Qué significa holismo y qué es el enfoque holístico
El enfoque holístico es aquello perteneciente al holismo, una tendencia o corriente que analiza los eventos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que los caracterizan.
Este enfoque supone que todas las propiedades de un sistema no pueden ser determinadas o explicadas como la suma de sus componentes. En otras palabras, el enfoque holístico considera que el sistema completo se comporta de un modo distinto que la suma de sus partes.
De esta forma, el holismo resalta la importancia del todo como algo que trasciende a la suma de las partes, de modo que apunta a destacar la importancia de la interdependencia de esas partes.
Cabe mencionar que el holos (un término griego que significa "todo" o "entero") alude a contextos y complejidades que entran en relación, ya que es dinámico.
Enfoque holístico: el vínculo entre el todo y las partes
Para la comprensión del enfoque holístico, es necesario saber que el todo y cada una de las partes se encuentran ligadas con interacciones constantes.
Por eso, cada acontecer está relacionado con otros acontecimientos, que producen entre sí nuevas relaciones y eventos en un proceso que compromete el todo. Es por esto que se dice que el holismo o el enfoque holístico es dinámico, ya que se cada cosa que sucede se interrelaciona con las demás.
La comprensión de los procesos y las situaciones debe tener lugar desde el propio holos, ya que en su dinamismo, surge una nueva sinergia, ocurren nuevas relaciones y se generan nuevos acontecimientos.
Por lo tanto, en el enfoque holístico el todo es lo determinante, aun cuando este reconocimiento no impida que se analice cada caso en particular.
Pero entonces... ¿qué implica el enfoque holístico?
El enfoque holístico implica una superación de los paradigmas para propiciar la figura del sintagma, entendida como una integración de paradigmas.
Una actitud sintagmática supone la convergencia de diversas perspectivas, lo que sólo puede lograrse con criterios holísticos.
La teoría del holismo o del enfoque holístico ofrece un camino que apunta a mejorar la vida de quienes lo toman y lo sigue en todos los aspectos posibles, desde el espiritual al material.
Sin embargo, es importante resaltar que si se toma un cierto grado de distancia para mirar alrededor y observar el paso por este mundo, todas las actividades conectan el alma con el cuerpo, la mente con el suelo que se pisa y el resto de los seres con los que se trata.
El enfoque holístico apunta a analizar cada uno de esos elementos por separado y, a su vez, su relación con el todo y con el resto de las partes.
Esto significa que para practicar el holismo o mirar la vida con un enfoque holístico no es necesario elegir el camino espiritual o el material, sino entender que ambos están interconectados y que, por lo tanto, se deben potenciar todos los rincones del ser para acceder a la experiencia más elevada.
Preceptos del enfoque holístico
El primero de los consejos para mirar el mundo desde un enfoque holístico es comer sano.
El cuerpo no existe de forma independiente al alma, ni a nuestro intelecto; de acuerdo con la manera en la que lo tratemos podremos llevar una mejor o peor vida en todos los aspectos, tanto el social como el laboral y el estudiantil.
Ingerir alimentos nutritivos, que realmente necesite nuestro organismo, es esencial para rendir al máximo.
Otra de las actividades que puede acercar a las personas a vivir bajo un enfoque holístico es el reciclaje, porque permite mirar más allá de la propia existencia y pensar en las consecuencias que las decisiones pueden tener en los demás, tanto en las personas como en los animales y en el medio ambiente.
En este sentido, es posible decir que "somos lo que comemos y lo que hacemos".
Holística, conocimientos y estrés
El crecimiento personal, que consiste en diversas actividades de enriquecimiento cultural y emocional, es una receta que podría ayudar a acercarse a una vida bajo un enfoque holístico.
El cerebro nunca deja de sentir sed de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias, pero es nuestra responsabilidad saciarla proponiéndonos nuevos rumbos cada día.
El estrés, uno de los enemigos por excelencia del bienestar, es también lo peor que se puede alimentar si se quiere contribuir con los preceptos del holismo y del enfoque holístico de la vida.
Esto no significa que se deba escapar de los problemas, sino procurar un día a día en el cual la angustia no llegue a desbordar, tomar mejores decisiones y rodearse de gente con la que sea posible sentirse bien.
El enfoque holístico en la enfermería
El uso del enfoque holístico en la enfermería es una de las aplicaciones que puede tener este paradigma.
Según un trabajo presentado por la enfermera Karla Ivonne Mijangos-Fuentes en el año 2014, en el siglo XVIII el cuerpo humano pasa a ser objeto específico de estudio para la medicina, y "el enfermo pasa a ser una enfermedad".
Esta característica es típica de la medicina clásica galénica, que sólo atendía al cuerpo físico en su dimensión material. Frente a esta situación, el holismo surge como un nuevo paradigma o forma de ver la salud, que se enfoca hacia una atención más humanizada e integral del individuo.
Esta forma de percibir y conceptualizar el bienestar es asimilada por disciplinas como la enfermería, la cual tiene entre sus objetivos promover la salud global y holística del ser humano.
Siguiendo esta filosofía, todos los modelos y teorías de enfermería se han construido con una visión humanística del cuidado.
Por ejemplo, en el siglo XIX Florence Nightingale ya incorporaba este paradigma desde lo "integral".
Pero fue sólo hasta los años '50, cuando Martha Rogers añade a la enfermería el término holismo con el sentido filosófico oriental en el cual el foco de la teoría es el "ser humano unitario", definiendo a la persona como "un todo único con integridad propia y que expresa cualidades que no pueden interpretarse solo como la suma de sus elementos individuales".
