Conocé la historia del creador de la mítica Guía Peuser
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En 1855, arribaron al país Damián y Elizabeth Peuser, procedentes de Alemania, junto con sus hijos, y se asentaron en Paraná. Entre los varones, Jacobo de 12 años sería el encargado de ubicar el apellido familiar en los anales de la industria editorial argentina.
Jacobo Peuser comenzó a trabajar en el negocio de la imprenta en 1860, en una librería y papelería en Rosario. Munido de experiencia pero dispuesto a seguir aprendiendo, viajó a Buenos Aires con el claro objetivo de develar los secretos del negocio donde tuvo la fortuna de conocer a José Alejandro Bernheim, una figura relevante del periodismo en la Argentina, cuya historia merece un par de párrafos.
Alejandro Bernheim (era conocido por su segundo nombre) nació a comienzos de 1822 y tuvo una formación muy apropiada en Estrasburgo, ya que trabajó en la prestigiosa casa impresora Chaix. Emigró de Francia a mediados del siglo XIX y en Montevideo adhirió al partido unitario. Por ese motivo, se alistó en el Ejército Grande comandado por Justo José de Urquiza. Como poseía una prensa portátil trabajó a la par de Domingo F. Sarmiento, el boletinero oficial, es decir, el encargado de los boletines con información para los oficiales y la tropa que derrotaría a los federales de Juan Manuel de Rosas en Caseros. Mientras que el sanjuanino redactaba los textos, Bernheim se ocupaba de la impresión. De hecho, las litografías iniciales de la célebre batalla salieron de su máquina.
El francés pasó una temporada en Corrientes debido a que Urquiza le había regalado una imprenta móvil al gobernador Miguel Virasoro y requerían su auxilio para aprender a usarla. Luego regresó a Buenos Aires, donde abrió local propio, además de fundar Le Courrier de la Plata, publicación de la colectividad francesa rioplatense. Asimismo, fue el responsable de la edición de un diario que marcó un hito. dos periódicos: La República, de 1868, fue el primero que se vendió en la calle, sin suscripción previa. La respuesta del público lector fue inmediata y marcó el sendero para los siguientes.
En un camino paralelo transitaba el joven Jacobo Peuser, también involucrado con el negocio de la imprenta, aunque sin los pergaminos cosechados por el colega. Según la evocación del alemán, comenzaron a frecuentarse en Buenos Aires.
En 1867, Peuser abrió la "Librería Nueva", en Cangallo 89 (antigua numeración, hoy Perón y San Martín), en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. El negocio prosperó y al año siguiente compró la librería de Bernheim. El esfuerzo incansable de Peuser hizo crecer el negocio y tuvo que ampliar la imprenta con un nuevo local ubicado en Lavalle y Uruguay. Allí hizo famosos sus libros rayados para contabilidad.
En 1875 comenzó a imprimir la primera publicación periodística escrita en alemán, el Periódico Argentino Alemán. Tres años antes, Jacobo se había casado con Juana Badaró. La feliz pareja tuvo ocho hijos.
Su nombre fue creciendo entre los emprendedores de la época. El mismo año en que comenzó a circular su diario, Jacobo Peuser creó el Club Industrial, que se encargó de organizar, en 1877, la novedosa Exposición Industrial en Buenos Aires.
Pronto apareció el primer libro impreso por su compañía: Descripción amena de la República Argentina. Tomo I. Viaje al país de los Araucanos, del célebre historiador y jurista Estanislao Zeballos. En 1883, a dos años de la edición fundacional, se publicó La región del trigo y, cinco años después, el último título de esta etapa llamado A través de las cabañas.
Peuser se destacó por figurar entre las pocas editoriales que publicaban obras de autores nacionales. Entre sus ediciones se encuentran libros de Carlos Guido Spano, Florentino Ameghino y Roberto Payró, entre otros.
En 1887 agregó a su colección una guía que se convertiría en clásico: la Guía Peuser, una publicación con datos de interés general: horario de salida de barcos y de ferrocarriles, tarifas de servicios útiles para el público, nómina de hoteles y agencias de correo y telégrafos.
Al año siguiente, siempre por el camino de la innovación, comenzó a publicarse el Almanaque Peuser, un libro de edición anual en el que escribían las más altas personalidades de la literatura argentina: Bartolomé Mitre, Lucio V. Mansilla y Miguel Cané. También el nicaragüense Rubén Darío y los más prestigiosos dibujantes de la época.
En 1893, en el Almanaque apareció una novedad. Nos referimos a la fototipia, es decir, una fotografía estampada. Debemos a Peuser, el inicio del camino de las imágenes impresas. Pero el avance y las innovaciones no terminaron ahí. En 1898 se publicó el primer libro creado con una linotipia, que es una máquina que mecaniza el armado de ejemplares. Para esa misma época, Peuser contaba en su empresa con más de quinientos empleados.
El 8 de noviembre de 1901, Jacobo Peuser falleció a los 58 años. Sus hijos varones, y luego algunos de sus nietos, continuaron con la empresa familiar hasta la década de 1960. La Guía siguió publicándose hasta 1981, a casi cien años de su exitoso lanzamiento.
Jacobo Peuser quedó en nuestra historia como un pionero de las artes gráficas argentinas.