Del conurbano a la NASA: es músico e ingeniero y exporta inteligencia artificial
De chico, Fredi Vivas era fanático de Robocop. Y como en su escuela -una pública de Lomas de Zamora- no había computadoras, se anotó en una academia de computación mientras sus compañeros iban a fútbol como actividad extraescolar. "Apenas terminé el secundario, como sabía programar, conseguí trabajo, mientras pensaba qué carrera seguir. Me gustaba Sistemas, pero también el periodismo y la música", cuenta.
Finalmente estudió Ingeniería en Sistemas, aunque también despuntó el vicio periodístico escribiendo el libro "Cómo piensan las máquinas", y como columnista de tecnología en radio.
Y la música lo llevó a conocer a sus dos socios, Diego Oyola y Martín Maffioli, con quienes trabajó en una compañía Telefónica y se juntaban a zapar en el after office. Hoy siguen tocando juntos, pero no fundaron una banda de rock sino una empresa. Y le pusieron "Rocking Data" en homenaje a esa pasión compartida.
Pero antes Fredi tuvo la oportunidad de "viajar y ver el futuro", como hacían los personajes de ficción que tanto lo inspiraban en su adolescencia. En 2016, habiendo leído una nota sobre Singularity, la universidad de Google y la NASA, se postuló a una beca. Y resultó seleccionado junto a otras 90 personas de 50 países para hacer un curso de verano en Silicon Valley.
"Fue como ir al Disney de los Nerds", bromea Fredi. "Allá te encontrás con los mayores expertos en ciencia y tecnología de frontera, que te cuentan cómo están resolviendo grandes desafíos como el hambre, el acceso a agua potable o energías limpias usando Inteligencia Artificial, Nanotecnología, Realidad Aumentada o Ciencia de Datos. Y al mismo tiempo tejés redes con colegas de México, Birmania, Zimbabwe o Laos y trabajás en proyectos vinculados a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU).
Estuve dos meses recibiendo tanta data que tardé dos años en procesarla y eso me decidió a dejar la Telco donde trabajaba y fundar mi propia empresa", cuenta.
Apostar por la inteligencia artificial: así surgió Rocking Data
Fue así que en 2018, Fredi renunció y empezó a armar Rocking Data. Luego se unieron sus dos socios. "Empezamos tres y hoy somos más de 50. Nuestra misión es ayudar a empresas, que en general no vienen del palo de la tecnología, a digitalizar sus procesos e incorporar Inteligencia Artificial", apunta.
Entre sus clientes hay firmas petroleras, laboratorios farmacéuticos, y fabricantes de bebidas y alimentos. No tienen una oficina central, ya que siempre hicieron trabajo remoto. Sus colaboradores / rockers viven en distintos puntos del país. Trabajan desde sus casas y se juntan cada dos o tres meses (a partir de la pandemia lo hacen más espaciado) para una reunión con after office en la que nunca falta la música a cargo del trío de fundadores.
Un emprendedor que busca mejorar la vida de empleados
"Nuestra misión es acompañar a las empresas en la digitalización e incorporación de Inteligencia artificial para predecir la demanda de un producto, estudiar ventas, o fidelizar clientes. Y lo hacemos con foco en las personas. Porque hay muchos mitos alrededor de la IA y la realidad es que no viene para desplazar empleos, sino para asistir y mejorar la calidad de los trabajos", destaca.
Una de las limitantes para la adopción de esta tecnología es justamente la falta de personas capacitadas en su implementación. La firma tiene previsto crecer en personal y expandirse a otros mercados. Por esto brinda cursos de Data Analytics y otorga becas a los interesados. "Son cursos de uno o dos meses que te pueden cambiar la vida. Buscamos diversidad en los equipos, sin hacer distinción de género, edad o formación previa. Tenemos filósofos y psicólogos rockeando datos, y es genial", asegura.
El año pasado, la compañía fue una de las ganadoras de Acelerar España, un programa para potenciar emprendimientos latinoamericanos, organizado por el Grupo Insud (dueño de compañías farmacéuticas, una editorial y productora de cine, entre otros negocios). Y este año proyecta hacer pie en Madrid para desembarcar en el mercado europeo.
"Ya hicimos proyectos para Perú, Panamá y otros países de la región. Pero llegar a Europa es un reto porque debemos cumplimentar normas muy estrictas como las GDTR (Reglamento General de Protección de Datos, por su sigla en inglés), lo que nos subirá el estándar", asegura Fredi, entusiasmado por el nuevo desafío.