En relación con esto, Neuman definió que "la enfermería es la única profesión en la cual se manejan todas las variables que afectan la respuesta del individuo", es decir, se aborda a la persona como un todo integrado.
Acorde con estas concepciones, el trabajo citado señala que Patricia Iyer indicó que "la enfermería se ocupa de los aspectos psicológicos, espirituales, sociales y físicos de la persona y no solo del proceso médico"; por ende, se centra en las respuestas globales de la persona que interactúa con el entorno.
Por su parte, Watson afirma que "el cuidado debe basarse en la reciprocidad y debe tener una calidad única y auténtica". Dentro de esta conceptualización, la enfermera es la llamada a ayudar al paciente a aumentar la armonía entre la mente, el cuerpo y el alma, para generar procesos de conocimiento de sí mismo.
Asimismo, diversos estudios de Sakis y Skoner afirman que el enfoque holístico en enfermería se evidenció en la década de 1980, cuando el concepto holismo se relacionó con otros términos como bio-físico-social, una función integral y total del individuo.
Ante esta forma de percibir la disciplina, Peplau (1988) consideró que el individuo debe ser visto como un ser bio-psico-social-espiritual, dotado de creencias, costumbres, usos y modos de vida que son determinados por una cultura y ambiente diversificado. Eso sería un enfoque holístico de la enfermería.
De igual forma, Carper desarrolló los patrones del conocimiento de la enfermería a través de la visión holística del cuidado:
- en lo empírico por medio de la evidencia y la investigación;
- en lo estético, a través de la creatividad terapéutica y la relación de ayuda que se establece;
- en lo ético, al respetar al ser humano en "su todo";
- y en lo personal, al exigir al terapeuta cuidarse y conocerse, lo cual le permitirá realizar un cuidado de excelencia.
Otras teóricas como Roy sostienen que las personas, ya sea como individuos o en grupos, comparten un poder creativo, tienen un propósito para su existencia, poseen un holismo intrínseco, buscan mantener la integridad y se dan cuenta de la necesidad de establecer relaciones con los demás.
Esta aproximación a la enfermería desde un enfoque holístico, según la teoría de Leininger, debe incorporar el punto de vista del sujeto e integrarse en un sistema de conocimiento profesional para servir de base a intervenciones de salud coherentes con los modos culturales, entendiendo la cultura como algo que trasciende al hombre y lo comprende, y que debe ser atendida como un todo integrado que "abarca desde el sistema de creencias, hasta el sistema tecnológico pasando por los conocimientos, costumbres, leyes, arte, que permiten al hombre vivir en sociedad".
Patricia Benner, más enfocada en el mundo de la práctica, afirma que "la pérdida de complejidad, de aspectos no incluidos y no analizables ni cuantificables como el estado de las relaciones de la persona, sus emociones y el significado de su experiencia, hace perder la individualidad de la experiencia, se pierde la perspectiva de los cuidados y el sentido de la disciplina enfermera".
Ante toda esta revolución científica y disciplinaria la Asociación de Enfermeras Americanas Holísticas (AHNA) definió a la enfermería con un enfoque holístico como "aquella que abraza toda la práctica de enfermería y tiene como meta la salud de la persona como un todo, para lo cual utilizan terapias de salud complementarias y alternativas, como vehículo de conexión con el paciente a través de la intención, presencia y conciencia".
Qué supone para enfermería el enfoque holístico para la atención
El cuidado es la esencia de la enfermería, de modo que este principio debiera estar constituido por acciones transpersonales e intersubjetivas para proteger, mejorar y preservar la humanidad, ayudando a la persona a hallar un significado a la enfermedad, sufrimiento, dolor y existencia y ayudar a otro a adquirir autocontrol, autoconocimiento y autocuración.
El trabajo indica que "los cuidados reducen las distancias entre los tratamientos y el sentido de la enfermedad. No obstante, estos cuidados deben ser proporcionados desde un enfoque holístico, como la que distingue a la disciplina de la enfermería".
Esta visión de la enfermería es evidenciada en muchos estudios. Por ejemplo, investigaciones que han medido la satisfacción del usuario durante las consultas de enfermería demuestran que la satisfacción es debida al tiempo que los enfermeros dedican a los usuarios durante las consultas, a la calidad de la información que les ofrecen, a la coherencia en la solución de problemas multidimensionales y, finalmente, a que los pacientes se sienten escuchados por una persona que responde con interés frente a situaciones complejas y cambiantes.
Asimismo, el enfoque holístico en la enfermería puede ser medido a través de las intervenciones que estos profesionales realizan y de las respuestas de los usuarios a dichas acciones.
Por ello, los enfermeros y enfermeras deben comprender el paradigma holístico y apuntar a trabajar desde un enfoque holístico, para que les ayude a mantener una relación más íntima, de colaboración y apoyo mutuo con la persona.
Para entender el acompañamiento holístico de la persona, se debe generar un sistema de salud íntegramente pensado desde un enfoque holístico, lo cual incluye la experiencia de la persona en armonía y con responsabilidad para la gestión de su propia vida.
De la misma forma, acompañar a la persona enferma en sentido holístico supone un conocimiento multidimensional, que incluye la apropiación de las propias cogniciones, ideas, teorías, visiones de las cosas y la vida.
"Una atención holística promoverá la salud relacional y la salud en la dimensión social", esto significa que la persona se podrá relacionar bien consigo misma y con todos los demás. Por tanto el usuario reconocerá las diferentes interdependencias en los diferentes ámbitos de la vida.