31 de marzo que a partir de abril todos los importadores extranjeros debían pagar exclusivamente en rublos a través de un nuevo mecanismo.
Por qué Rusia quiere que se le pague en rublos
Para este objetivo se concedió un permiso especial al brazo financiero de la gasista, Gazprombank, por el cual este abriría cuentas especiales a sus clientes donde entrarían los euros y dólares, y estos serían convertidos en rublos a través de su compraventa en la Bolsa de Moscú.
El objetivo es respaldar el valor del rublo frente a las sanciones extranjeras. Bruselas ha enviado esta semana una aclaración a los países miembros en la que consideraba, en principio, que el pago en dólares o euros a través del mecanismo de Gazprombank es una vía legal para eludir las sanciones.
Polonia y su posición opuesta a Rusia
Polonia es uno de los países de la Unión Europea que más aboga por poner fin a la dependencia de Rusia, país del que hasta ahora adquiría algo menos de la mitad del gas importado y que esperaba reducir a cero a partir de octubre.
Por su parte, Bulgaria también recibe de Rusia la mayoría de sus suministros de gas, aunque la dependencia en este caso es mayor: hasta un 90% del hidrocarburo que consumen procede de Rusia.
Al igual que en el caso de Polonia, el contrato de Bulgargaz con Gazprom concluía este año y Sofía ya había anunciado su intención de no renovarlo. El ministro de Energía, Alexander Nikolov, anunció que Bulgaria está tomando medidas para garantizar el suministro y que por el momento no hará falta restringir el consumo de gas.
Otros países europeos, como Alemania y Austria, advierten de que no están preparados para poner fin a esta dependencia. La Comisión Europea ha instado a recortar en dos tercios la importación de gas y petróleo rusos este año.