Impuesto a las multinacionales: para Guzmán, "nos vemos obligados a elegir entre algo malo o algo peor"
El ministro de Economía, Martín Guzmán, planteó que los países en desarrollo se ven "obligados a elegir entre algo malo o algo peor", al criticar la propuesta global del G20 sobre el pago de impuestos de las multinacionales. Y a su vez, afirmó que "la elusión impositiva de las corporaciones multinacionales es uno de los aspectos más tóxicos de la globalización y la digitalización de la economía".
En la misma línea, advirtió que la comunidad internacional no está "aprovechando esta oportunidad para corregir esto en una escala aceptable".
Al participar el último jueves de una videoconferencia en el marco de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional, el titular del Palacio de Hacienda aseguró: "los responsables de diseñar las políticas de los países en desarrollo, nos vemos obligados a elegir entre algo malo o algo peor. Peor es no obtener nada, pero malo es lo que estamos obteniendo: muy poco".
La propuesta de acuerdo fiscal global impulsa que las multinacionales que facturan más de 20 billones de euros por año, paguen sus impuestos en los países que operan, y fija un gravamen mínimo global para evitar que las empresas se relocalicen y no cumplan con sus obligaciones impositivas, yendo a paraísos fiscales o jurisdicciones de baja imposición.
"La Argentina apoya la propuesta", resaltó Guzmán, pero recordó que el país expresó "una serie de preocupaciones que deberán abordarse mientras se desarrollan los instrumentos". Y en ese sentido, completó: "Esperamos poder seguir trabajando durante las próximas semanas para encontrar una solución a los problemas que enfrentamos, de modo que en lugar de dar un pequeño paso positivo, podamos dar un paso positivo mucho más importante y sustancial".
Así se refirió el ministro a la tasa de 15% consensuada por las principales potencias del mundo como tributo que deben pagar las empresas transnacionales, un porcentaje que la Argentina opina que debe ser de entre 21% y 25%.
En ese mismo marco, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, enfatizó: "buscamos tasas impositivas más altas para la digitalización de la economía y esperamos seguir trabajando con los demás países para lograr ese objetivo". Asimismo, detalló que "la Argentina solicitó una tasa impositiva efectiva mínima más alta, de al menos el 21%, pero preferiblemente del 25%. Sin embargo, la mayoría de los miembros apoyan un impuesto no superior al 15%".
"En particular, notamos que la metodología para evaluar el impacto de la solución global no fue transparente. Deberíamos tener acceso a la base de datos que se utiliza para evaluar el impacto de la propuesta -apuntó Guzmán-. Los detalles importan, y no podremos tener una idea precisa de cómo funcionará este sistema hasta que tengamos una definición precisa de todos los detalles de la solución".
Por otra parte, el ministro insistió en que "nos sigue preocupando la falta de proporcionalidad entre los compromisos que se están solicitando a los países en desarrollo. No vemos concomitancia entre los compromisos y los beneficios". como por ejemplo la prohibición de medidas unilaterales para un universo de empresas multinacionales que van más allá del alcance que se incluye en el pilar uno de la propuesta. Y por otro lado, los beneficios que traerá esta propuesta a los países en desarrollo. No vemos concomitancia entre los compromisos y los beneficios".
Rigo, por último, resaltó: "compartimos la necesidad de restaurar el sistema tributario internacional de manera que las empresas multinacionales paguen su parte justa de gravámenes impositivos, en aquellas jurisdicciones donde operan, lo que permite que esas jurisdicciones recauden suficientes ingresos para financiar políticas inclusivas y que favorezcan el crecimiento".
La Argentina se encuentra entre los 140 países que participan en las discusiones dirigidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para reescribir la forma en que se gravan a las ganancias de las multinacionales.
El acuerdo reasignaría una parte de las ganancias de las mayores multinacionales a más países, conocido como Pilar Uno, y crearía una tasa impositiva mínima global, conocida como Pilar Dos.
Los negociadores esperan que se llegue a un acuerdo final, tras firmar un acuerdo interino en el verano. Argentina es miembro del Grupo de los 20 (G-20), foro que podría firmar el acuerdo a finales de este mes.